La mejor jugada posible para la Presidenta es adelantar las elecciones de octubre a mayo de 2015 y anunciar un paquete de medidas que se resumen en la palabra que todos sobrevuelan pero nadie dice: ajuste.
Los que saben coinciden en que con un ajuste milimétrico, en todos los frentes y liderado de manera honesta, el país se ordena y vuelve a crecer en poco tiempo.
Pero el kirchnerismo no está dispuesto a hacer eso, porque en la lógica política básica no tiene sentido hacer el trabajo sucio y que el beneficio se lo lleve el próximo.