Los Cinco Latinos del Frente UNEN

Tristes tribulaciones del Frente lacerado

Escribe Oberdán Rocamora, Redactor Estrella

La verdad, lo que más interesa de Los Cinco Latinos del Frente Amplio UNEN, es si se acercan o no a Mauricio Macri, El Niño Cincuentón.

Como Frente está lacerado. Con fracturas íntimas, soldadas con presentable voluntarismo.

Contiene, por lo menos, dos fórmulas presidenciales, ineludiblemente antagónicas.

Cinco Latinos

Se trata de un conjunto de presidenciales venerables. Reluce la vocalista principal, la señora Elisa Carrió, Gran Constructora de Demoliciones.

Ahora Carrió se plantea, en la práctica, si le dan un poco de tiempo, el objetivo inconsciente de demoler también al PRO, la expresión institucional del macricaputismo.

Son cuatro galanes maduros los que secundan a Carrió.

Hermes Binner, el John Wayne de El Hombre Quieto, socialista mormón. Julio Cobos, el Malvinero Sentimental, radical no preferido (hasta hoy) por los radicales. Fernando Solanas, El Dirigente Universitario, peronista cultural solitario, en migración constante. Cierra Ernesto Sanz, La Eterna Esperanza Blanca. Jefe radical.

Duele confirmar que Los Cinco Latinos arrancaron mal con los shows.

De los cinco presidenciables presentes, se destacó siempre al ausente. Mauricio. Nunca pudieron superar el peso de la ausencia (de quien ni siquiera debía estar presente).

Estrella ascendente en 2014, Mauricio es uno de los tres protagonistas prioritarios que aparecen, hasta hoy, en la pantalla etnocéntrica.

Junto a Daniel Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol, extraño generador del Milagro-Scioli. Y con Sergio Massa, el Renovador de la Permanencia, titular de la Franja de Massa.

Neutralizaciones

De los cinco, de entrada, Mauricio les neutralizaba a dos.

Primero a Carrió, la dama lúcida que ocupa, en el conjunto, la centralidad de Estela Raval.

Seducida y movilizada, la dama encuentra, en la alianza con el PRO, dos ventajas simultáneas. La perspectiva del poder, primero. Y segundo, la proeza de vencer a “los narcotraficantes del PJ delictivo”. Como sostiene, con la ligera irresponsabilidad del inimputable.

Pero sobre todo Mauricio neutralizó a Sanz. Desde antes del lanzamiento en el Broadway, ya se lo imaginaba a Sanz como el vicepresidente ideal de Mauricio.

“Aunque Sanz no mida”, confirma la Garganta.

En realidad, “que no mida” es también el atributo atractivo que enarbola la Esperanza Blanca.

Ocurre que el Equipo de Comunicación Directa, que conduce Marquitos Peña, El Pibe Diez, vende un producto exclusivo. “Mauricio. Consumir con moderación”.

Hartos de Macri

Los tres latinos restantes atraviesan los días sumidos en la indagación filosófica. Si el Producto Macri sí o si no.

En vano Cobos proclama que está harto de tener que hablar siempre de Macri. Pero El Malvinero Sentimental está jorobado, porque la unión eventual con Macri es lo único que interesa, mediáticamente, del triste Frente Lacerado.

En el No a Macri sobreactúa Solanas. Es el publicista que consolidó suficiente fortuna como para enrolarse en el cine militante del peronismo cultural. A través de las “actualizaciones doctrinarias” del General. Y del maniqueísmo combativo de “La hora de los hornos”. Para languidecer en su mejor producto, inspirado en la nostalgia parisina de “El exilio de Gardel”.

En los inicios del menemismo transformador Solanas perdió una célebre interna comercial con Falak, Caudillo Bravío de Recoleta. Después se radicalizó al extremo de aliarse con Chacho Álvarez, el Sergio Massa de los 90 (ampliaremos).

El Dirigente Universitario registró altibajos electorales en diversas candidaturas. Hasta que consiguió la senaduría, vigorosamente empujado por Carrió, ya convertida en la actriz más formidable del parlamento. Sin embargo es en los reportajes de TN donde, a sus anchas, Carrió alcanza magistrales niveles de interpretación. Emula aquellos memorables unipersonales de la señora Myriam de Urquijo.

Hoy Solanas confirma, otra vez, con cierto dolor, que Carrió es la política más apta para lograr una banca y alejarse.

Emerge Carrió como la dama más abandonable (y traicionable) del último ciclo democrático. Podría confeccionarse una lista inagotable con los audaces que mojaron la medialuna de una banca, merced a sus dramáticas sobreactuaciones. Con medialuneros que, después de mojar, la abandonaron en la banquina. Desde el justamente olvidado Macaluse, El Pálido, hasta el “renovador permanente” Adrián Pérez, nuestro Belmondo en Versión Pobre. Con escala, casi obligada, en la señora Graciela Ocaña, Reina del Dengue (y Archiduquesa de la Gripe Aviar).

El adiós inteligente

Otro “latino” reticente, a la fusión con Mauricio, es Hermes Binner. El socialista mormón de la Utah argentina, la provincia de Santa Fe. Generosa tierra de promisión, donde los socialistas puritanos pudieron asentarse, en alianza con los radicales que el macricaputismo, hoy, pretende arrebatarle.

El Latino restante es Julio Cobos. Emerge como el máximo beneficiario del enroque entre Mauricio y Sanz, que atormenta tanto a Solanas.

De oficializarse el concubinato, Cobos será el beneficiario. Por convertirse en el refugio clavado de los radicales principistas, los menos pragmáticos. Los que no se encuentran desesperados por pasar por la ventanilla del poder. Los que se resisten a la alianza que toman, exageradamente, como una capitulación.

Binner, Cobos y Solanas mantienen la alternativa servida de acercarse. De entenderse. A los efectos de armar tal vez un trío melódico, y no servir simplemente como coro complementario a Estela Raval.

“Sin una escena, sin un daño”.

Resta apenas emanciparse del conjunto que está, en la práctica, fracturado. Llega el turno, acaso, del “adiós inteligente”.

Masones se distancian de Scioli

“Illuminatis” de la logia más calificada discuten alternativas estratégicas.

escribe Oberdán Rocamora

Redactor Estrella, especial

“Sociedad filantrópica, filosófica, laica y progresista. Objetivos: exaltación y perfeccionamiento de las elevadas virtudes humanas”.
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“Frates, tenemos que tomar distancia de Scioli”.

Los Illuminatis argentinos -masones que entre ellos se llaman “frates”- mantienen reuniones “más discretas que secretas”.
La última transcurrió hace doce días. Un prolegómeno “elevado” de dos horas, antes del almuerzo elemental de San Isidro.
Por discreción profesional se omite aquí la identificación de los participantes. Son influyentes como destacados y reconocidos.
Cuando trasciendan los efectos de la crónica, algunos frates podrán inquietarse. Desequilibrarse un poco, sentirse descubiertos.
Pero calma, frates. Nunca será para tanto.

Animó, en gran parte, un frate empresario de amplio espectro. Poli-rubro. Un respetado sexagenario de excelsa conservación, portador de elegancia clásica, sin ostentaciones. Tiene “vivos”, según nuestras fuentes, nunca menos de 500 millones de dólares. Sin embargo se encuentra saludablemente preocupado, como todos los frates, “por el destino de la república”. Por la falta alarmante de “vocación por disponer de una estrategia clara para el país”. Por la cultura nefasta de la “vigente improvisación”. Por el “expreso voluntarismo” que caracteriza a quienes se preparan, con “cierta ligereza”, para suceder al gobierno “agotado” que aún “acapara la iniciativa”.

En algún momento, según nuestras fuentes, por la emoción, el disertante se quebró. Cuando ensayó la conclusión sobre Scioli (para el Portal el Líder de la Línea Aire y Sol).
“Tomemos distancia, frates, aunque Scioli sea amigo de muchos de nosotros. Y sobre todo un buen amigo mío”.

Illuminatis

Trátase de una de las logias masónicas más calificadas entre las cien que funcionan en Buenos Aires.
Desde la mitificación infantil de aquellos patriotas de la Logia Lautaro, de principios del Diecinueve, o tal vez desde el GOU -Grupo de Oficiales Unidos-, de mediados del Veinte, se extiende la secreta tentación generacional de participar de una logia. Aunque derive, en el fondo, en la fugacidad de un mero grupo de presión. O en una banda de vulgar lobbing. O por lo menos en el afán de los albañiles modernos, sin la obsesión por construir catedrales, como los masones originarios. Estos Illuminatis son albañiles ideales para construir poder, participar de los réditos del mismo, y ser solidarios, en definitiva, con la logia (o la banda) conformada.
Nuestros Illuminatis, eventuales comensales de San Isidro, suelen frecuentar también las ceremonias solemnes del centro de Cangallo, donde talla el Gran Maestre.
Estructuran la logia más representativa por la ubicación que ya supieron conquistar sus iniciados. O que socialmente heredaron. Ya que algunos frates son “ricos desde el Moisés”.
O son consagrados autodidactas de los diversos campos. Desde la industria, el agro, el pensamiento o la comunicación.
Hijos virtuales de inmigrantes que se esmeraron exitosamente en el ascenso económico-social.
Lo que menos se propone la crónica es explorar la historia, ni siquiera el universo interno de la masonería. Emilio Corbiere ya escribió excelentes libros al respecto.
Aquí resta aclarar que los Illuminatis domésticos distan de ser espantosamente anticlericales. Pero se faltaría a la verdad si no se especifica que, entre los frates, reluce la presencia de un rabino erudito.

