Mientras la sociedad se apresta a recordar un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976, los hechos ocurridos antes y después siguen enfrentándonos. La guerra librada en el país para contrarrestar el ataque subversivo nunca fue debidamente esclarecida. Desde el retorno al sistema democrático de gobierno, mucho se ha intentado por echar luz sobre esos años, por buscar justicia y por contar lo sucedido. Sin embargo, que cuarenta años después el tema nos mantenga divididos indica que la revisión no se hizo del todo bien.
Tras el reciente cambio de gobierno, hubo alguna esperanza en que se caminara hacia una auténtica reconciliación, que no significa entregar banderas, ni siquiera dejar de sufrir. Pero para seguir adelante es imprescindible asumir nuestra historia completa y es lo que no se hizo durante las últimas décadas.
Cuando las Fuerzas Armadas fueron convocadas por el Gobierno constitucional para “aniquilar el accionar subversivo”, el país estaba sumido en el terror, iniciado por el accionar de grupos armados paramilitares extremadamente violentos, entrenados en Cuba para matar. El tiempo transcurrido sirve para mirar con perspectiva los acontecimientos. Hoy se hace evidente que nunca se alcanzó un tratamiento pleno de los hechos. Continuar leyendo