Tres centristas felices

DANIEL, MAURICIO Y SERGIO (Instancia PASO): Llega la hora de hacer política en el bipartidismo fragmentado.

escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial

Conmueven. Los tres quedan conformes, contentos, felices. Eufóricos se abrazan, se besan, impera la auto-justificación entre los cánticos. En Costa Salguero, en el Luna Park, o en el Tigre.
En efecto, la pedantería electoral de las PASO transcurre, para la persistente miniserie, sin novedades significativas.
Primero Daniel, Líder de la Línea Aire y Sol, que no llega al 40. Araña los 38. Segundo Mauricio, El Ángel Exterminador, que pasa los 30 y se acerca al objetivo del ballotage. Tercero Sergio, El Renovador de la Permanencia, que supera los 20, y emerge, en la distancia, como la fuerza sustancial.
La potencialidad de Sergio puede inclinar la balanza a favor o en contra de Daniel o Mauricio.
Los polarizadores -Daniel y Mauricio- dependen, en cierto modo, del polarizado.
De los sufragios que deben pescar en el muelle de Sergio. Es el polarizado que más resistió la compulsiva polarización.

Absorciones y abducciones

Al costado del camino queda Ernesto Sanz, Eterna Esperanza Blanca, el radical absorbido. Y la coalicionista absorbida, la señora Elisa Carrió. La Demoledora.
Ambos -Ernesto y Elisa- para constar en actas le plantaron inútil competencia a Mauricio. Es quien los absorbe.
Aunque en realidad, con suerte relativa, ambos confrontaban con la señora Margarita Stolbizer, La Vecina Amable, la única que resistió la abducción.

“Para las PASO votamos a Sanz”, confiesa el militante de la Franja Morada, expresión universitaria del radicalismo. “Pero para las presidenciales vamos todos con Margarita”, agrega. Por Stolbizer. Como si hubiera prendido la fórmula Lousteau, El Personaje de Wilde.
Para Mauricio resulta fundamental contener, en adelante, esos 4 o 5 puntos esquivos de los radicales que les duele, y no terminan de dejarse absorber.

Para consolidarse en su función de árbitro, Sergio debe enfrentar una problemática similar. Le ganó la elección de potrero a José Manuel De la Sota, El Cuarto Hombre, que sorprende al mantener sus 8 puntos y consolidar su vigencia en Córdoba. Sin embargo le queda ahora a Sergio el desafío de retener los votos de De la Sota. Para que Daniel no se los absorba.
Conste que son sufragios de los peronistas críticos del kirchnerismo, que perfectamente pueden desembocar en Scioli.
Ya que el kirchnerismo, en adelante, es un complemento que no controla siquiera Santa Cruz.

Bipartidismo fragmentado

En la Argentina, en el fondo, aun existe el bipartidismo, aunque fragmentado. Como si se votara peronista o radical.
Aunque el radicalismo institucional haya sido abducido por el ascendente partido vecinal PRO. Para conformar, con concesiva diplomacia, el colectivo Cambiemos.
Otra propuesta que se suma a los frondosos escenarios de centro. Ya que resiste una izquierda esclarecida y minoritaria, pero aquí, en la práctica, no existe la derecha. Es un territorio libre de derecha. Nadie habla de la antigualla de la economía abierta, de las fenecidas privatizaciones, o de la ficción del libre mercado. Temas efectivamente maldecidos que se unifican con el concepto más nocivo, el neo-liberalismo. Pese a los fracasados intentos de La Doctora por transformarlo, a Mauricio, en el representante de la derecha que tanto necesita. Para fundamentar que ella está situada a la izquierda de algo, vaya a saberse de qué.