El boleto picado al peronismo

A través de los cristales desfilaba el verde contundente de San Isidro. En la sala se bebía apenas agua mineral, alguna gaseosa light. Mientras tanto, el empresario poderoso mantenía el equilibrio de la palabra.
Sostenía que Scioli “perdió la oportunidad de romper con el gobierno que paradójicamente lo excluye”.
Con rigurosa unanimidad -cabe consignarlo- Los Illuminatis le tienen picado el boleto al cristinismo.
Aceptan, eso sí, que Scioli es distinto. Que es atacado por los categóricos precisamente por sus diferencias.
Los frates no conciben un gobierno eventual de Scioli, por estar vinculado con “esta versión nociva, autoritaria, del peronismo”.
El “Frate” pregona la necesidad de “tomar distancia del peronismo en su totalidad”. Lo confirma, consciente que puede equivocarse otra vez.
Porque después de los fracasos, siempre se vuelve, con resignación, al peronismo.
El secreto de la hora consiste en comprometerse, para que un gobierno no peronista pueda tener, al menos, alguna “garantía de consolidación”.
Consta que un “frate”, otro empresario igualmente influyente en el norte, de apellido sonoro, o el frate impetuoso, el hilandero de aspecto juvenil y de cultura oriental, inicialmente hicieron negocios extraordinarios con “el régimen agotado”. Como la gran parte de Los Illuminatis. Compartieron, incluso, actos cordiales de inauguraciones, cortes de cintas. Acercamientos casi afectuosos con el matrimonio presidencial. Con el extinto y la dama (para el Portal El Furia y La Doctora).
Otro Iluminati, de origen alemán noble, expresó también su acuerdo con el agotamiento del ciclo peronista. Como el frate diputado, mandato en cumplimiento.

Exploraciones

Para desplazar al peronismo, en las próximas elecciones, se impone, por lo tanto, estimular los acuerdos “que se encuentran en curso”.
En palabras del Portal, entre el PRO -expresión institucional del macricaputismo-, y Los Cinco Latinos del Frente UNEN.
Sin embargo retomó la palabra el orador que se quebraba por su afecto hacia Scioli. Ahora para plantear que en el entendimiento debía incluirse a Sergio Massa. El de la Franja de Massa. Aunque Sergio fuera relativamente peronista.
Se destacó -en Sergio- el atributo inusual del coraje. Por haberse convenientemente enfrentado a los que hoy deben desplazarse.
El alemán del apellido distinguido asentía, como el frate rabino, y como el frate impetuoso de las hilanderías. Sólo se registró la disidencia personal planteada por un activo dirigente que representa a las asociaciones. A las cámaras. Institucionalmente no podía decir “Scioli sí o Scioli no”, o “peronismo sí o no”. Pero le parecía sensato que los frates exploraran el acercamiento entre el PRO y el UNEN. Aunque se producirían, a su juicios, nuevas divisiones invariables.
Aquí coincidió el frate diputado, el del mandato en cumplimiento.
“A Carrió y a Sanz puedo imaginarlos asociados a Macri”, puntualizó. “Pero no lo veo a Cobos con Macri”.
Acaso porque la unión de Macri con Sanz y Carrió le despeja inmediatamente el camino a Cobos. Porque se le agregarán los radicales desencantados.
Asimismo -prosiguió el diputado- consideró que es imposible encontrarlos juntos, de entrada, a Binner con Macri.
“Tampoco imagino a Carrió con Massa, por los misiles que Carrió le tira por televisión”, retomó el sexagenario, ya compuesto. “Pero sí lo imagino a Massa asociado con Sanz. O Con Cobos. Sabemos todos, frates, que abundan las reuniones” (son los acercamientos que el Portal trata en “La política swinger”).

Con los medios que dispongan, Los Illuminatis se comprometieron a colaborar para la estructuración de la fuerza más abarcadora, que no sea presentada sólo como un “rejunte”. Aunque al frate tan sensible le duela, “en lo profundo”, bajarle el pulgar a su amigo Scioli. Y todo por no haber reaccionado a tiempo.
Al pasar al comedor, los frates se permitieron brindarle algo más de color al día, a través del vino tinto, un malbec aportado por un frate que también tiene bodegas. Para transformarse, en adelante, en el grupo elemental de amigos reunidos para reconfirmar el afecto y compartir un simpático menú a la carta. Y para intercambiar diálogos amablemente inofensivos, bromas casi banales, ante el fondo verde más espectacular de San Isidro.

Mientras sube Kicillof cae Boudou

Dos no peronistas responsables del colapso de un gobierno estampillado como peronista.

sobre informe de Consultora Oximoron
Redación final Carolina Mantegari

Introducción
El no ser peronista como atributo

El ascenso de Axel Kicillof, El Gótico, debe interpretarse a partir del descenso de Amado Boudou, El Descuidista.
Ambos protagonizan la misma pendiente. Boudou y Kicillof se unifican a través de la no pertenencia al peronismo.
Emergen -para Consultora Oximoron- como los responsables primordiales del colapso de un gobierno estampillado, sin rigor, como peronista.

Osiris Alonso D’Amomio
Director/ Consultora Oximoron

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Siglas

El Descuidista arrastra la picaresca bonaerense desde los inicios de Mar del Plata. Y durante los manejos presupuestarios entre los balnearios del Tuyú.
La sustancia del yuppie rockero es complementada por diversas siglas. CEMA, por la Universidad que le aportó la cuota académica de liberalismo. Consecuencia del paso estudiantil por UPAU. Cantera de la UCD. El partido en extinción de la familia Alsogaray, que catapultara a don Jorge Pereira de Olazábal, referente del olazabalismo.
El Gótico, en cambio, encarna la picaresca ideológica de la metrópoli. Con arrebatos de marxismo universitario de bajas calorías.
Sustancia de la formación del intelectual de la economía, que compuso un extenso ensayo sobre Keynes.
En una inquietante cursilería antidemocrática, El Gótico tuvo la osadía de desplazarse, durante alguna jornada electoral, a 500 kilómetros del domicilio de avenida Las Heras.
La abstención del sufragio, aquí, se entiende como otro atributo. Transgresión pero no tanto. Irreverencia cubierta legalmente por la distancia.
La chiquilinada se plasmó a partir de la consigna “que se vayan todos”. Es la épica de la agrupación “Tontos pero no Tanto”.

“Cuidado, porque el Axelito abarca mucho pero aprieta mucho más” -sostenía una de sus tías. Apostaba por su gloria.
Como corresponde a la tipología del pícaro, ya estudiada en la literatura del siglo de oro español, estos dos muchachos, Amado y Axel, ideológicamente antagónicos, se las ingeniaron para escalar en el palo envenenado. A partir de la proximidad del poderoso, al que de antemano se proponían superar.
Después de las peripecias en el Mar del Tuyú, y con la complicidad inalterable de José Nuñez, El Descuidista utilizó para ascender a Benigno Vélez, El Maligno. Fue para acceder al PAMI.
Pronto, en PAMI, Boudou se le hizo indispensable a Massa, La Rata del Tigre, el interventor. Al que iba a suceder, en cuanto Massa fuera promovido hacia la jefatura de gabinete.
Es aquí cuando Boudou utiliza a Massa para llegar a La Doctora y El Furia. Se postula con audacia, de la mano de Massa, para resolverles los problemas de financiamiento. Con la idea providencial de manotear los fondos de pensión. Las AFJP. Siempre con siglas.
Conste que la característica eficaz del pícaro consiste en la capacidad de identificar los problemas del superior. Para resolverlos.
El ministerio de Economía estaba ahí nomás. Mera escala técnica hacia la vicepresidencia.

Abarcar y apretar

Para abarcar y apretar, a Kicillof le bastó con arrimarse a Recalde chico. Un baluarte de La (Agencia de Colocaciones) Cámpora. Como subgerente, logró transformarse en su colaborador principal.
Recalde chico suplantaba a Julio Alak en la “recuperada” Aerolíneas Argentinas. Es el dinero-ducto por donde se derraman cotidianos millones de dólares, a canilla libre.
Para un ascendente vocacional como Kicillof, pasarlo por arriba a Recalde chico, fue una simple cuestión de meses.
Bastó con acercarse a Máximo, En el Nombre del Hijo. Justamente cuando Máximo ya detestaba a El Descuidista. Por filtrar intimidades indiscretas, para colmo falsas.
Bastó además que La Doctora lo escuchara. Siempre estaba a punto de enternecerse con la juventud inquieta. Axel abarcaba. Era brillante.
Aparte del no peronismo, que los fortalecía, Boudou y Kicillof compartieron también un puente. Fue un vaso comunicante. Hernán Lorenzino. Un encantador ministro de Economía que se reportaba a Boudou. Y al que Kicillof, como su segundo, debía consolidar.
Pero Lorenzino, para Kicillof, fue aún mucho más pichi que Recalde chico.
Se lo despachó -a Lorenzino- como embajador. Hoy apenas le llega a Bruselas, junto con el sueldo y el olvido, algún cable.

Significa confirmar que aquella tía, o acaso su madre, tenía razón. Axelito no sólo abarcaba. Sabía apretar.
Puede testimoniarlo Julio de Vido, el Ex Superministro. Le duró pocos rounds de pié. Hoy está casi fuera de combate. Sostenido por los glóbulos rojos que tiene contados. En condiciones de entregarse a sus pajaritos, con fondo de tangos.
O Milton Capitanich, El Premier, al que se le cuentan los días. Como Massa a La Doctora.

