Por qué Luis Lacalle

Las cifras electorales, sin duda, le ofrecen al Frente Amplio favoritismo para la segunda vuelta electoral. Sin embargo, ello no significa la imposibilidad de dar vuelta un resultado. Elecciones son elecciones y nunca hay que dar todo por perdido, especialmente cuando se tienen causas por las que seguir luchando.

Este es el caso. El Partido Colorado votó mal y —muy especialmente— sufrió ese “balotaje anticipado” de quienes se inclinaban hacia el Partido Nacional pensando que era el mejor modo de vencer al Frente Amplio. Nos aburrimos de aclarar que no era así, pero notoriamente mucha gente así lo hizo. Lo que importa ahora es tener claro que los colorados y batllistas tenemos poderosas razones para votar por el Dr. Luis Lacalle Pou. (El doctor Lacalle Pou, no por el Partido Nacional, porque la contienda de partidos terminó y ahora simplemente hay dos opciones personales, con sus respectivos compromisos programáticos).

Es verdad cuando el Frente Amplio dice que hay dos visiones y basta señalar las principales diferencias:

1) En materia de educación el Dr. Lacalle nos asegura la búsqueda de un cambio por caminos parecidos a los nuestros, mientras que el Dr. Vázquez sigue negando la crisis del sistema, al pie del manejo realizado por las gremiales.

2) La seguridad nos convoca claramente a procurar una alternativa al camino hasta ahora seguido y que en 10 años nos llevó de 6.000 a 20.000 rapiñas.

3) La política exterior, muy importante para el trabajo nacional, ha de abandonar la presunta camaradería ideológica y procurar una defensa inteligente de los intereses nacionales, que empieza con buscar flexibilidad en el encierro del Mercosur, lograr que Argentina termine con sus agresivas medidas y no seguir atados al carro anacrónico del Socialismo del Siglo XXI que ha arruinado a Venezuela.

4) Es fundamental que el poder público sea ejercido por las personas elegidas por la ciudadanía y no por dirigencias gremiales, como las que le impusieron leyes al Parlamento y secuestraron el poder en salud y vivienda, armando corruptas estructuras corporativas.

5) Retornar a un respetado Estado de Derecho y no continuar con la violación constante de la Constitución, a través de leyes que, en todas las materias, han pretendido imponer caprichosos criterios.

Éstas son razones fundamentales de principio. Razones que definen nuestro voto. Sin pensar en acuerdos políticos ni preferencias personales sobre candidaturas, nos inclinamos por las garantías que uno y otro candidato nos ofrecen.

Aunque el balotaje sea difícil, no es imposible. Y vale la pena luchar para afirmar que hay un medio país que piensa distinto a la circunstancial mayoría del domingo.