La historia que une a nuestros países ha transitado por distintas etapas, desde conflictos y enfrentamientos en el pasado, hasta alcanzar una etapa superior de cooperación e integración y una voz común para enfrentar los desafíos de la globalización mundial, convirtiendo al Mercosur en una política de Estado y en eje del desarrollo argentino.
El Mercosur debe ser el espacio económico y político natural que potencie y haga valer los intereses comunes, no sólo de sus socios comerciales sino de todos los países latinoamericanos. El marco es un mundo en el que las economías desarrolladas aún se debaten en sus dilemas, en sus crisis y en sus recetas previsiblemente ortodoxas, mientras insisten en promover a nivel global políticas que atentan contra el desarrollo y bienestar de nuestros países.