Milton cuenta los días para exiliarse en el Chaco. Mientras es El Gótico el que decide si quiere sucederlo. Y dejarle el ministerio, en todo caso, a Álvarez Agis, El Culata, que ya se lanza hasta a hablar.
Pronto Zannini, El Cenador, también podrá testimoniarlo. El que logró desembarazarse de De Vido y cree ser el gran estratega. El que suele anotarse, a su favor, cualquier alternativa. Menos, claro, la de la derrota. Como ocurrió con el disparate del default (“que no es ningún default, si Argentina paga”).
Pero Kicillof, según nuestras fuentes, se arregló con La Doctora para dejar desairado también a Zannini.
El Cenador pone el adecuado rostro del perro al que le hacen violentamente el amor, y no clarifica, ante nadie, para qué demonios envió a Nueva York al “empresario” Gustavo Cinosi, el Competente Vendedor de Humo.
Cinosi se desplazó a los efectos de mediar, en nombre de Zannini (o sea La Doctora) entre los banqueros que, por invitación de Fábrega (y a pedido de La Doctora), se mandaban también hacia Nueva York para salvar a la Argentina de los trapos del ridículo. Y no “por la patria” desinteresadamente.
Para salvarla del default (que no es ningún default, llamémoslo Pirucho).
Cuentan que fue memorable cuando Cinosi, mientras desplegaba su mercadería de humareda, pretendió erigirse, en representación de Zannini, como el intermediario entre los banqueros y los buitres.
Entonces Sebastián Palla, el enviado de Jorge Brito, lo corrió a Cinosi, con amable celeridad. Como si le dijera “la tuya está, quedate en la reunión, pero ni abras la boca, el que negocia soy yo”. Ampliaremos en algún próximo despacho.

Pelucas, bigotes, anteojos oscuros

Por su apasionamiento por las monedas, El Descuidista sirvió, en principio, para profundizar el fenómeno delictivo del kirchnerismo.
Induce a ilegitimar la reacción higiénica que, como consecuencia de tanto despojo, se reserva la sociedad.
Es la anunciada epidemia de transparencia. La peste de decencia, con sus terribles bacilos de moralidad.
La Justicia, necesitada de purificación, se sitúa a la vanguardia del flagelo de pureza que invade. Al amparo de la espiritualidad que llega desde Roma.
En cambio Boudou sirve, en la coyuntura, para exhibir una figura convenientemente atacable.
El objetivo es que los medios se entretengan con el caramelo de madera de Boudou y no busquen otro muñeco. De los tantos muñecos que aguardan.
Sin ir más lejos, el pobre Lázaro, El Resucitado, enriquecido y casi abandonado. Decir Lázaro es como decir Máximo. O La Doctora.

La idea de ser el sucesor de La Doctora quedó en el sueño dificultoso de El Descuidista.
Como la perspectiva de irse, al menos, con la chapa de gobernador. Como desde la vicepresidencia saltaron otros héroes como Duhalde, El Piloto de Tormentas (generadas), Ruckauf, El Sonriente Arrugador, o Scioli, el líder de la Línea Aire y Sol.
Hoy Boudou traga explicables flemas de resentimiento. Cuentan que, para salir a la calle, según nuestras fuentes, a veces suele disfrazarse. Producirse.
¿Será verdad que El Descuidista se calza alguna peluca? Que se pega bigotes, que se pone anteojos oscuros. Y que tal vez así, con aspecto fantasmal, puede tocar el timbre. Sorprender a algunos amigos. Pocos. Decirles “Soy Amado, abrime, no digas nada”.
Trasciende aparte que aquel José Núñez, el de la dupla de su novela picaresca, al cobrar los primeros pesos considerables se agregó el social Carmona.
Dicen que hoy Núñez Carmona mantiene algunos deseos de embestir contra La Doctora. Para llevarla puesta. Sobre todo si se dispone a entregarlo a Amado.

Para concluir, consta que a una alta fuente policial no termina de convencerle para nada el extraño asalto que padeció la bella Agustina.
El robo de dos computadoras. El cristal roto de su Audi estacionado en una cuadra elegante de Belgrano.
Nadie precisamente sospecha, según nuestras fuentes, de Agustina. Pero ronda la paranoia del robo sigilosamente preparado.
Entonces nadie podrá sorprenderse si de pronto comienza a soltarse alguna información inquietante. Derivación de las penetraciones informáticas a alguna pecé robada.
Aunque, en realidad -dicho sea para consolar a la fuente, y a la dama robada- ya casi no queda ninguna tropelía del kirchner-cristinismo que no se sepa. Abundan las agencias y embajadas recargadas de más datos de los necesarios.
Pero para Oximoron, siempre existe, como en el tango, “un pecado nuevo para estrenar contigo”.
El tango, como el medio, también es el mensaje.

El Producto Mauricio (consumir con moderación)

escribe Oberdán Rocamora

Redactor Estrella, sobre Informe de
Consultora Oximoron, especial

Introducción

Sociedad cargada de pesares

La dilatada miniserie “Daniel, Mauricio y Sergio” es indispensable. Por ella, el Portal sobrevivió con argumentos, durante dos años.
Al iniciar la “tercera época”, la historia de final incierto mantiene la frescura tensa, y el interés en aumento.
Ocurre que tampoco apareció ningún otro que supere la medianía estética. Signa (la medianía) la actitud de los tres reconocidos protagonistas. El consumidor los conoce de memoria. Por lo tanto no tiene mayores posibilidades de sorprenderse.
El trío -que compite por la presidencia- conecta, en perfecta armonía, con el estado paradójicamente light de una sociedad cargada de pesares. De situaciones límite.
Cuesta entonces situarlos, a los tres héroes, a la altura de los pavorosos problemas que La Doctora, al partir, lega a la sociedad. La sociedad paradójica que prefiere consumir productos light. Frescos. Sin litigios ni confrontaciones que marcaron las turbulencias del kirchner-cristinismo.
Hasta el cierre del primer capítulo de esta “tercera época”, uno de los tres se calzará la banda.
Ya que José De la Sota, El Cordobés Profesional, no aparece aún visible en la fotografía. Por más que se obstine en méritos mediáticos.
Como tampoco aparece en la pantalla ningún exponente de la colección de precandidatos de invierno, de los que impulsa La Doctora para esmerilar a Daniel. Ni Domínguez, El Lindo Julián; o el inflamado Randazzo, El Macho del Off; o Urribarri, Padre del Marcador. Mencionar en la acumulación a Rossi, El Soldadito de Milani, simboliza un acto de piedad.
Por su parte, Los 5 Latinos de UNEN, amontonan las imposibilidades que los hacen descender. Colectivamente decepcionar. Hasta someterse a la sentencia perdonavidas de los consultores.
“Aún no miden”. Pese a los atributos morales del conjunto musical.

Osiris Alonso D’Amomio
Director-Consultora Oximoron

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Bandera verde

Al margen de la multiplicación de operaciones entrecruzadas, que inspiran el objetivo brutal de demoler recíprocamente al adversario, “Mauricio, Daniel y Sergio” se encuentran -para Consultora Oximoron- a la par. Empatan con alrededor de un cuarto del electorado para cada uno. Sea dicho a pesar del fuerte operativo en marcha que consiste en degradar tanto a Daniel, El Esmerilado, como a Sergio, El Enemigo
Al primero, Daniel, porque se lo da ya por tercero cómodo, mientras se pone en duda que sea candidato.
“Hoy pierde con Randazzo en la interna del kirchnerismo”, confirma la Garganta.
A Sergio, en cambio, porque se especula acerca del momento de capitular y sentarse a negociar.
“La meseta, para Sergio, representa un retroceso”, confirma otra Garganta.
(Ampliaremos en los próximos capítulos).

Significa confirmar que persiste otro 25 por ciento, para repartirse entre el Resto del Mundo. O para ser rapiñado por alguno de los tres que empatan.
Infortunadamente, existe un extendido espacio libre que aún no alcanzan a ocupar Los 5 Latinos.
Trátase de la célebre conjunción metropolitana que admite el lucimiento televisivo de la señora Elisa Carrió, La Demoledora. Notable primera voz, en su rol de Estela Raval. Acompañada por los cuatro correctos caballeros, que le hacen el coro para cantar “Juntitos Juntitos”. Pero es una melodía que no prende.
Cleto Cobos, El Malvinero Sentimental. Pino Solanas, El Dirigente Universitario. Hermes Binner, el John Wayne de El Hombre Quieto.
Y por último el acosado Ernesto Sanz, la Esperanza Blanca. A quien el PRO -expresión institucional del macricaputismo- supo imaginar, sin mayor disimulo, como el compañero de fórmula ideal de Mauricio Macri, El Niño Cincuentón. Lo divulga en sus comidas hasta la informada señora Mirtha Legrand, Dorian Gray.

Debe aceptarse, a esta altura, que Mauricio es “el vedette del momento”. Hoy está de moda pontificar sobre la onda Macri. Y arriesgarse en apostar por su “destino manifiesto” de sucesor.
Entonces Sanz está presente en las planificaciones de los informatizados que movilizan el Producto Mauricio (para consumir con moderación). Aunque los astutos macricaputistas prefieran instalar los beneficios transitorios de proyectarse en soledad. A través de la Tercera Vía (invención independiente del radicalismo y del peronismo). Una fórmula de escasa originalidad que ya cultivó Francisco Manrique, El Paco, con suerte bastante relativa, en los setenta. Pero para diferenciarse de Ricardo Balbín y Juan Domingo Perón, dos emblemas de una política no precisamente light. Aunque condenada al fracaso. En el país donde todo, absolutamente todo, termina mal.