En este bipartidismo fragmentado Mauricio produjo un cambio inadvertido pero astuto. Abandonó la ilusión de ser el candidato cautivador de los peronistas, para inclinarse por las bondades del bando radical. Donde, por la suma de desertificaciones, es mucho más útil. Acertó.
Mauricio les sacó los votantes que los radicales creían mantener conservados en la heladera. Entonces, para acercarse al tradicional electorado perdido, para reconquistarlo, los dirigentes radicales no tuvieron otra alternativa que rendirse. Y proseguir la conducción estratégica de la señora Carrió. Al demoler el colectivo de Los 5 Latinos de UNEN, con los mormones del socialismo incluidos, para construir el Colectivo Cambiemos. Es decir, abandonar el progresismo presentable de centro izquierda, para instalarse, con comodidad, en el centro, así los radicales en Cambiemos sean complementarios.

El bipartidismo fragmentado se pone también interesante para la persistencia cultural del peronismo.
Junto a una conjunción de sellos buscapinas, el PJ Vegetal es la fuerza principal del Frente para la Victoria, que hoy roza los 38 puntos.
Pero los fragmentos peronistas se encuentran diseminados entre los 20 puntos de la improvisación UNA. Es la estructura artificial de Sergio y De la Sota.
Pero también se encuentra en el alucinante partidito de Adolfo Rodríguez Saa, El Alma de la Puntanidad.
Son los peronistas críticos distanciados del kirchnerismo. En aquel tramo donde se podía ser, a la vez, peronista y -en simultáneo- antikirchnerista.
Complejidad que cuesta explicar, en el país donde el que explica pierde. Pero que conserva los 22 o 24 puntos que Daniel, si no quiere arriesgarse a sucumbir en el ballotage, debe esforzarse en recuperar.
Aquí debe resaltarse que el antikirchnerismo salvaje se transformó, en su tontería, directamente en antiperonismo. Carece de sutilezas. Y en apariencia los pone, a los peronistas críticos del kirchnerismo, en una situación incómoda. Porque distan de coincidir con el antiperonismo más ciego de quienes los identifican, sin miramientos, con los kirchneristas. Sin matices diferenciadores. Porque, lo que agota, es el peronismo (leer Fernando Iglesias o Silvia Mercado).
El fenómeno no deja de ser curioso. Ni llamativo. Es el creciente antiperonismo de los radicalizados lo que más puede acercar, a Daniel, a los peronistas críticos del kirchnerismo.

Efecto Aníbal

Al cierre del despacho aún no se conocen resultados definitivos en La Provincia Inviable. Buenos Aires. Los números disponibles permiten registrar una formidable elección de la señora María Eugenia Vidal, La Chica del Flores de Girondo. Baluarte oxigenante de Cambiemos. Y muestra también la recuperación de Sergio, a través de Felipe Solá, La Cigarra.
Pero marcan también una ajustada victoria de Aníbal, El Neo Corach, sobre Domínguez, El Lindo Julián.
La circunstancia, de confirmarse, incentiva el debate sobre la influencia excesiva que se le atribuye a los medios de comunicación.
La violenta denuncia contra Aníbal sirvió para consolidar, en definitiva, el voto más duro a su favor. Y para cumplir con la voluntad explícita de Cambiemos. Indica que lo prefieren de adversario a Aníbal, y no a Julián.
Pero Aníbal, hasta aquí, se impone no sólo sobre Julián. En especial se impone sobre el periodismo que lo demonizó, hasta convertirlo en otro “cajón de Herminio”. Incluido el Portal, que le recomendó dar un paso al costado.
Aníbal es en adelante un problema, tal vez el mayor, para Daniel. Ya que el Anibalicidio” es el tema vigente, el más explotable, hasta el 25 de octubre.

Adelantamiento en el neuropsiquiátrico

Ahorrar un año de decadencia, deterioro, retroceso y desvarío.

escribe Carolina Mantegari

“Opera para la embajada”.
Lo agravian, por internet, los contratados vocacionales de Parrilli, El Incomparable Godfrey.
Pero es probable que “Asís opere para Scioli”.
Porque, si sugiere la conveniencia de adelantar las elecciones presidenciales, es para beneficiar al líder de la Línea Aire y Sol, que sólo puede ganar en primera ronda.
“En segunda Scioli pierde, es boleta con cualquiera”.
Entonces Scioli necesita voltear las PASO. Y que los desastres instalados que arrastra La Doctora lo perturben menos. Amenazan con ser crecientemente implacables.
Como en el fondo Asís “es un peronista”, para los antiperonistas sólo quiere que el peronismo, con el adelantamiento, tenga mejor suerte.

