Una embajada para Berni

La toma de terrenos, en la República Argentina, es un delito llamado usurpación y, como tal, las fuerzas policiales deben actuar de inmediato cuando se encuentren observando la comisión de esta conducta. Se denomina delito en flagrancia y el código de procedimiento penal de la CABA los obliga a detener a los delincuentes y ponerlos a disposición de la autoridad judicial sin necesidad de recibir o esperar que algún juez o fiscal se los ordene. Por lo tanto la ley manda a la autoridad de prevención para que actúe en forma inmediata, con el agregado de la utilización de la fuerza pública de ser eso necesario.

Si así hubiesen procedido la Gendarmería y el señor Berni la noche que acontecieron los hechos, el terreno en cuestión ya estaría desocupado y en manos del gobierno local. Dicho de otra manera, el fiscal de la causa no es lo determinante en estos casos, sino que es el accionar policial lo que resulta imprescindible para restablecer el orden y detener a los responsables de los delitos que se cometen. Esto demuestra que el funcionario judicial no llegó tarde a ningún lugar como lo intentan hacer creer.

Es este el ABC del procedimiento en materia penal conforme la Constitución que nos rige y el sistema republicano de gobierno, pero resulta evidente que el señor secretario de Seguridad lo desconoce, o no lo recuerda cuando le toca ponerlo en práctica.

¿Será esta persona que estudió medicina, se recibió de médico pero no ejerce, siguió la carrera militar y tampoco desarrolla esa función, luego fue votado como senador por el pueblo de la Provincia de Buenos Aires para legislar y pide licencia parar ocupar un lugar en el gobierno nacional vinculado con la seguridad, la más capacitada para estar al frente de una repartición tan sensible para la ciudadanía?

¿No será hora de pensar en alguien que se haya formado en esta temática desde el principio de sus estudios, trabaje para lo que se le paga, se dedique a eso, no le grite ni insulte a los funcionarios judiciales, y por sobré todo posea sentido común? ¿No será hora de encontrarle una embajada a Berni?