El Vedette

Mauricio -dijimos- emerge hoy como el vedette principal del trío.
Es sugestivo que el crecimiento del Producto Mauricio coincida -para Oximoron- con los avances positivos de su relación políticamente platónica con La Doctora.
La dama ya no sólo le atiende el teléfono desde hace seis meses. Instruyó aparte al doctor De Pedro, El Wado, para que colabore en resolver todos los problemas que lo afecten a Mauricio. Judiciales incluidos.
Sin ningún enigma trasciende por todas partes que La Doctora, como Sucesor, lo prefiere a Mauricio. Lo cual brinda la garantía que el razonamiento es -en definitiva- falso.
Mientras la atmósfera frentista tiende hacia el entendimiento entre Mauricio y Sanz, trasciende que existe un retroceso en el entusiasmo del primero. O sea de El Niño Cincuentón. Son los números inapelables que suele acercarle, según nuestras fuentes, el pensador Jaime Durán Barba, El Equeco. Con la sentencia cruel: “Los radicales, Mauricio, no miden, salvo en Córdoba”. Donde el Producto -se ufanan- está primero.

Significa confirmar, por la numerología de Durán Barba, que se enfría el acuerdo que maduraba naturalmente. Entre el macricaputismo y un sector de la milenaria UCR.
Para simular y cederle al tiempo la oportunidad del reacomodamiento, en el macricaputismo se plantea la reedición de la fórmula triunfal que ganó el Artificio Autónomo.
De Mauricio con la señora Gabriela Michetti, La Princesa de Laprida. A los efectos de suministrarle, según nuestras fuentes, a la difícil Gaby, un potente caramelo de madera (ligeramente espolvoreado con azúcar impalpable). Para que la distraiga un poco de la causa perdida de suceder a Mauricio en el Artificio Autónomo.
Pero trasciende que esta vez no será fácil pasarla al cuarto a La Princesa. Como cuando se desprendieron de su vicejefatura para clavarla como diputada por la capital. En beneficio de la causa macricaputista. Se complica ahora el proyecto de sacarla de la pelea por el Artificio Autónomo. Postulación que nadie le saca, según nuestras fuentes, de la amplia boca, a don Horacio Rodríguez Larreta, El Carismático de Pompeya. Para algarabía de todos aquellos que se disponen a enfrentarlo. Sin saber que tendrán que enfrentarse, en realidad, con Mauricio, paraguas protector de El Carismático de Pompeya.

Unificación de elecciones

La sucesión en el Artificio Autónomo es -para Oximoron- el principal problema de la Mutual PRO.
Dilema que no alcanza a resolver el Equipo de Comunicación Directa que controla Marquitos Peña, El Pibe 10. Instrumentador eficaz de la estrategia que dicta el pensador Durán Barba, y que promueve los atributos del Producto Mauricio con el rigor que se invierte en vender un champú, o imponer una marca de jeans.
La duda sucesoria instiga, por otra parte, a no convocar elecciones separadas entre el Artificio y la Nación. Mejor es que El Carismático vaya prendido detrás de la candidatura presidencial de Mauricio. “Chupado”, como se dice en la jerga del automovilismo. Y celebrar las elecciones el mismo día. Para que Mauricio arrastre, también en Buenos Aires, la provincia inviable, a la señora María Eugenia Vidal, La Muchacha del Flores de Girondo. O en todo caso a Jorge Macri, El Primo (que era) Pobre. Imbuidos por la perspectiva de repetir la peripecia de Raúl Alfonsín, de 1983. Creer que la potencia del candidato presidencial -Mauricio- vaya a arrastrar al candidato a gobernador de La Inviable. Y que de yapa pueda beneficiarse también Rodríguez Larreta.
Demasiada exigencia para un Producto vendible que mantiene los astros alineados. Y que se encuentra en pleno crecimiento personal. Sumido en el romance platónico con La Doctora, que lo lleva de la mano, como Gretel a Hansel, para cortar cintas. Así sea para inaugurar cincuenta metros del carril de una autopista.
Sin embargo, para Oximoron, el macricaputismo aún no logró armar ninguna fuerza de consistencia nacional. Son apenas números de encuestas excitadas. Pese a los esfuerzos y a la eficacia de los maxilares de Emilio Monzó, El Diseñador.

La Doctora y Menem, epílogos paralelos

Final de ciclos peronistas. Similitudes y diferencias.

Escribe Oberdán Rocamora, Redactor Estrella, especial para JorgeAsísDigital

Para el desenlace de la historia sólo resta saber si el Scioli de 2015, en volumen político, va a superar al Duhalde de 1999.

En versión casi grotesca, quince años después se reitera otro final de ciclo peronista. Con el respectivo gobernador de la provincia de Buenos Aires, La Inviable, entregado al proyecto sucesorio.

Aquel Duhalde de 1999 mantuvo un clavado epílogo de derrota. Confirmó el maleficio esotérico de la gobernación. La condición de destino final, y no de mera escala intermedia, para una conquista de envergadura superior. Aunque ser un aceptable gobernador de Buenos Aires es tan dificultoso como ser un presidente eficaz.

Hoy Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol, apuesta otra vez por la anulación de aquel designio que adquiere el carácter de fundamentada superstición. Con el objetivo de perforarlo. Sin repetir, en lo posible, el mal interrumpido de Antonio Cafiero, Oscar Alende, el propio Eduardo Duhalde, y tantos gobernadores que se propusieron después saltar hacia la presidencia. Para quedar colgado de los cables.

Sólo Duhalde, en cierto modo, alcanzó a quebrar el citado maleficio. Pero de un modo ultra-excepcional. Accidente previsible del sistema democrático.

 

Estilos imperiales

Acontece que aquel Menem del 99, o La Doctora de 2015, más allá de sus circunstancias, distaron de caracterizarse por producir continuidad.

Antes de destacarse como el Piloto de Tormentas (generadas), Duhalde logró imponer su candidatura. A pesar del escaso interés del presidente Menem, que invariablemente se iba.

Del mismo modo hoy Scioli, con suerte bastante relativa, trata de imponer la suya. A pesar del esmerilamiento cotidiano que le aplica La Doctora que -invariablemente- debe irse.

Consecuencia absoluta del estilo imperial para el ejercicio del poder. Típica del caudillismo peronista.

En la patología, el comportamiento de Menem parece unificarse con el que comparten Kirchner, El Furia, y La Doctora. Situados en las antípodas, en materia de ideología impostada. Del rumbo que, cada uno de ellos, le dio al peronismo, adaptable hasta el pragmatismo.

Por la inacción de sus conductores, el peronismo dejó de ser un Movimiento para transformarse, en los distintos periodos históricos, en un complemento apenas partidario. Un instrumento vacío para sacarlo a relucir en las vísperas de la competencia electoral.

Este Scioli de 2014 se muestra mucho más aferrado, en cierto modo, a los lineamientos compulsivos que baja La Doctora. Mientras aquel Duhalde, ya en 1998, plantaba diferenciaciones erróneas con el modo de empleo que bajaba Menem. Lujos que le facilitaron, en definitiva, la derrota.

En la previa de la campaña, Duhalde manifestaba claras disidencias con la política medular de Menem. Entonces pasaba por la Convertibilidad.

En cambio Scioli hoy se diferencia de La Doctora sobre todo en el estilo. En las formas que pulverizan el todo. Tiende más al consenso, a la cohesión, que a la confrontación, fenómeno que dejó de ser redituable.

Lo que atormenta a La Doctora, como lo atormentaba también a El Furia, en vida.

Sin embargo, al menos exteriormente, Scioli respalda cada una de las catastróficas políticas implementadas por el cristinismo que declina. Aún así, Scioli debe someterse a una especie de examen rutinario donde en general es aplazado. Con retos descalificatorios para cualquier dirigente normal. Pero que el personaje de la referencia ni los registra.

Como si las agresiones le resbalaran, el Milagro Scioli continúa, como si nada, con el atletismo positivista del Aire y del Sol.

 

Disolución en varias candidaturas

Otra diferencia sustancial de La Doctora de 2014 con aquel Menem de 1998 consiste en la perversidad de estimular precandidaturas, a los efectos de atenuar la postulación del gobernador de La Inviable Buenos Aires. Por peso prepotente de provincia, el gobernador siempre suele considerarse el candidato natural.

En algún momento Menem supo alentar al popular Palito Ortega (que fue rápidamente absorbido por Duhalde, que lo estampilló de vice). Y también hasta estableció alguna breve complicidad, a mediados de 1999, con la ambición recatada de Adolfo Rodríguez Saa, en una fórmula de literatura pendiente con Jorge Asís. Pero no pasó, por suerte, del amague.

En cambio La Doctora alienta la instalación de otras cuatro precandidaturas que sirven, en el fondo, para disolver con vaselina la postulación del gobernador de La Inviable.

Sergio Urribarri, El Padre del Marcador de Punta, catapultado por la potencia estructural de la Tía Doris. Domínguez, El Lindo Julián, con su tráfico admisible de francisquismo. O Florencio Randazzo, El Loco de la Florería. Cuesta mencionar también la carta de intención de Agustín Rossi, El Pollo de Milani.

Por lo que trasciende, semejante pluralidad que convoca a la abundancia de la oferta, no termina de conformar a muchos de los kirchneristas desasosegados de paladar negro. Los que más presienten la proximidad del final. Son los incondicionales que apostaron por la revolución imaginaria, que exhiben la conformidad hacia “las políticas públicas”.

