El último mes del primer semestre del Gobierno del presidente Mauricio Macri comienza con el Día del Trabajador. De diciembre a marzo, la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) registra 120 mil bajas entre empleo privado y público. A esto, que de por sí es preocupante, se le debe anexar lo que indica la tasa de actividad. En Argentina siempre ha oscilado entre un 46% y un 47%, pero hoy está en un 42 o 43 por ciento. Es decir, hay un porcentaje de gente desanimada que no intenta conseguir trabajo. Fuentes serias hablan de un 8% de desocupación. Es imprescindible un Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) serio y datos creíbles.
Abril concluirá este viernes 29 con una movilización de los sectores del trabajo. Las cinco centrales sindicales marcharán, probándose anticipadamente la camiseta de la unidad que llegará el 22 de agosto. La fecha no sólo es simbólica, sino que además contempla un tiempo de espera prudencial para expresarse sobre las políticas del actual Gobierno. Lo de este viernes será sólo una demostración de fuerza de lo que puede ocurrir si el Gobierno actual no da respuesta. Por ahora el documento consensuado el mes pasado para la Unidad para la Justicia Social no ha perdido vigencia. La Confederación General del Trabajo (CFT) insiste en la emergencia ocupacional y le exige al Poder Ejecutivo Nacional un plan antiinflacionario y políticas para reactivar el empleo. El ministro de Trabajo Jorge Triaca le acercó al Presidente un paquete de iniciativas dadas a conocer ayer a la tarde, entre ellos el proyecto sobre el primer empleo. Seguramente este anuncio traerá chisporroteos altisonantes con otros sectores, especialmente el Frente Renovador, que lo incluyó dentro de un paquete integral de protección al trabajo y al trabajador. Continuar leyendo