Vaciar la agenda

Días después de las PASO, el Frente Renovador, que se impuso por 6 puntos sobre el oficialismo en el principal distrito electoral de la Argentina, hizo su intento.

Apostó a armar una agenda hacia octubre con el eje sobre cuatro temas: definir quién es el responsable de la inseguridad y plantear soluciones; reclamar la modificación del piso del impuesto a las ganancias, ofrecer respuestas al problema de conseguir el primer empleo y rechazar la posibilidad de una reforma que habilite a Cristina Kirchner a ser reelecta en 2015.

Pero Sergio Massa, el ganador preferido de los peronistas lastimados y el candidato estrella de los medios, no logró puntear el debate.

Aún golpeado, el gobierno nacional mantiene su principal reflejo: escribir la agenda y definir de qué se discute y con quién.

En los 15 días que pasaron desde el 11 de septiembre en que se realizaron las PASO, CFK bajó la intensidad de varios de los debates planteados.

Seguridad

El secretario de Seguridad Sergio Berni blanqueó lo que a todas luces es evidente: “La inseguridad no está influenciada por los medios, es una cuestión palpable”, reconoció finalmente.

Al otro día el jefe de la Policía Federal, adhirió a esa idea: “la inseguridad existe”.

Parece chiste, pero es todo un cambio para un gobierno que venía negando el asunto durante años.

El oficialismo fue golpeado duramente en los distritos con mayores niveles de inseguridad, los más castigados por la pobreza, en los que paradójicamente siempre el justicialismo fue fuerte. La tercera sección electoral recibió un duro revés en las PASO y el gobierno mandó a los dirigentes más fuertes a responderle a Massa, quien presenta excelentes resultados en su lucha contra la inseguridad en Tigre.

Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora, promocionó su programa de policía comunal hasta el hartazgo; el jefe comunal de La Matanza, Fernando Espinoza, hace campaña mostrando la escuela de Policía que funciona en la universidad nacional de su distrito (UNLM).

El intendente de Morón, Lucas Ghi, es también uno de los principales defensores de las policías municipales y avanzó en su distrito con la instalación de 200 cámaras de seguridad y 200 alarmas en escuelas e instituciones comunitarias que son monitoreadas durante la 24 horas.

Frente a esto cabe una pregunta: si todo lo que dicen que fue hecho, realmente funciona, ¿por qué entonces el Conurbano sigue siendo tan inseguro?

Ganancias

CFK anunció la modificación del mínimo no imponible de ganancias, elevando a 15 mil pesos en piso de los asalariados afectados. El padre del reclamo es el líder de la CGT, Hugo Moyano, pero el propio intendente de Tigre, Sergio Massa, había intentado adoptar como propio el proyecto al presentarlo en Diputados a través de Felipe Solá.

Re reelección

El debate por la re reelección es ya cosa del pasado, no quedó ninguna Diana Conti que se anime a agitar el proyecto de Cristina eterna.

Empleo Joven

El massismo trabajó también en un proyecto de creación de empleo joven. Es en ese sector del electorado donde el kirchnerismo sigue llevando la delantera y frente a eso, Berni y los sciolistas acusaron a Massa de hacer copypaste del un programa del Ministerio de Trabajo bonaerense y otro de Nación.

En Provincia está el PREBA que subsidia la mitad del salario mínimo, vital y móvil de los nuevos puestos de trabajo priorizando el primer empleo. El gobierno nacional ofrece el Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo destinado a hombres y mujeres que busquen trabajo y no hayan completado sus estudios primarios y secundarios.

15 días tardó el kirchnerismo en vaciar la agenda de campaña. Eso no cambia la realidad pero debilita el envión que tuvo Massa con su buena elección en la provincia.

Tendrá que barajar y dar de nuevo de manera veloz: queda poco más de un mes para las legislativas de octubre.

El lunes se estrena campaña

Los equipos de los principales candidatos ya estudiaron cómo encarar el trayecto hacia octubre. Es clave el resultado de mañana aunque cada uno ya garabateó por donde irán sus lineamientos principales.

En la Rosada esperan ansiosos lo que suceda en la Provincia de Buenos Aires, ¿desde donde saldrá el sucesor que apruebe Cristina Fernández?

No es lo mismo perder o ganar, aunque sea por un sólo punto, me dijeron en Jefatura de Gabinete. Y, según las últimas encuestas que manejan (Poliarquía e Ipsos-Mora y Araujo) mañana habría un empate técnico: un punto de diferencia en favor o en contra de Sergio Massa. En base a esa diferencia la campaña se inclinará a reforzar lo conseguido o a enumerar lo que falta resolver.