Son los kirchneristas que no contiene Scioli. Los que renuevan las imágenes de la angustiosa soledad de aquellos menemistas que tampoco Duhalde podía contener.

 

Para salvar los trapos

“Nos vamos mal, no tenemos ningún candidato que nos represente”, confirma la Garganta K.

Como si se enfrentara, de pronto, a la desolación del fracaso prematuro.

Sin continuadores confiables, el kirchner-cristinismo se desvanece con celeridad. Persiste la tierra arrasada, y a los adeptos incondicionales les queda el consuelo de dedicarse a una suerte de resistencia, a los efectos de lograr el regreso triunfal de La Doctora. En 2019. El regreso que Menem no pudo consolidar en 2003.

Se explica que La Doctora, antes de partir, planifique ilusoriamente el regreso con gloria. Para aproximarse a semejante objetivo, La Doctora impone que los presidenciables del diluido Frente para La Victoria lleven la misma lista de diputados. Seleccionados, por supuesto, por ella. Por la próxima jefa de la oposición. Para oponerse a Macri, El Niño Cincuentón, o a Sergio Massa, El Renovador de la Permanencia. Y también, por qué no, para oponerse, llegado el caso, a Milagro Scioli. Si no consigue desmoronarlo antes. Con estampillas y condicionamientos.

Los kirchneristas huérfanos de paladar negro también saben que, a medida que pasen los meses, y que se acorte el duro momento de la despedida, a La Doctora le será más difícil asegurarse el rol de la conducción. Y como ni los contiene Urribarri, que se dispone frontalmente a comprar -llave en mano- el kirchnerismo, en su versión cristinista, en el estado (piadoso) en que se encuentra. A pesar de la magnitud desgastante de Lázaro, El Resucitado, y del clavel inerte de Boudou, El Descuidista.

Urribarri compra la mercadería en bloque y en pie. Pero no logra entusiasmarlos.

Tampoco, hasta hoy, los contiene Domínguez, El Lindo Julián. Ayudado, en su caso, con su densidad espiritual, y por saberse depositario de la esperanza de determinados kirchneristas históricos como Eduardo Valdés, cada vez más privilegiado por La Doctora, por Carlos Kunkel, El Bataclano, Pepe Albistur y sus cartelones. Por su parte Rossi aún no encuentra ningún perfil y mantiene el discurso extraviado. Tampoco los contiene Randazzo, aunque suene, en este caso, a obcecación que deriva en injusticia. Como con Scioli, que bancó la totalidad de los arrebatos y aún no lo aprueban.

La última esperanza que les queda a los nostálgicos peronistas de la izquierda, que se encuadraron en el kirchnerismo, como a tantos buscapinas independientes que se referencian en Unidos y Organizados, es que se presente la candidatura de Jorge Taiana, El Inadvertido. Aunque sea meramente testimonial. “Para salvar los trapos”.

 

Soledades comparadas

La soledad de Menem, en el último año del poder, después de haberse desvanecido el intento equivocado de la re/reelección, contuvo la mansedumbre lenta y triste de alguien resignado, que no quería despedirse. Fue menos patética, en realidad, que la soledad de La Doctora. Después de haberse derrumbado el sueño de la Cristina Eterna. La pedantería del “ir por todo”.

La Doctora contempla el universo como si la humanidad siempre estuviera en deuda con la magnitud de su obra. Hostiga cuando puede a Scioli, ya de manera casi deportiva, como si fuera un comodín. La pobre cada vez habla con menos elegidos. La mayoría de sus funcionarios pueden verla para aplaudirla en los actos ya menos convincentes. Y su mecanismo de consulta y de toma de decisiones se encuentra cada vez más acotado.

Sobre el final, Menem pasaba largas horas de golf. O pensativo, solo, en Olivos, mientras tal vez Alberto Kohan, Jorge Rodríguez y Carlos Corach se encargaban de las tareas administrativamente rutinarias del gobierno que partía.

En cambio, en la plena crueldad de la etapa lazarista, La Doctora inicia sus consultas con Máximo, En El Nombre del Hijo, para terminarlas, según nuestras fuentes, en el propio Máximo.

Entre ambas terminales pasa el inmanente Carlos Zannini, El Cenador, acaso el próximo integrante de la Corte Suprema, a los efectos de encargarse de atajarle los penales posibles que se vendrán desde el lado de la Justicia. En medio de la peste de transparencia, de la epidemia de moralidad que vaticina el portal, de los bacilos de decencia que irreparablemente van a apoderarse de la Argentina.

Después de Zannini es el turno de De Pedro, El Wado, el instrumentador discreto y de criterio, que hizo un curso acelerado de resolución de problemas. Después probablemente, la consulta roce a Kicillof, El Gótico, al que considera genial y casi la arrastra, con desenfado y cierta jactancia, hacia el pantano. Para concluir el ciclo decisorio exactamente donde se inició. En Máximo. Sin que ningún exponente de la sociedad pueda imaginar, siquiera, el motivo. Para ocupar semejante rol, el muchacho debe ser necesariamente idóneo, certeramente eficaz. De una sabiduría conmovedora. La sociedad merecería descubrir, acaso, las claves secretas de tan invalorables atributos.

Oberdán Rocamora

para JorgeAsisDigital.com

El paraíso de “The Old Fund”

[N.del E.: A raíz del llamado a indagatoria al Vicepresidente de la Nación, Jorge Asís volvió a postear el artículo que originalmente había escrito sobre este caso]

Con un fondo inversor enigmático Boudou pasa a controlar Ciccone            (08/07/2011)

“Tenemos cerrado con Boudou el contrato para fabricar los billetes”.

Alejandro Paul Vandenbroele, Director Titular y Presidente de The Old Fund, intentó entusiasmar a los sindicalistas gráficos. Están bastante preocupados, como los operarios, por el destino laboral de Ciccone Calcográfica. Empresa líder, suerte de “Casa de Moneda Privada”. Quebrada. Alquilada, hasta hoy.

En adelante, no va a ser necesario fabricar los billetes en el Brasil. Gracias a la conducción estratégica de Amado Boudou, ministro de Economía y candidato a la vicepresidencia, Ciccone Calcográfica se recupera. Pudo liberarla de las garras adversarias del duhaldismo. En realidad de Boldt, la empresa de “Tabanelli”, El Tano. Boldt la había alquilado durante un año, por cuatro millones de pesos, pagados por adelantado, con la aprobación del juez Cosentino, que atiende los padecimientos del quebranto.

Pero Boudou, El Insaciable, venía interesado patrióticamente en el funcionamiento de la planta. Logró convencer, según nuestras fuentes, a la señora Cristina. Ciccone debía ser liberada del enemigo.

De manera que, con la apoyatura implícita de Zannini, aquí su aliado, don Amado se puso a operar. Contó con un instrumentador de la magnitud moral de José María Nuñez Carmona, alias Nariga.

Trátase del ser inquieto que conquistó, oportunamente, alguna repercusión olvidable. Por un sobre con billetes que apareció en determinado escritorio de Telam. Ampliaremos (sólo si viene al caso).

Nuñez Carmona es el amigo entrañable del (posiblemente) próximo vicepresidente de la república. Un Nariga leal que suele resolverle -a Boudou- los problemas cotidianamente inmobiliarios de Mar del Plata. Ampliaremos (si es necesario).

Sin embargo, Núñez Carmona no fue el héroe señalado para presidir el fondo salvador. The Old Fund, que emerge para convertirse en la “solución final”. Para el escatológico procedimiento que condujo a Ciccone hacia la quiebra. Y hoy hacia el rescate. De la empresa que, desde 1951, los hermanitos Ciccone confeccionan “billetes de banco, cheques y valores, sistemas de identificación de personas, pasaportes y cédulas de identidad, placas y cédulas de identificación de vehículos” (etc., por más datos consultar su web). Para transformarse, por la quiebra, en el tesoro apetecible. La tentación de aventureros más o menos respetables.

Pero Vandenbroele es el afortunado. Hombre felizmente emprendedor. Culturalmente identificado con sus orígenes holandeses. Es la cabeza visible de The Old Fund. El Viejo Fondo. Grupo inversor que mantiene el encanto del enigma. Ante tantos desconfiados maliciosos, que suelen atentar contra “el modelo”. Y que suponen equivocadamente encontrar, en cualquier rubro, invenciones relativamente equiparables a Meldorek. Porque descreen que Argentina sea, aún, altamente confiable para inversores de semejante dimensión.

 

Curazao

Pero Argentina, tan fácilmente entregada, se encuentra en las vísperas de encargar la gravitación de su papel moneda a The Old Fund. Sus billetes crocantes, documentos, patentes, placas.

Como principal accionista, The Old Fund lo tiene, según nuestras fuentes, a Tierras Internacionales Investment CV. Empresa clavada en los Países Bajos (Holanda). Pero inscripta, en la patria, como sociedad extranjera. Con un impresionante capital de 30 mil pesos.

De las 30 mil acciones a un mango, a Tierras Internacionales Investment CV le pertenecen 28.500. El restante titular, de las 1.500 acciones, es Sergio Gustavo Martínez. El Director Suplente (de Vandenbroele).

El representante legal, inscripto en la Dirección de Personas Jurídicas de Buenos Aires, es Carlos Schneider. Domiciliado en el verdor de Longchamps.

La sociedad cuenta, aparte, con otros apoderados venerables. Gonzalo Pascual, Hernán Cruchaga y María Victoria Ctibor.