En realidad, si se analiza la problemática con rigor, es a Massa, el Titular de la Franja de Massa, a quien le conviene la utopía del adelantamiento.
Porque Massa puede aprovechar el crédito que le queda del resonante triunfo de 2013. Éxito que tiene el riesgo de evaporarse. Por sus dificultades lógicas para el armado. Por los previsibles inconvenientes financieros.
A Massa le clavaron con eficacia la invención del estancamiento.
Ocurre que en el Neuropsiquiátrico la política se hace desde la gestión. Y hasta se financian con derivaciones de la gestión misma. Subproductos cínicamente admitidos del manejo presupuestario.
Pero Massa no tiene el manejo de una provincia, como Scioli (así se trate de la provincia inviable). Ni siquiera cuenta con la obediencia de los caudillos dóciles del peronismo que se dejan humillar, contranaturalmente, por Zannini, El Cenador, que les escribe el machete de lo que deben decir. Con indicaciones de La Doctora.
Tampoco Massa tiene detrás la fuerza del manejo de la jefatura del Artificio Autónomo. Tiene apenas una miserable diputación, y una nutrida “Armada Brancaleone” que lo sigue (puntualizarlo significa sospechar que Asís “opera para Massa”).

Sin embargo, si se toma el adelantamiento con un enfoque chiquito y coyuntural, el más favorecido es Mauricio Macri, El Niño Cincuentón.
Sin despeinarse, mientras les hace caso a Jaime, El Equeco, y a Marquitos, El Pibe de Oro, Macri gana en el análisis político la carrera enjabonada del sucesor. Aunque no le alcanza para ganar en el territorio.
Aún Macri no tiene completamente cerrado el acuerdo con los radicales de la estantería. Pero el adelantamiento podría precipitarlo. El Niño Cincuentón es el beneficiario directo del desgaste explicablemente cotidiano de La Doctora. Por lo tanto “es altamente probable que Asís haya cerrado con el macricaputismo”.

En cambio, por cuestiones afectivas, tal vez Asís opera la tesis del adelantamiento para favorecerlo a José De la Sota, El Cuarto Hombre.
Se lo ve con frecuencia junto a reconocidos baluartes del “delasotismo”. Aparte, tiene al tío Plinio radicado en las sierras, precisamente en Punilla, los pagos del gaucho Caserio.

De últimas, pese a ser un portador insano de neoliberalismo explícito, en el fondo Asís “mantiene melancólicamente su corazoncito bolche”. Debe operar para Jorge Altamira, El Trotsko Enciclopédico.
Desde la izquierda puede explotarse, con mayor celeridad, el Efecto Syriza-Tsipras, de Grecia. O el Efecto Podemos-Iglesias, de España. Para transformar el vacío inmaterial del capitalismo en una oleada a favor de la izquierda saludable y adolescente.

Analfabetismo funcional

En realidad, para Asís, en su utopismo, el adelantamiento electoral presenta un sólo beneficiario. Es la Argentina. El Neuropsiquiátrico.
Consta que le da la razón al Papa Francisco cuando dice que La Doctora debe llegar al final. Sólo que, para ayudarla mejor, corresponde acercarle en cinco meses la línea de llegada.
Pero los “enternecedores choripaneros de la comunicación” de “6, 7, 8″ quieren cobrar el salario hasta diciembre. Y “los desperdiciados” de Tiempo Argentino, los gurkas de Szpolsky y Garfunkel, lo toman como una provocación. Y los nabos innumerables, graves analfabetos funcionales, lo toman como golpismo.

