Es poco reconfortante observar cómo referentes de la alta política argentina de las últimas décadas desfilan por Comodoro Py. Por estos días se recuerdan las reiteradas presencias de los ex presidentes Carlos Menem y Fernando de la Rúa. Esta semana se anexará Cristina de Kirchner (al cierre de este análisis la Cámara Federal no había resuelto la recusación de Claudio Bonadio). El actual presidente Mauricio Macri ya tiene una carátula con su nombre y citación de testigos por el affaire Panama Papers.
Parecería que en nuestra querida república sus protagonistas tienen algo que les impide ser un verdadero cambio de transparencia y honestidad.
Cuentan que Henry Ford, cuando un periodista lo consultó sobre la magnitud de su visión empresaria, le respondió: “¿Ve ese foco de luz?”. “Sí”, le respondió la cronista. “Yo lo vi primero”. En política, la información juega ese rol. Le permite a quien la dispone primero actuar con rapidez y explicar antes de que le pregunten. Macri tuvo esa posibilidad. Treinta días antes de que se conociese su participación como director en una empresa offshore de su padre, fue advertido de que se iba a dar a divulgar. Desaprovechó la oportunidad. Distinto hubiese sido que en conferencia de prensa hubiera dicho lo que después fuera de tiempo debió explicar. Esa falta de reacción en tiempo político permitió que se instalara la duda. Continuar leyendo