Entre los importantes debates de ideas que hoy configuran la visión de nuestro país para los años venideros, hay uno que resulta particularmente imprescindible de cara a los grandes desafíos del siglo XXI. Me refiero a la necesaria discusión con respecto a la Defensa Nacional y al rol de las Fuerzas Armadas.
Es por ello que quisiera hacer una breve reflexión acerca de la Defensa Nacional como pilar fundamental del Estado, como componente esencial de la política exterior y también como motor de desarrollo industrial. Una visión de avanzada que supimos tener los argentinos desde los albores del siglo XX y que, lamentablemente y por diversas razones, fuimos perdiendo.
Durante la década del 20, destacados hombres de las ya profesionalizadas Fuerzas Armadas asumieron como horizonte para nuestro país el de su industrialización. Fueron personalidades notables que supieron liderar procesos fundacionales, llevando “la doctrina a las cosas”, el pensamiento a la acción.