El propósito, en la práctica, consiste en ahorrarle otro año perdido al Neuropsiquiátrico.
Por los carriles normales que se van a utilizar, con la colectiva masturbación de las PASO, y de la primera y segunda vuelta posterior, se llega al dichoso cambio de gobierno (o a la reconfirmación del modelo a través de Scioli, o en menor medida de Randazzo) recién en diciembre de 2015. El nuevo (o el mismo) gobierno no podrá implementar ningún plan mínimamente atendible hasta marzo de 2016.
El verano sirve, en el Neuropsiquiátrico, para rosquear, desestabilizar, asesinar. Nunca para construir.

Mientras esté La Doctora

Con el país catastróficamente dividido, enfrentado, en la lona, aislado y sin la menor credibilidad -externa ni interna-, en default y desacatados, en la plenitud del naufragio, con el desvarío de la guerra entre espías, y ahora con la carga del muerto expresivo que destruye la legitimación moral, lo más aconsejable es hacer la plancha.
Quedarse tranquilo, en el molde. Vivir a control remoto, gastar lo necesario. En punto muerto. Dilatar sin arriesgar. Retroceder. Durar.
Según criterio extremo de Asís, el cuento del inversor extranjero es sólo efectivo como chicana.
“Nadie, mientras siga La Doctora, va a poner un mango en la Argentina”, teoriza. “Menos aún si los argentinos no estamos dispuestos a poner, al menos, una parte mínima del canuto”.

La Doctora se encuentra patológicamente sostenida por los pasivos que sacan. Mientras hostiga y maltrata a los que ponen, que le desconfían y, a esta altura, colectivamente la detestan. Son los que deberían poner más de la que ponen, y es razonable que no la quieren tirar.
De existir una mínima credibilidad. De contar con la perspectiva de algún gobierno viable, la pondrían. De a poco. Sin exagerar.
Mientras esté La Doctora sólo el chino conquistador o el ruso oportunista podrán racionalmente poner alguna moneda.
Son los que encaran un riesgo mínimo en el Neuropsiquiátrico signado por la sospecha, tomado apenas como una atractiva mesa de saldos.
Los chinos, precisamente, cumplen una digna función cultural. Son los que nos van a hacer revalorar, incluso, hasta a los españoles.

Ante la ingobernabilidad, Alfonsín, El Providencial, adelantó su partida y quedó en la historia como el gran demócrata.
Duhalde, El Piloto de Tormentas (generadas) también acortó, sin completar el mandato que le hubiera correspondido a De la Rúa, El Siestero.
Y en el Neuropsiquiátrico congelado, en cuesta abajo, mientras La Doctora continúe en el poder, la gobernabilidad sólo se mantiene por la paciencia infinita de la sociedad. Y sobre todo por la alarmante comodidad del opositor light, que actúa con la prudencia insuficiente que les marcan sus consultores equivocados.
Con un mínimo sentimiento de patriotismo, y en beneficio de su salud tan vulnerable y vulnerada, La Doctora -que aún acapara la iniciativa- podría encarar la iniciativa de anticiparse. Una osadía que nunca va a plantearle ningún opositor del muestrario complaciente, acostumbrado a funcionar a partir de la explotación de los errores.

Lo que Asís sugiere, en definitiva, es eliminar la pedantería de las PASO. Una costosa e innecesaria duplicidad que nos traba en medio del hartazgo. De la desesperada sensación de debacle que impera en el Neuropsiquiátrico. Para ir, directamente, hacia las presidenciales en Mayo. A los efectos de organizar la invariable segunda vuelta en junio, y realizar el cambio de banda en julio.
Al elegido se le debiera brindar un margen amplio de gobernabilidad. Para que aplique de inmediato los planes, las ideas -si es que las tiene- para producir la renovación del ánimo que se le reclama. Para ahorrarle, al Neuropsiquiátrico, un año entero de decadencia y desgaste, de enfrentamientos, papelones y rencores, con los deseos lícitos de venganza cíclica, que se contienen y extienden.

