Un veterano operador de “la rosca”, ya retirado, supo decirme alguna vez que “en política, una mentira, suele esconderse entre dos verdades…” Tenía razón.
Hace algunos días, ciertos funcionarios bonaerenses festejaban mediáticamente el “descenso” de los índices delictivos, según las cifras de las estadísticas difundidas por la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia. “Es el fruto de la emergencia policial dispuesta por el Gobernador”, expresaban eufóricos. También destacaban la más absoluta objetividad en los guarismos publicados, ya que los mismos no pertenecían al Poder Ejecutivo, sino a la más alta autoridad del Ministerio Público de la Provincia.
El ejemplo más destacado era la baja en la tasa de homicidios y en los homicidios en ocasión de robo. La emergencia policial, las normas sobre desarme, las modificaciones a las reglas excarcelatorias, etc., eran los principales argumentos para explicar el “fenómeno”. Continuar leyendo