En el massismo manejan guarismos de Hugo Haime y Julio Aurelio que arrojan una ventaja de entre 4 y 5 puntos.

El Frente Progresista Cívico y Social, de Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín, y el partido Unión Celeste y Blanco de Francisco De Narváez se disputan el tercer lugar (con un 13 a un 15 por ciento). La gran diferencia que hay entre ellos es la cantidad de diputados con los que ya cuenta cada espacio en la Cámara de Diputados.

Los de la alianza progresista suman 66 diputados entre los 21 del FAP y 44 de la UCR. Los de De Narváez rondan los 7 y en un buen escenario podrían llegar a 13 bancas y si sucede lo que pronostican las encuestas, el massismo podría lograr 12 diputados.

“Somos la única fuerza que puede frenar realmente una reforma constitucional, lo demás es puro marketing”, sentenció Alberto Fhorig, del equipo de campaña del GEN. O sea que allí van a machacar en esa idea.

¿Cómo será el replanteo de la estrategia de campaña en los demás espacios?

Fuentes del sciolismo confiaron que, por un lado, se cumplirá la estrategia de campaña que se decida en la Rosada y por otro se despelgará un plan territorial, con especial dedicación al caso de Tigre.

El distrito que ha sido modelo de eficiencia y que logró disparar al popular Sergio Massa hacia la aspiración presidencial será bunker de sciolistas y camporistas para mostrar la otra realidad. El Tigre sin palmeras ni prosperidad.

La semana que pasó, Malena, la esposa de Sergio Massa, ocupó el centro de la escena con su encendida reacción contra el gobernador Scioli por el episodio del sospechoso robo a su casa, pero días antes se había trenzado desde su cuenta de Twitter en una fuerte discusión con Carlos Gianella, el funcionario más cercano al jefe de Gabinete de ministros provincial, Alberto Pérez.

“Das pena, ñoqui, das mucha pena.. Pensaste en laburar? La Provincia se cae a pedazos… Preocupate por la gente..”, disparó Malena.

Gianella le contestó con una catarata de preguntas sobre el robo que sacudió la campaña en la última semana.

¿Por qué se pelearía la mujer del candidato con más intención de votos con alguien que no conoce nadie?

Porque no es cualquier desonocido. Gianella está prácticamente instalado en Villa Cañote, en Tigre. Desde allí denuncia vía Twitter que es el sector más pobre del distrito y que fue “tapado” por un paredón de dos metros de alto para ocultarlo de la parte más paqueta del distrito, esa que parece Miami.

Pero no sólo se trata de denuncias. En ese lugar, la Provincia inició obras de mejoramiento de los servicios con fondos de Nación: en pocos días arrancan el plan de tendido de cañerías, mejoramiento del alumbrado público y puesta en valor del barrio que crece con rapidez. Y desde hace una semana están allí cuatro hospitales móviles del Ministerio de Salud de la provincia para dar asistencia a los habitantes del barrio.

La idea entonces es “armar” una nueva imagen de Tigre, para contrarrestar el supuesto instalado en la opinión pública de que Massa es exitoso en su distrito”.

“A Insaurralde cuando más lo conocen más lo votan. A Massa cuando más lo conocen menos lo votan”, twitteó el funcionario.

Por otro lado, Francisco de Narváez tirará los afiches del “Ella o vos” a la basura y arrancará una nueva campaña. Propositiva, la llaman en su equipo.

Los proyectos de inseguridad, creación del empleo joven y cuestiones de género serán la estrella de este tramo de campaña.

Massa tambien instruyó a su economista jefe, Ricardo Delgado, que arme un plan para solucionar el problema del acceso al primer empleo. Delgado y su equipo ya presentaron vía Felipe Solá el proyecto de reducción del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias y el de gravamen a la renta financiera. El tema de la juventud importa tanto a los candidatos porque es en esa franja adonde el kirchnerismo más ventaja logra.

Propositiva y con la intensidad que permitan los resultados del domingo, el lunes arranca otra campaña. 

La mochila con piedras que lleva Scioli

Primero la información me llegó por dos fuentes: una del sciolismo y otra del denarvaízmo. El gobernador de Buenos Aires habría apoyado fuertemente el primer tramo de la campaña de Francisco De Narváez, el principal opositor del oficialismo nacional en la Provincia de Buenos Aires.