Cataluña y la puntanidad

Relevamiento Federal, San Luis (Estado Libre Asociado): El gobernador delegado Claudio Poggi aguanta las críticas de Alberto Rodríguez Saa.

sobre informe de Consultora Oximoron,
Redacción final Carolina Mantegari

“El gabinete de Poggi es muy poco puntano”, confirma la Garganta. Le falta puntanidad, la cultura del lugar.
“Se aflojan los controles, se tiende a la dispersión”. Y crece -lo peor- el kirchnerismo.

Gobernador delegado del Estado Libre Asociado de San Luis, Claudio Poggi, cordobés, confirma que quiere ser reelecto. Es probable, incluso, que lo sea. Siempre y cuando el gran actor, notable pintor, competente conductor radial y ex gobernador, don Alberto Rodríguez Saa, Brad Pitt o El Chapa, lo permita. Y no insista en distraer sus reconocidas aptitudes estéticas para corregir las desviaciones del delegado gobernador. De la línea que le marcaron sus sabios antecesores. O sea el multifacético Alberto.
Es quien ejerce la titularidad, el turno del Alberto, mientras Adolfo Rodríguez Saa, Lo más Alto, el hermano corso que lo admira, lo deja hacer y deshacer.
Entonces, desde su programa radial que alude a los contactos metafísicos con el Planeta Xilium, Alberto lanza andanadas de críticas constructivas hacia el gobernador. O las escribe, en una magnífica muestra de pluralidad, en el diario de la familia.

La cuestión de la “puntanidad”

“Adolfo está más allá, más arriba, para los puntanos es como Dios, fue presidente, está en la escena nacional e internacional. Es el padre de la puntanidad”, continúa otra Garganta.
En cambio Alberto conduce aquí, en la tierra. Es el vigía y estratega del Estado Libre Asociado, una excepción que se destaca por su prosperidad y “poco tiene que ver con el resto de la Argentina”. San Luis ofrece conexión a internet hasta en los árboles. Es comparativamente superior a cualquier provincia, de las sometidas al estado central. Por las carreteras iluminadas, que cualquier forastero exalta, hasta por los avance sociales que muestran un mundo menos desdichado, casi feliz. Como lo soñaba el novelista inglés, Aldous Huxley.
“Aquí no tiene trabajo sólo aquel que no quiera trabajar”, prosigue la Garganta.
Los puntanos se jactan de construir más viviendas de las necesarias. Incluso Alberto instruye a los funcionarios para que estén atentos a las derivaciones del crecimiento demográfico. Para que se impida la gestación de villas. Como las villas que ofenden la sensibilidad más elemental en el conurbano bonaerense, o en la misma capital federal, en los alrededores de Gran Córdoba o de la Circunvalación de Rosario.
“La identidad villera aquí nada tiene que celebrar”.

Veinte años atrás, la puntanidad del Estado Libre Asociado ya sorprendía a los viajeros. Por ejemplo, con el ritual de una orquesta sinfónica integrada por niños. O con la extraña escuela de ballet clásico que dirigía un ruso real, especialmente importado (por Alberto) desde el Bolshoi de Moscú, un joven refinado, encantador y perfectamente homosexual.
Consta que en la actualidad, esta Cataluña argentina, no vería mal emanciparse del estado nacional que sólo les brinda disgustos.
O por lo menos estos puntanos de Alberto y de Adolfo aspiran a adquirir mayor autonomía. Se jactan de la tendencia ideológica de impartir felicidad. Pero también se ufanan del desarrollo turístico, ya no sólo en Merlo o en Potrero de Funes.

