escribe Bernardo Maldonado-Kohen
Temas Económicos, especial
1.- El pragmatismo encantado
En la AFIP -Administración Federal de Fondos Públicos- perduran diversas capas geológicas. Sintonías transversales que se entrecruzan. Mal llamadas trenzas.
Se califican, entre sí, recíprocamente, de manera confidencial, según nuestras fuentes, de ladrones.
Mantienen un encanto pragmático, casi poético, para explorar.
Persisten las costillas muy contadas. A veces tergiversadas. Son funcionarios que cuentan con salarios comparativamente superiores.
“De aquí nadie se va”, confirma la Garganta.
Todos quieren permanecer en cualquiera de las tres estructuras que la componen.
La DGI, Dirección General Impositiva, hoy a cargo de Ángel Rubén Toninelli (es facturado como un puntal de Carlos Zannini, El Cenador).
La Dirección General de Recursos de Seguridad Social, a cargo de la señora Silvana Quinteros (puntal del “hombre fuerte” de AFIP, Ricardo Echegaray. Aunque Quinteros arranca gracias a su amistad con la señora esposa de Echegaray).
Y la Dirección General de Aduanas, a cargo de Carlos Alberto Sánchez (puntal de Milton Capitanich, El Premier).
Paulatinamente el portal se va a ocupar de las tres ramas. Tal vez durante el Mundial, etapa propicia para explorar el encanto poético del pragmatismo.
Hoy son alrededor de 22 mil funcionarios los que comanda Echegaray. Un exponente de la UPAU, expresión universitaria de la UCD, la máxima opción de la derecha liberal que fue absorbida, orgiásticamente, por el menemismo.
Es casi admirable la peripecia ideológica de Echegaray, muy bien tratada en “Fuera de control”, de Matías Longoni. Planeta. Desde la defensa del golpismo reaccionario hacia el progresismo conceptual de hoy.
Echegaray sigue al frente de la AFIP aunque La Doctora, según nuestras fuentes, diste de tenerlo entre los funcionarios preferidos.
Sostener hoy que Echegaray es “hombre del Rudy” constituye una extravagancia intelectual. Anacrónica antigualla. Porque desde la muerte (irresponsable) de Kirchner, El Furia, el Rudy Ulloa Igor no está en condiciones de bancarse políticamente ni a sí mismo.
Si Echegaray se convirtió en el hombre fuerte de la AFIP fue por sus caudalosos conocimientos bien aprovechados. Le resulta indiferente que lo quieran o no. La legitimidad se la brinda el conocimiento medular de las catástrofes extraordinarias. Detalles sombríos que signan “la etapa lazarista del cristinismo”.
2.- El poder de los subdirectores
El pobre Rudy Ulloa la ve a La Doctora sólo por televisión (y a veces hace inmediato zapping al verla). Pero Echegaray -aquel que Rudy impulsó- es el primer Intocable.
La aclaración vale para el limitado Axel Kicillof, El Gótico. En el combo Kicillof lo recibió a Echegaray en la AFIP, como a Juan Carlos Fábrega en el Banco Central. Dos obstáculos para aplicar las líneas demenciales de su heterodoxia inspirada en el MMT. La Teoría Monetaria Moderna. Ya explicada por el autor en “Kicillof y los papagayos de la ortodoxia”.
Por debajo del Intocable Echegaray hoy suelen extenderse las derivaciones tensas de la gran interna que se libra entre dos hombres que debieran ser de su entera confianza. Toninelli, de la DGI, el amigo de De Vido, El Ex Superministro, que respalda Zannini. Contra el misterioso Guillermo Michel. Un exponente del poder casi inexplicable que alcanzan, en los tres organismos, ciertos subdirectores.
Michel es apenas el Subdirector de Coordinación Técnico Institucional. Pero es quien mantiene un diálogo directo con La Doctora.
Para las otras trenzas, acaso más distantes, Michel aparte de Intocable, es temible. Trasciende que se encarga de los dossiers programados. Los que aluden a los opositores, a los detractores o meros críticos del gobierno. Es joven y llega catapultado por el influyente estudio Balotta Kondratiuk. Es entrerriano y sostenido inicialmente por Sergio Urribarri, El Padre del Marcador de Punta.
Pero Michel creció en materia de conocimientos espirituales y se encuentra casi a la par de Echegaray.
Juntos, aparte, Michel y Echegaray resuelven los atributos selectivos del artículo 32 de la Ley 11683. Y diversas cuestiones para almas sensibles, tratadas con la reposada señora Mariana de Alva. Es otra subdirectora poderosa, como Michel, dedicada a las Operaciones Impositivas de los Grandes Contribuyentes.
Otro subdirector atendible es Daniel Santanna. Intocable que se encarga de las Operaciones Aduaneras Metropolitanas.
3.- Comando Sur
Alejado geográficamente de la órbita central, en un permanente rancho aparte, funciona el Comando Sur. Con su Intocable más inquietante, de horrible relación con Echegaray.
Se trata de Andrés Vázquez, que está sindicado por el enigma que espanta y atrae. Por sus vínculos supuestos con la Secretaría de Inteligencia. La SI, que comparada con la AFIP, es apenas un ateneo religioso.
A Vázquez lo asocian sobre todo con El Ingeniero. Es el Jaimito que atormenta a La Doctora, y se convierte en el protagonista principal de los sueños del General Milani, El Irresistible Seductor de Sexagenarias. Milani culpa a Jaimito de sus desventuras. Más que a Verbitsky.
La cuestión que El Intocable Vázquez se encuentra sumariado por El Primer Intocable. Echegaray.
“Pero es para la gilada”, confirma otra Garganta. Una dama. Puntillosa contadora de costillas.
Lo sumariaron a Vázquez por haber enviado 200 inspectores a allanar la sede central del Grupo Clarín. En septiembre de 2009, en vida de Kirchner.
Consta que, en la plenitud de la “guerra de los convalecientes”, El Furia jamás se hubiera atrevido a tanto. Pero lo giraron.
Aquí se cruzan las operaciones. Trasciende que el responsable de la iniciativa del allanamiento fue, según nuestras fuentes, Echegaray. Intocable que había reaccionado mal, de manera hormonal, cuando lo tocaron. Fue un horrible tratamiento del diario, relativo a las atrocidades de la extinguida ONCCA. Oficina de Control Comercial Agropecuario.
Entonces Vázquez allanó Clarín, por la mañana, con su montonera de contadores, y por la tarde Echegaray ya había arrugado.
Por indicación de El Furia, El Primer Intocable hasta se disculpó con una cartita doliente. Y lo sumarió a Vázquez por la falta de haberlo obedecido.
Después de todo, y para culminar la primera entrega, aquí se asiste a una tregua de Intocables. Porque al titular del Comando Sur tampoco se lo puede echar.
El Intocable Vázquez fue el encargado de blanquear las utopías estructurales de Gotti. Es la empresa patagónica que, para iniciar el despliegue de la fortuna, se la había quedado Lázaro, El Resucitado. Para compartirla con El Furia. Y Lázaro, después de la partida de El Furia, pasaba a ser parte sustancial, en adelante, simbólicamente, de la Unidad Presidente.
En el combo, La Doctora lo heredó a Lázaro Báez. Por lo tanto el cristinismo entero debe cuidarlo a El Resucitado. Como si fuera de cristal.