Note el lector que en ese primer tramo del año el diputado Francisco de Narváez acusaba a Nación por la falta de envío de fondos a provincia y Pepe Scioli decía que los kirchneristas buscaban sacar del poder a su hermano gobernador. La semana pasada, el dato me lo contó un massista: a través de José Maria Olazagasti, mano derecha de Julio De Vido, Nación también se sumó a la cruzada “todos por el colorado” y estaría respaldando la campaña de De Narváez, cuya gráfica polariza con la presidenta Cristina Kirchner pero en su discurso intenta acorralar a Sergio Massa (la gráfica se hizo antes de que el intendente se anote de candidato y antes del acuerdo con Nación) y casi no meterse con Scioli.

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¡Es la Presidencia, estúpido!

La discusión política que se plantea antes de las PASO, con la meta de las legislativas de octubre, revela que la discusión real es por el 2015. Tanto la jugada del gobernador Daniel Scioli como la de Sergio Massa son un tramo del trayecto hacia las presidenciales.

Con su decisión, Scioli se garantizó la gobernabilidad, al menos hasta el 2014, el liderazgo partidario dentro del PJ (aún hoy lo preside) y ahora buscar forzar a Massa a definirse en la lógica kirchnerista. En su declaración de hoy, el gobernador lanzó el primer dardo: o se está con el modelo o no se está, dijo.

Los dos saben que desgastar a la presidenta no es lo que la opinión pública espera del sucesor. Un electorado estresado con la intensidad de tantas peleas estériles necesita un debate que genere expectativas de un próximo gobierno más conciliador que éste.

¿Qué pone en juego cada uno?

Scioli es gobernador, tiene que mantenerse en sus funciones hasta el 2015 y a futuro sólo puede dar un paso hacia la presidencia. Massa es intendente y puede elegir. Si el escenario político post 2013 le es adverso, puede intentar postularse a gobernador o refugiarse nuevamente en el Municipio de Tigre. El tiempo está de su lado, sólo tiene 41.

Y está convencido que no necesita polarizar con Cristina, sólo marcar el límite de la re reelección y generar propuestas.

Para eso mandó a sus candidatos y a los miembros de su equipo económico a plantear posiciones: son cautos a la hora de hacer diagnósticos sobre la economía pero advierten que es necesario prestarle atención al freno en la creación de empleo, a la inflación y la caída constante de las reservas del Banco Central y alertan sobre la desacertadas políticas de cepo cambiario.

El intendente de Almirante Brown y segundo en la lista que lidera Massa, Darío Giustozzi, planteó que se reponga el Fondo del Conurbano que había logrado el entonces gobernador Eduardo Duhalde en época del menemato.

Ese fondo, que por entonces rondaba los 500 millones de dólares, sería la clave para hacer de Buenos Aires una provincia manejable evitando la dependencia financiera que hoy tiene con Nación y que tantos retos le generó a Scioli.

Giustozzi se ocupará de plantear en el Congreso los temas que incumben a la provincia dado que su aspiración al 2015 es efectivamente lograr candidatearse por el principal distrito electoral del país.

Las críticas de los massistas seguirán moderadas hasta las PASO y se convertirán en opositoras llegando a las elecciones de octubre una vez que tenga el primer examen de las preferencias del electorado. Cuando las urnas revelen a quién verdaderamente le cree la gente, se diseñará el siguiente tramo de la campaña, que podría virar a una oposición más directa y dura de parte del Frente Renovador.

No son las bancas en Diputados las que se están jugando en esta elección, dado que es muy difícil que el kirchnerismo pierda su base, pero sí es fundamental pararse bien para la pelea de 2015.

Por su lado, el jefe de Gabinete de Ministros bonaerense, Alberto Pérez, reunió  el viernes pasado en La Plata a más de 600 dirigentes a quienes les pidió que defiendan la gestión porque sabe que ése es planteo más sólido para poder hablar de la presidencia a partir del 30 de octubre.

¿Creen en el sciolismo que Massa puede complicar los planes presidenciales del gobernador?

“Massa decía que se comía a los chicos crudos y cuando se conocieron las primeras encuestas arrancó con una diferencia del 10% en relación a Martin Insaurralde; eso es muy bajo en relación a lo que especulaban los medios”, concluyó un secretario cercano al gobernador bonaerense ante la consulta.

Según la misma fuente, Scioli saldrá fortalecido de su decisión y cuenta con el apoyo de un grupo importante de intendentes de la Provincia que le prometieron  fidelidad.

Por ahora, las miradas están centradas en ellos. En un año sabremos si los dos fueron adelantados o sólo quedaron en el camino de la frenética coyuntura política argentina.

La hora de las definiciones

Las definiciones políticas y las reacciones a la coyuntura no han sido el fuerte de los dos políticos con mayor imagen positiva de los últimos años, por fuera de la presidenta Cristina Fernández.

