Cualquier manifestación pública que bloquee, aun parcialmente, la tradicional avenida 9 de Julio deja al descubierto que la planificación urbana de la ciudad, lejos de orientarse a permitir la mejor circulación de millones de peatones y automovilistas, tiende -innecesariamente- a concentrar su dependencia en un solo centro neurálgico (el obelisco) poniendo así en crisis la sustentabilidad vial de la ciudad.
La reciente inauguración del Metrobus en 9 de Julio, que transita sobre la ya existente Línea C, puso en escena una cuestión fundamental: la riesgosa política de abandono sistemático y profundo de los subtes por parte del Gobierno de la Ciudad.