Después de 28 años de reinado de los Rodríguez Saa, en 2011 Alberto prefirió los escenarios, interpretar más a Gregorio de Laferrere, actuar en Villa Mercedes, irse de gira a Villa Carlos Paz, a Buenos Aires. Y Adolfo decidió recluirse en el senado, donde hoy mantiene el destino de Planta Permanente, como Reutemann, mientras amaga con ser candidato presidencial.
Consigna Oximoron que hoy Adolfo está anexado, como otro “renovador” más, a La Franja de Massa, la que orienta Sergio, el Renovador de la Permanencia, que les ofrece la alternativa de renovarse gratis.
Por propio peso, trasciende que Adolfo quisiera proyectarse como el más idóneo vicepresidenciable de Massa, que emerge como un experto distribuidor de rivotriles que carga en sus bolsillos. Cuentan que, a la menor distracción, les coloca a los interlocutores un rivotril en el agua mineral. Los duerme.
Aparte de participar como actor en Las de Barranco, de Laferrere, Allberto lució en “El acompañamiento”, vigoroso drama en un acto de Carlos Gorostiza, estrenado por los memorables Carlos Carella y Ulyses Dumont. Participó también de otras propuestas, con suerte bastante relativa, y ahora, los muchos que no lo quieren, ni lo toman demasiado en serio, confirman que se cansó de ser actor, de ser conductor radial, bailarín, cantante, equilibrista, artista de variedades y quiere volver a ser, por lo menos, gobernador.
Por lo tanto acusan que Alberto comenzó una perversa tarea de serrucho y esmerilamiento sobre Poggi. Al que se le prestó el poder, como si fuera el traje negro para asistir a una fiesta de casamiento. Tiene que devolverlo.
Pero Alberto también intentó dos veces ser presidente. En 2007, acompañado del ingenioso Héctor Maya, apodado El Veintidos. Y en 2011 fue con el “acompañamiento” del filósofo positivista José María Vernet, El Tati, autor de los opus más formidables del pensamiento peronista.
La última experiencia tuvo que ver con el piadoso bochorno del Peronismo Federal. Fue cuando con Eduardo Duhalde, El Piloto de Tormentas (generadas), Felipe Solá, El Máximo Cuadro del Felipismo, y Mario Das Neves, El Tenor Portugués, abandonaron la cancha grande del peronismo para hacer un picadito de potrero entre ellos. Fueron picaditos electorales en diversos distritos. Quedaron Alberto-Vernet contra Duhalde-Das Neves. Hasta que se estrellaron en Tucumán, cuando el gobernador Alperovich le advirtió a su amigo Duhalde. “Tenemos orden de Buenos Aires de votar contra usted”. Entonces cada fórmula fue por su cuenta y La Doctora los taponó con votos a las dos. La experiencia explica mejor el hartazgo sólido de Alberto y decidir refugiarse en la libertad del teatro, en el lienzo, y hasta en “el éter” como decían las abuelas.

Insidias del Balcarce

Pese al desborde de la felicidad, lo que se extiende también aquí es el cristinismo. A fuerza de ideología, de recorte generacional, y mucha moneda.
Enrique Ponce, intendente de San Luis capital, es el opositor que responde a Kolina. Son los buscapinas que conduce Alicia, La Fotocopia.
Los grupos se extienden tanto que hasta tienen la propia interna K. Con el senador Pérsico, el citado Ponce, y la señora Nora Videla, que saltó desde el albertismo hacia la oposición.

En el bar Balcarce, en plena Rivadavia, abundan los que quieren renovar, de una vez por todas, a los flamantes renovadores que se imaginan eternos.
“Pero no se deje engañar con tanto mundo feliz, los Rodríguez Saa aquí tienen el boleto picado”, confirma otra Garganta. Si se arrima al kolinismo es sólo para tomar distancia de los Rodríguez Saa.
“Si no es en 2015 capotan en 2019. Fijesé que están rodeados de septuagenarios”. Son Sub 70 que aspiran a mandar para siempre en esta Cataluña Nacional.
Aceptan, en el Balcarce, que Poggi, Poder Prestado, es el mejor discípulo de Adolfo. Y que nada le cuesta “aguantar los palos de Alberto, que se cree conductor”.

En tres años de préstamo, Poggi supo entenderse con los peronistas y los normales de cuarenta. Con los Sub 50 que quieren cobrar, y sobre todo dar órdenes. Con elaborado criterio consideran que se llega más rápido si se sitúan en las proximidades del cristinismo. Así tengan que “fumarse” a Scioli, “que es amigo, no hay problema”.