Tanto el gobernador Daniel Scioli como el intendente de Tigre, Sergio Massa, se mantuvieron al tope de las encuestas, en parte, sorteando una y otra vez los temas de coyuntura que podrían haberlos enfrentado al gobierno. Pero a partir de ayer, el único de los dos que podrá seguir inmutable ese camino es el gobernador Scioli.

Massa jugó y se pasó al lado de las definiciones. Ahora es tironeado por el oficialismo y la oposición, ya no para ser aliado, sino para que se ponga el traje de opositor o de kirchnerista.

“Ahora veremos qué le parece mal del modelo a Sergio Massa”, disparó el intendente de Lomas de Zamora y cabeza de lista de candidatos a diputados Martín Insaurralde.

“Massa será un aliado del kirchnerismo”, razonó Francisco De Narváez.

¿Podrá mantener el equilibrio que se propuso sin que eso desgaste su imagen? ¿Es la lista de candidatos que encabeza un grupo homogéneo que encontrará posturas de acuerdo interno frente a la coyuntura o es un frente que se disolverá apenas ponga un pie en el Congreso?

Por ejemplo, ¿cómo votaría Rodolfo Daer (CGT oficialista) una ley para pedir que suba el mínimo no imponible de ganancias?

¿Qué posición adoptaría Ignacio de Mendiguren (ex titular de la UIA) sobre el blanqueo de capitales?

¿Si el gobierno insiste con una reforma de la justicia como sugirió la presidenta Cristina Kirchner en el acto por el Día de la Bandera (va a suceder más temprano que tarde), qué postura tomará Massa y sus diputados?

El intendente ya aclaró que está en contra de la re releección pero con eso sólo no basta para delinear su posición política. El camino recién arranca y el tironeo es fuerte.

Scioli apuesta a los recursos de siempre, con los que no le ha ido nada mal (es el gobernante que mejor ha sostenido en últimos diez su imagen positiva alta, según Fabián Perechodnik de Poliarquía). La no confrontación, la esperanza, el optimismo, la constancia y la responsabilidad, parecen su cliché, pero son su conducta.

“Si tomaba otras decisiones, el costo lo pagaba la gente. Mi decisión es coherente con lo que hago hace diez años. Fíjense si alguno ha estado en el mismo lugar durante diez años”, afirmó esta mañana.

Ahora bien, el otro que abre interrogantes es Francisco de Narváez, que nadaba tan cómodo en la campaña del Ella o Vos, usando la polarización que tanto le critica a la presidenta pero que, en definitiva, lo beneficiaba directamente a la hora de plantearse como la opción de ponerle un límite al oficialismo. ¿Podrá sostener ese rol?

Porque se le bifurcó el enemigo, y si no son dos es difícil polarizar: si quiere ser el referente de la oposición en la provincia deberá lograr asociar la figura de Massa a la de Cristina y lograr que el dirigente que mejor se mueve en la política gestual se meta en el barro, debata y tome posiciones. ¿Lo conseguirá?

Y si logra eso deberá convencer al electorado que él -que se sabe que tiene un pacto no declarado con Daniel Scioli- será el límite a Cristina, para quien el gobernador hará campaña.

Ya extraña De Narváez aquel 2009 en el que Néstor Kirchner lo había elegido como enemigo. ¿Se acuerdan? 678 emitía día a día un informe sobre él: ya sea cuando se lo pretendía asociar a la causa de la efedrina (asunto que fue desetimado por la Justicia) como con sus declaraciones a Jorge Fontevecchia sobre su “reestructuración patrimonial” (una manera elegante de explicar cómo lograba pagar menos impuestos en relación a su fortuna).

En esa elección logró popularidad con el amplio espectro que le sumó en su momento el Gran Cuñado de Marcelo Tinelli (que en estas elecciones tampoco juega) y fue el enemigo del oficialismo.

Así llegó a ganar el distrito más codiciado del país, hace tan sólo cuatro años.

En esta elección, fue el primero en entender la ventaja de la criticada polarización. Primereó con la campaña Ella o Vos tanto que lo frenó la Justicia cuando dictaminó que estaba violando los términos de la campaña previstos por la ley, que se inician el 22 de julio para las PASO y el 2 de octubre para las legislativas.

Ahora hay que barajar y dar de nuevo. En esta primer mitad de semana, De Narváez tiene previsto reunirse con sus asesores de campaña para replantear el escenario. Porque de cara a las PASO y ante la ausencia de una figura fuerte en la oposición, los que quieran poner un límite a Cristina apoyarán sólo al que se acerque al caudal de votos del Frente para la Victoria.

Y en ese reordenamiento que se está dando dentro del movedizo peronismo de la provincia está la clave.