La flamante designación del gobernador del Chaco, Jorge Milton Capitanich, como jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, abre varios interrogantes. ¿Quién es realmente el hombre que supo ocupar ese mismo cargo durante el momento más difícil de la presidencia de Eduardo Duhalde? ¿Cómo hará Cristina para vender entre sus fieles, que el Coqui es un revolucionario nac & pop siendo un político del ala más conservadora del peronismo? La respuesta está clara: una infinidad de recursos económicos, la versatilidad del “pensamiento nacional” y el antecedente de Amado Boudou. ¿Alcanzará? Por ahora, Jorge Capitanich sueña con ser el heredero natural de CFK.
En las últimas elecciones, Jorge Capitanich pudo entregarle una de las pocas buenas noticias a la presidenta, a quien conoce desde sus tiempos en el Senado de la Nación, donde los dos trabajaban en conjunto en sus respectivas bancas. En octubre, en el Chaco, el Frente para la Victoria, superó el 60% de los votos. A fines de los noventa, ella y él afianzaron una relación muy cercana. Padre de dos hijas, junto con su ex mujer, la ex ministra de Salud de su gobierno, Sandra Mendoza, el Coqui había llegado a la gobernación en el 2007, tras un reñido escrutinio con el radicalismo. Pocos recuerdan su pasado como jefe de Gabinete duhaldista durante la devaluación asimétrica y sus anteriores relaciones con el menemismo en la extraña privatización del banco de Formosa.