Durante las últimas jornadas, el sindicato liderado por Omar Viviani se ha mostrado más que nervioso. Sus jerarcas saben que estamos en vísperas de una revolución en el área del transporte público que ofrecerá al usuario una nueva opción a las ya conocidas. Un auto que llevará a destino a los pasajeros por un costo que seguramente será superior al de los colectivos y los subtes, pero definitivamente inferior al del taxi, cuyo gremio ya amenaza con violencia ante la inminente pérdida de privilegios.
Supe de la existencia de Uber el año pasado en México, cuando le solicité un taxi hacia mi hotel a un colega durante un viaje de trabajo. “Ya viene un auto por ti”, me dijo mientras dejaba su celular, que había tomado por breves instantes. Pensaba que respondía un Whatsapp. No, ya había acordado con un conductor el lugar donde debía buscarme y llevarme. Ya estaba la ruta determinada y el precio estimado confirmado. En el trayecto conocí las características de un servicio que ha puesto en jaque al histórico taxi, cuyo reinado se mantuvo vigente durante el último siglo y hoy puede pasar a la historia a manos de una buena idea y un poco de tecnología. Continuar leyendo