Por el miserable dolor de cabeza La Doctora interrumpe la epopeya de “duhaldizar” a Scioli y “delarruizar” a Macri.
escribe Oberdán Rocamora
Hasta que aceptó convertirse en otra paciente de la clínica de Favaloro, La Doctora movilizaba personalmente una epopeya tan explícita como memorable.
La receta audaz de “duhaldizar” a Daniel Scioli, el líder de la Línea Aire y Sol I. A los efectos de encarar “la Gran Menem”.
El proyecto de hacer de Scioli -y de todo lo inquietante que representa en materia de diferenciación- una adaptación de la perversidad que se le atribuye a Carlos Menem.
Conste que se trata del Menem terminal del 99, cuando operaba a través de algún ministro bastante inteligente.
Aunque la historia sea, en el fondo, fantasiosa e inexacta. Pero quedó instalada de esa forma y casi se la oficializa como cierta.
“La gran Menem” consistió en recortar las ambiciones presidenciales de Eduardo Duhalde, el futuro Piloto de Tormentas (generadas). A través del impulso tácito de Fernando de la Rúa.
Si existió, la epopeya concluyó, de todos modos, en un fracaso.