En la traducción del documento pueden detectarse otros firmantes que merecen destacarse. La joven Jullisa Abigail Comenencia-Koolman. Es del bello Curazao, paraíso de las Antillas Holandesas. Como la señora Indra Farah Marie Vilchez, también de Curazao, que suscribe como Miembro del Consejo de Administración. Indra Farah es, además, la apoderada de Stichting MP Services. Socia comanditaria. Empresa clavada en Katwjk (Reino de Países Bajos). Con sede en Amsterdam y oficina en Ginebra.

 

Descenso y rescate

Al descenso de la quiebra, Ciccone Calcográfica se fue por una deuda con la AFIP. Miserables 50 palos, de un total de 230. Debe rescatarse, para el rescate, la admirable capacidad de comprensión de los próceres que tienen la responsabilidad de conducir el Estado.

La inestimable colaboración de Morenito, el Secretario de Comercio que atemoriza a los distraídos. De Sbatella, de Defensa de la Competencia. De Echegaray, de la AFIP.

Pero sobre todo debe rescatarse el infatigable empeño de Amado Boudou. Es quien impulsó la aparición, casi providencial, del grupo inversor.

Hoy mismo, The Old Fund se hace cargo de la más importante planta impresora de billetes. La “Casa de Moneda Privada”, “única en Iberoamérica en ostentar dicho rango”. Pero también de documentos de identidad, circunstancia que llevó a Boudou a mantener, según nuestras fuentes, una ingrata desavenencia con Randazzo.

Al cierre del despacho, The Old Fund se dispone a tomar las riendas de la planta sofisticada de Don Torcuato. Los “duhaldistas” fueron desalojados. Con la cabeza en el piso, como los jugadores de River cuando marchan, sin fe, hacia el vestuario.

La Casa de la Moneda, la real, aquella que fuera presidida por don Armando Gostanián, ya no tendrá que compartir la impresión de los miles de millones de billetes de cien pesos. Con la colonizadora Casa da Moeda do Brasil.

Ahora, gracias al paraíso de The Old Fund, a la eficacia empresarial de Vandenbroele, y sobre todo al fervor patriótico de Boudou, los billetes se confeccionaran en Don Torcuato. Gracias “al modelo”. Para algarabía del paraíso (fiscal) de Curazao.

Aparte, no debe omitirse que Boudou también logró dominar la Casa de la Moneda (de Gostanián). A través de la señora Katia Daura. Es una joven economista, atractivamente inteligente, que responde a la estrategia plural de Boudou. Desde aquellos tiempos sustanciales del semillero del Ansés. Cuando Boudou debía reportarse, transitoriamente, a Sergio Massa, el jefe al que superó. Y que hoy suele evocarlo, con gesto distendido, desde la mini-gobernación del Tigre. Con una mezcla lícita de afecto y -por qué no- de explicable admiración.

 

Sensatez de Marcó del Pont

“Pero por ahora aquí no hace falta guita”, confirma la Garganta. Significa que, para el Banco Central, los billetes nacionales no escasean. Aunque no estén muy crocantes. “La plaza está bien surtida”. Al menos, hasta marzo del año próximo.

Pero Vandenbroele, para precipitar el rescate y la elevación, necesita darle pronto a la maquinita. Lo único que Boudou, en su ascenso irresistible, tiene en contra, en este simpático negocio, es la temporaria sensatez de la señora Mercedes Marcó del Pont.

Trátase de la presidente del Banco Central que sobrevive, según nuestras fuentes, regularmente espantada. Por los deslizamientos del ministro cantor. Cuentan las Gargantas que sólo Marcó del Pont atenúa el consagratorio triunfo de Boudou, en el escenario Ciccone.

La dama, tan carismática y sonriente, se encuentra ostensiblemente acosada.

Por arriba, el candidato a vicepresidente. Por abajo, la presencia influyente de uno de los directores. Benigno Vélez, alias Maligno.

 

El semillero del Ansés

Es -Maligno Vélez- el máximo responsable de la factura. Por haber patrocinado, en el semillero inagotable del Ansés, el ingreso de Boudou.

El muchacho liberal, astuto y activo, buen bajador, iba al frente. Era aplicadamente eficiente y necesitaba trabajar. Le costaba hasta pagar el alquiler de su departamento céntrico.

Rápidamente, con su positivismo espiritual, Boudou supo cautivarlo al otro titán, Massa. Sin necesidad de cantarle, ni de pasearlo en moto. Massa suele aceptar, sin desdén, que Boudou le resultó un “excelente empleado”. Acompañó fielmente su ascenso (el de Massa).

Cuando Massa, mini-gobernador del Tigre, fue designado Premier, en reemplazo del poeta impopular Alberto Fernández, también se quedaba vacante el semillero del Ansés. Por la partida de Moroni, referente del poeta nostálgico y surreal.

Cuentan que Néstor Kirchner, El Furia, le preguntó al flamante Premier:

“Decime, ¿a quién pongo, Massita, en el Ansés?”

Massa, respetuoso Jefe de Gabinete, le respondió: “Póngalo, Néstor, a Boudou”.

“¿Y quien c… es Boudou?”

Mediados del 2008. Siglos atrás.

¿Ubi est nostram? (¿dónde está la nuestra?)

LA POLÍTICA SWINGER (II): Macri con Sanz, De la Sota con Massa. Mientras se lanza El Lindo Julián.

El armado de las parejitas, en el club de la “política swinger” prosigue con su obscenidad aceptable. Casi inofensiva.
Mauricio Macri, El Niño Cincuentón, se muestra, en la selectiva universidad, con Ernesto Sanz, La Eterna Esperanza Blanca.
Mientras tanto José De la Sota, El Cordobés Profesional, trata de acercarse a Sergio Massa, El Renovador de la Permanencia. Pero también le guiña un ojo a Macri. Como si lo cabeceara, para danzar.
Por su parte Eduardo Duhalde, El Piloto de las Tormentas (generadas) insiste, con suerte relativa, en su condición de Celestino. Para que vuelvan a rozarse Massa y Daniel Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol.

Macri-Sanz

Por el tenor de las complicidades, el entendimiento entre Macri y Sanz parece estar, según nuestras fuentes, cerrado.
Sería un logro de Emilio Monzó, El Diseñador, por el cual brega desde hace meses. Con argumentos pacientemente seductores, hacia los radicales necesitados de un buen candidato que sea nutritivo para su aparato (que el portal prefiere denominar esqueleto).
La componenda induce a la alianza natural entre el esqueleto que no tiene una cabeza convincente (La Unión Cívica Radical), con la gran cabeza (Macri) que carece del elemental esqueleto.
La fusión representa la manera casi ideal de armarse para enfrentar al culpable peronismo en una segunda vuelta. Con posibilidades de triunfo.
Si gana, Macri podría nacionalizar la festiva ceremonia del bailecito. “No me arrepiento de este amor”. Y hacer, del país entero, una interminable vía rápida, como en la avenida 9 de Julio.
Aquí el radicalismo centenario podría incorporarle su fibra al esqueleto. Pero recargarse con infinidad de legisladores e intendencias. A los efectos de reciclarse.
Si pierde, Macri podría dedicarse a disfrutar de la tranquilidad de su familia. De Antonia. A comprobar -en fin- la veracidad de otra sentencia clásica de Vernet, el filósofo positivista de Rosario. Reza:
“Cuando un político dice que quiere disfrutar de su familia es porque lo cagaron”.
En cambio los radicales, si pierden, se quedan con el aparato renovado. Recargado y en condiciones de ponerlo a disposición de una cabeza propia. La del promovido Sanz.
Más problemática resulta la posibilidad de entregárselo a Cobos, El Cleto No Positivo. A quien no le perdonan haberse ido en 2007 con Kirchner, El Furia.
Aunque nadie en el radicalismo está en condiciones de perdonar a nadie, menos después de haber apoyado, en 2007, al peronista Roberto Lavagna, La Esfinge. O que El Alfonsinito haya pactado, en 2011, con Francisco de Narváez, El Caudillo Popular.
Consta también, en el boliche swinger, la suave ironía de Sanz. Cuando prefiere alterar los términos de la fórmula para proponer Sanz-Macri. Hasta el cierre del despacho nadie registra esa posibilidad.
El amontonamiento de FAUNEN, de darse la fórmula pragmática Macri-Sanz, nació seguramente partido.
Los mormones del socialismo, y los buscapinas de la izquierda, tienen ganas de ganar. Pero consideran que es muy alto el precio de ganar con la escafandra de Macri. Al que consideran de derecha. Aunque Mauricio ya no sabe qué hacer para que los progresistas lo acepten como un par. Como si fuera otro Alfonso Prat Gay, El Amalito.
Pero abundan los extendidos límites morales que entienden que Macri representa una frontera que los dignos no deben cruzar. Para cuidar la identidad, y poder dirigirse tranquilos a la emisión de Maxi Montenegro, sin objeciones de conciencia. Como por ejemplo Fernando Solanas, El Dirigente Universitario, que está abonado.
O el propio Hermes Binner, el John Wayne de El Hombre Quieto, al que quieren recluirlo en Santa Fe, donde los radicales se aferran también al presupuesto.
Trasciende, aparte, que de existir un gran arreglo con Macri, la cabeza de Del Sel no será entregada como parte de pago. La alianza puede ser por la presidencia, pero con las manos libres en materia de gobernación.
Por supuesto, si se hostiga el arreglo hasta evitarlo, y Macri y Sanz van previsiblemente por su lado, se facilita la permanencia del peronismo. En cualquiera de sus dos vertientes, Franja de Massa o Milagro-Scioli, podría entonces resolverse el conflicto de manera natural. Con los peronistas en el gobierno que brindan la ventaja de tener identificado al culpable de todas las desgracias.

