El auxilio financiero que recibe el Tesoro nacional de otros organismos descentralizados del Estado permite moderar el déficit fiscal primario -antes del pago de deuda- que se registra en 2014 por tercer año consecutivo, y financiero -luego del pago de deuda- , aunque no es inocuo, pues deteriora los balances de estas entidades, principalmente el Banco Central, la ANSeS y el PAMI. Estos fondos figuran en el ítem Rentas de la Propiedad en el balance del erario público, conocido como “Base Caja”.
Esta transferencia de pasivos perjudica más al Banco Central, que debe contrarrestar con colocación de Letras (Lebac, emitidas en pesos) y Notas (Nobac, en dólares) esa constante inyección de dinero.
Una vía para rastrear el destino de este flujo de pesos surge al comparar esa deuda “cuasifiscal” con el rubro Rentas de la Propiedad de la Base Caja que informa el Ministerio de Economía, cuya última actualización alcanza a abril de este año. Entre 2013 y el primer cuatrimestre de 2014, el monto de Lebac y Nobac aumentó $88.303 millones, mientras que las Rentas de la Propiedad transferidas al Tesoro ascendieron a 81.978 millones en esos 16 meses. La diferencia es sólo de unos $6.300 millones ó 7% y muestra cómo el BCRA debe salir a rescatar el cúmulo de pesos inyectados para disimular el rojo del Estado.
Si se compara el déficit financiero del Tesoro –después del pago de servicios de deuda- contando las Rentas de la Propiedad, obtenemos unos $83.934 millones ($64.477,5 millones en 2013 más $19.456,5 millones en el primer cuatrimestre de 2014). En ese período de 16 meses, la deuda de Letras y Notas del BCRA se incrementó 88.303 millones de pesos.
En el mismo sentido, si se compara el déficit financiero del Tesoro sin Rentas de la Propiedad, éste acumuló $165.912 millones desde 2013, unos $123.737 millones en 2013 y otros $42.175 millones entre enero y abril de 2014. La deuda del BCRA al 30 de abril sumó 188.158 millones de pesos.
Otra aproximación puede hacerse al confrontar el incremento de la Base Monetaria con las utilidades transferidas por el Banco Central al Tesoro, es decir, al excluirle al ítem Rentas de la Propiedad los fondos aportados por ANSeS o PAMI. En 2013, el patrimonio del Estado obtuvo un refuerzo de $34.881,1 millones por utilidades del BCRA, más otros $12.537,1 millones girados entre enero de abril de 2014, para totalizar 47.418,2 millones de pesos. La Base Monetaria (dinero en circulación y en cuentas corrientes en pesos, más cheques cancelatorios) creció desde los $307.352 millones de enero de 2013 a los $352.162 millones del cierre de abril de 2014, unos 44.810 millones de pesos.
La política monetaria de la entidad que preside Juan Carlos Fábrega tiene que enfocarse en un abanico de objetivos. Uno de ellos es contribuir a contener la inflación a través de la absorción de pesos excedentes de la economía, con licitaciones de Lebac y Nobac. La ayuda financiera al Tesoro nacional atenta contra este fin, pues el creciente déficit demanda cada vez más pesos para cumplir con las obligaciones.
Un estudio realizado por el economista Luis Secco, de la consultora Perspectivas Económicas, indicó que al promediar el año el Banco Central abandonó la contracción monetaria que había logrado imponer entre enero y mayo, sustentada por un incremento de tasas de interés. Mientras que en todo 2013 la Base Monetaria se expandió $69.845 millones (un 30,1%), con las colocaciones de deuda de la entidad este año se había reducido $28.268 millones entre enero y mayo. Así, en relación a mayo de 2013 se había desacelerado a un 17,5% interanual, casi la mitad que la tasa de inflación.
No obstante, durante junio y la primera semana de julio, la Base Monetaria creció $44.464 millones, con lo cual, la contracción monetaria se revirtió a una expansión de $16.196 millones en el año. La emisión tuvo su contrapartida en la compra de dólares: las reservas aumentaron más de u$s900 millones en ese lapso, pero ese respaldo en divisas sólo explica la mitad de ese incremento de pesos en circulación, unos $8.300 millones de emisión genuina. Secco estima que fueron unos $30.492 millones los que el BCRA giró al Tesoro, por cuanto unos $22.000 millones fueron absorbidos con Lebac y Nobac, que aumentaron el pasivo de la autoridad monetaria. Los $8.000 millones restantes fueron sobreemisión.