Cordobecismos

Por su parte De la Sota también está con la caña al borde del dique. Nada quiere saber con ser de nuevo gobernador de Córdoba (como quieren conformarlo a Cobos en Mendoza). Ni conformarse con la parsimonia de la senaduría (que es lo que ambicionan capturar para siempre Reutemann, Rodríguez Saa y Romero).
El Cordobés Profesional confirma que está para presidente o para disfrutar de la familia. Para comprobar la veracidad del Teorema de Vernet.
Como no quiere quedarse solo en el boliche swinger, después de haberle dado la espalda al vegetalismo peronista, De la Sota plantea una interna en las PASO con Massa. Y en un arranque de astucia cordobecista lo incluye también al propio Macri.
A Massa, en principio, le convendría, ya que necesita ganarle a alguien, a los efectos de no perder meses de presencia electoral. Pero también le asusta porque la jugada es proclive a la perversidad de las operaciones. Y a lo mejor De la Sota hasta le puede ganar, y dejarlo afuera. No olvidar que De la Sota no es un bocadito tierno, como Insaurralde.
Tal vez Massa hubiera preferido encarar una interna con Adolfo Rodríguez Saa. Pero los habitantes del Estado Libre Asociado de San Luis son lo suficientemente pícaros como para cobrar muy cara una “interna para perderla”.
“¿Cuál es la nuestra?”, confirma la Garganta, como si le preguntara, en latín “¿ubi est nostram?”. ¿Dónde está la mía?

El Lindo Julián

Alejado del boliche swinger, por sus preceptos católicos y su tradicional monogamia, el que se largó es Domínguez, El Lindo Julián. Sin poder entrar aún en ninguna pantalla, ni siquiera en una selfie.
Con un sistema inverso, desde abajo hacia arriba. El Lindo Julián arrancó con una comida con diez amigos, y les pidió a cada uno que, para la próxima comilona, cada uno llevara otros diez (que pagara su propia cuenta). A la segunda fueron casi cien los comensales. Volvió a repetir el mecanismo hasta alcanzar un núcleo fundador de hierro, Casi 800 buscapinas julianistas se disponen a acompañarlo. Para tratar de mantener mojadas las medialunas, que consumen desde hace años, sin pausas de relajación.
El Lindo Julián mantiene, como proyecto movilizador, la idea del alfonsinismo. Trasladar la capital hacia Santiago del Estero. Sería un enorme alivio para los porteños.
Lo acompañan los patriotas que mantienen los pies adentro del plato del Partido Justicialista Vegetal. Kunkel, Díaz Bancalari, la señora Bielsa, Eduardo Valdés, Calcagno y Oporto.
Como la mayoría de los postulantes del vegetalismo, El Lindo Julián tiene su fotografía en los paredones, con el inquilino de la Nueva Puerta de Hierro, El Vaticano.
Un Francisco que, con la interna peronista, en el fondo, según nuestras fuentes, se divierte.

Oberdán Rocamora

Franja de Massa o Milagro-Scioli

sobre informe de Consultora Oximoron
Redacción final Carolina Mantegari

Introducción
Combate de resistencia

Al cierre del Informe, los tres protagonistas exclusivos de la consagrada miniserie se encuentran casi a la par.
Queda Mauricio un poco más replegado, aunque con posibilidades difusas de sorprender. Bastante remotas, eso sí.
Se aleja la perspectiva de aliarse con el esqueleto de los radicales.
Aparte, Oximoron registra que se pontifica, en exceso, sobre el (engañoso) agotamiento del peronismo.
Para la plácida visión, el peronismo emerge como el culpable genérico de la mayor parte de los males.
Entonces se enuncia voluntariamente que se viene el turno del “no peronismo” (más engañoso aún).
Pero con estos valores en juego, se concluye que es imposible. Con la sumatoria de los postulantes ejemplares del Frente Unen, con exponentes que atraviesan el jardín luminoso que contiene a la ética y la estética, difícilmente podrán imponerse sobre alguno de los dos peronistas principales del escenario.
Sea Sergio o sea Daniel. Franja de Massa o Milagro-Scioli.
Si las elecciones nacionales transcurrieran el próximo domingo, los excitados no peronistas -para Oximoron- volverán a quedarse afuera. Con la moralidad servida de la oposición.
Significa confirmar que hoy la batalla electoral se dirime en una suerte de interna peronista. Entre La Franja y El Milagro.
Por suerte, faltan aún diecisiete meses para la tranquila inutilidad de las primarias abiertas y obligatorias. Las PASO.
El combate que se viene es de resistencia. Sin respiros, pausas ni relajaciones en la política swinger. Aunque se venga el Mundial de fútbol que genera esperanzas vanas de olvido. Sobre todo para los damnificados de la etapa lazarista del cristinismo.
Para esta pelea de resistencia, aparte de armarse, los tres protagonistas de la miniserie deben cuidar el aire.
Comparten, los tres, severos dilemas de oxígeno.

Osiris Alonso D’Amomio
Director/ Consultora Oximoron
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El Milagro Scioli

Así como el mensaje es el medio, o viceversa, aquí el Milagro es Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol. Un desafío para analistas y académicos.
Por más que La Doctora lo disuelva entre la sopa espesa de una de las cuantiosas vicepresidencias inútiles del Partido Justicialista Vegetal (PJV). Por más que quede diseminado entre otros potenciales presidenciables, el positivista muestra con “fe, esperanzas y siempre para adelante” que va a quedarse para la conversación final.
A valores de hoy, en una disputa con Sergio Massa, Aire y Sol II, titular de la Franja de Massa.
Sin una gestión que nadie le reconozca, y ni siquiera le ponderen, Scioli sale de shopping por las provincias. Supone fortalecerse con la adhesión de los “gobernadores atragantados” que en su mayor parte no tienen reelección. Y tampoco le garantizan victorias territoriales. Pero le permiten exhibir un grupo presentable y compacto, que recibe también sin reparos al desafiante principal en el plano interno. Sergio Urribarri, El Padre del Marcador de Punta.
El vegetalismo peronista permite mostrar la apariencia de un esqueleto bien armado. Con huesos gastados, aún en condiciones de uso.
El Milagro-Scioli persiste entre menoscabos extraordinarios, y subestimaciones sin originalidad. Pero se le incorporan, a diario, los valiosos buscapinas que comienzan a creer, con seriedad y sin nada para perder, que están ante la evidencia del milagro. De verdad.

Massa y su circunstancia

De los tres protagonistas, Sergio, El Renovador de la Permanencia, es quien parece divertirse más con la centralidad.
Crece, se estanca, y vuelve a crecer. En medio de la ordenada desorganización que gira a su alrededor. Como si fuera un atributo.
Para Oximoron, el massismo parece convertirse en un fenómeno “orteguiano”. Pero por el filósofo español Ortega y Gasset, y no por Palito, el tucumano, que supo ser uno de los mentores de Sergio.
“Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Lo dijo Ortega y Gasset.
Aquí, en cambio, es Massa y su circunstancia.
Porque La Franja de Massa está donde está Massa. Y es, en el fondo, sólo aquello que hace, o dice Massa. Palabra de Sergio.
“Tenemos la estampita y los fieles. Sólo nos faltan los buenos pastores”. Lo confirma un massista extraño, para colmo de los más racionales. Al que le cuesta ubicarse en la desorganización que a Sergio, llamativamente, lo estimula. Y la goza.
Al mejor estilo Menem, el orteguiano Massa cree cargar consigo la buena estrella del César. Con la cual los protege a los protagonistas plausibles de una comedia de malentendidos.
Al tenso Martín Redrado y al eficiente Miguel Peirano. A la formada señora Graciela Camaño, La Negra, y al experto intendente Gilberto Alegre, de Villegas, hoy transformado en legislador.
Y a la serie entrañable de los “renovados”. Como De Mendiguren, Felipe Solá, Tito Lusiardo, alias Juanjo, el poeta Alberto Fernández, el Chupete Manzano, el conde polaco Eduardo Amadeo, al aportante espiritual Jorge Brito y su lugarteniente Rodríguez, El Corcho. Sin olvidarse nunca de Pierri, El Muñeco, o de los “renovados” más formidables. Como Reutemann, Romero o los Rodríguez Saa.
También hay protección para todos aquellos que se jactan de tener ciertas influencias sobre el titular de la Franja. Sergio finge escucharlos con atención, aunque siempre para hacer, o decir, lo que se le cante.

Consuelos del macricaputismo

Para Mauricio, El Niño Cincuentón, Sergio llegó para complicarle la carrera política. Transformarse en su obstáculo.
La animadversión política hacia Massa es también un valor que la acerca a La Doctora (aparte de los aspectos puntuales de fuerte incidencia económica. Inmobiliarios, como el traspaso de la Esma, o de relativa espiritualidad).

En PRO -expresión institucional del macri-caputismo- se consuelan con una creencia que en el fondo los justifica.
Indica que, si la señora Gabriela Michetti, La Princesa de Laprida, le hubiera hecho caso a Mauricio, y aceptaba jugar en Buenos Aires, La Inviable, Massa se quedaba en el molde. Perdido entre las vueltas de la rotonda. No hubiera “jugado”.
Por lo tanto, con Michetti activa en Buenos Aires, en el escenario de 2013, la Franja de Massa nunca hubiera existido.
Tarde para lamentaciones contra-fácticas. Porque La Franja de Massa existe y hoy encabeza cualquier encuesta.
Ocurre que Sergio le arrebató a Mauricio hasta la cucarda de la juventud. Es trece años más joven y le disputa el mismo mercado.
Pero la popular Michetti prefirió quedarse en el Artificio Autónomo de la Capital. Para beneficio indirecto de Massa, y para la complicación ostensible de Horacio Rodríguez Larreta, El Carismático de Pompeya.
Horacito no escatima recursos para convertirse en el sucesor de Mauricio. Con la venia, en apariencia, del inmanente Nicky, y del propio Mauricio, quien ni se inmuta ante el entusiasmo de los innumerables que descubren la ventajita de enfrentar a El Carismático.
Como los Peronistas Originarios. Diego Santilli, El Colorado, y Cristian Ritondo, El Potro. Desde el interior del macricaputismo.
O como Martín Lousteau, Sir Alfred Douglas, el crédito del amontonamiento de Unen.

Noción de tagliaferrismo

Por la colonización siempre pendiente de Buenos Aires, La Inviable, Mauricio decidió suplir, a la reticente Michetti, por la obediente señora María Eugenia Vidal, La Chica del Flores de Carriego.
A los efectos de librarse de otra eventual competidora, Horacito, El Carismático de Pompeya, apoyó la idea de desplazarla con curioso apasionamiento.
Le prometía lo que fuera -con tal que se fuera-, a María Eugenia Vidal. Para que se lanzara, como Roca, a la conquista del desierto.
Lo extravagante y divertido del Pro es que se trata, en el fondo, de un partidito urbano, tan gerencial como hogareño. Donde los episodios domésticos suelen adquirir cierta trascendencia política.
Ya se registró algún alentado divorcio que favoreció, incluso, la proyección política de un gran cuadro macricaputista.
Trasciende que La Chica de Flores tuvo ciertas dificultades para financiar la colonización bonaerense. Las trabas nunca deben ser atribuidas a Jorge Macri, El Primo (que era) Pobre, su competidor interno.
Al contrario, los problemas de recursos se agravaron, según nuestras fuentes, por las ambiciones predominantes del máximo cuadro del tagliaferrismo (movimiento que paulatinamente se extiende por los suburbios).
Es Ramiro Tagliaferro, El Neo Nancy, para colmo fiel esposo de La Chica de Flores. Un impulsivo concejal de Morón, gracias a la alianza olvidada con la Franja de Massa. La que con suerte ínfima intentan reeditar Ramón Puerta y Diego Guelar.
El dilema se resolvió con el alejamiento del numen del tagliaferrismo. El abandono de Ramiro del comando de la campaña de la conquistadora Vidal.
En algún momento se especuló, incluso, con el salto en garrocha de Tagliaferro hacia el massismo. Desplazamiento que, según nuestras fuentes, deseaban varios macricaputistas.
“Mejor, que se lo lleve Massa”, confirma la Garganta.
Lo importante, para El Carismático de Pompeya, es que La Chica del Flores de Carriego no suspenda la colonización. Y que no decida marcar, de nuevo, altiva presencia en el Artificio Porteño.

Romance del Mauricio y La Doctora

Escribe Oberdán Rocamora

Redactor Estrella, especial para JorgeAsísDigital

 

En blanco y negro, El Romance del Aniceto y La Francisca es de los films más logrados de Leonardo Favio, el ingenio que nos falta. Se lo evoca apenas como punto de partida para tratar la enternecedora relación vecinal de La Doctora -lejos de ser la María Vaner de La Francisca- con Mauricio, El Niño Cincuentón, que poco tiene del Federico Luppi que hacía de Aniceto.

El romance político de Mauricio y La Doctora irrita por igual a los sensibles radicales -como Gerardo Morales, El Milagritos- y a los massistas ambiciosos como Darío Giustozzi, El Habitante Eterno del Cable.

Algo despechados, ellos creen asistir a las derivaciones graves de un pacto. Al contrario, la relación del Mauricio y La Doctora es, según nuestras fuentes, perfectamente cándida, platónica, casi naif. Aunque impregna de ternura la política swinger del sustancial 2014.

El entremés romántico, hasta hace tres días, era sólo telefónico. Aporta una tensión reconfortante a la parsimonia achanchada de Daniel, Mauricio y Sergio (cliquear). Consagrada miniserie del Portal que atraviesa la segunda época de sucesos.

El idilio facilita la convivencia. Atenúa los ataques devastadores del “anibalismo”. Posibilita la resolución de los temas pendientes entre los vecinos cordiales. Conversaciones que rozaban la problemática municipal. Con la idea de resolver los conflictos. Desde arriba se instruyen las soluciones, para que tres funcionarios casi familiares las concreten desde abajo. Viejos conocidos de la provincia de Buenos Aires, La Inviable.

Son Eduardo De Pedro, El Wado, y Florencio Randazzo, El Loco de la Florería, por parte de La Doctora. Y Emilio Monzó, El Diseñador, por el costado de Mauricio.

Desfila desde la culminación del tramo de la autopista hasta el traslado del jarrón chino del monumento a Cristóbal Colón.

Sin embargo la comunicación dejó de ser exclusivamente por telefonía celular. Fue La Doctora quien blanqueó el encuentro privado del primer tipo. El que debía mantenerse en el secreto.

Entonces Mauricio quedó como el “alma del bandoneón”. En “orsay”. Como en el tango.

 

Problemática nacional

Al adelantarse, La Doctora lo dejó a Mauricio fuera de juego. Como un caballero sin memoria, El Niño Cincuentón se bancó la desubicación. Como lo tratado sólo lo saben los dos, crecieron las especulaciones que aluden a la marcada preferencia de La Doctora. Para que Mauricio sea El Sucesor, en desmedro de El Enemigo, o sea Sergio, Titular de La Franja de Massa, y de El Esmerilado, Daniel, Líder de la Línea Aire y Sol (leer “El Enemigo, El Sucesor y El Esmerilado”).

El encuentro furtivo de los epígonos del Aniceto y La Francisca marca, pese al secreto, algunos cambios notorios. Es la primera vez que Mauricio se atreve a plantearle a La Doctora problemas nacionales. Nada tienen que ver con el erotismo municipal. Por ejemplo liberar las obstrucciones a la exportación de trigo. O colocar, en el momento cumbre del romance, la problemática que alude a una palabra que nunca debiera pronunciar un festejante educado. Inflación.

Ante el cambio del panorama, las segundas líneas de ambos gobiernos se esmeran en ostentar la obediencia. A creer que, entre los perversos tortolitos, está todo arreglado. Y que el mito bacheletiano (cliquear) de La Doctora puede convertirse en realidad. Por interesado amor, Mauricio se presta entonces para ser el Piñera que La Doctora necesita, para volver. Aunque aún ni remotamente piense en irse. Quedan alternativas. Ampliaremos.

No obstante, el idilio presenta sus incómodos inconvenientes para uno de los amantes. El varón. En el plano, sobre todo, electoral. Ya que el opositor duro que abunda, y que se siente representado en El Niño Cincuentón, sueña tiernamente con verla presa a La Doctora. La pobre, de pronto, pasa a transformarse en otro jarrón chino. Como el monumento a Colón.

¿Dónde poner a La Doctora? ¿Cómo desconocer el poder que aún detenta? En franca declinación. En el esplendor de la etapa lazarista del cristinismo. Pero con la botonera a su disposición, durante otros 17 meses. La Doctora va a utilizar la temible botonera hasta el último día. Y más aún.

 

El deporte de tirarse con La Doctora

Preguntas similares surgen también en el airesolismo sciolista. En medio de la trampera, Daniel, El Milagroso, tiene que esforzarse, primero, en conseguir el apoyo imposible de La Doctora.

Ella duerme poco sólo para disponer de más tiempo despierta. Para esmerilarlo.

Pero Daniel mantiene la potencia optimista del milagro. Y merced a la ideología del vitalismo va a ser el candidato (cercado) de La Doctora.

Por lo tanto el positivista tendrá que esmerarse después para lograr que el apoyo de La Doctora no lo sepulte. Para que no le espante a los hartos de las capas medias, que la detestan con énfasis. Y que, si aún respetan al Milagro Scioli, es porque El Milagroso se las ingenia, a pesar de todo, para diferenciarse.

El Aire y Sol trasciende en un extraño laberinto. No es como los que inexorablemente deben apoyarlo. Ellos prefieren, de entrada, apoyarlo a Sergio Urribarri, El Padre del Marcador de Punta, que compra cristinismo en pie. Entero. A ciegas y llave en mano. Nada tiene para perder, en definitiva.

Con los que quieren a La Doctora, en cambio, a Daniel no le alcanza para ganar nada. Aparte, para habilitarlo como el candidato “del espacio”, La Doctora le va a pegar otra estampilla como vice. Un nuevo Mariotto. Y va a llenarle la canasta de diputados. Que es precisamente lo que necesita La Doctora para hacerse la jefa de la oposición a Mauricio. Y perseguir los pasos de la señora Michelle Bachelet.

Tirarse con La Doctora amenaza con convertirse en un deporte de riesgo.

De los tres, quien menos padece ese furioso deporte es Sergio. Al escogerlo como El Enemigo, La Doctora lo purifica a Sergio ante los independientes hartos. Lo construye entonces como El Renovador. Así renueve, probablemente, la Permanencia.

 

Juan Manuel, Florencio y el Tío José

¿Habrá lugar para un cuarto personaje en la miniserie?

Pudo haber sido Milton Capitanich, El Premier, pero El Montenegrino Denso se derritió enseguida.

Parece postularse Juan Manuel Urtubey, El Bello Otero, que suele hacerse el tonto con inapelable idoneidad.

Al amparo del agotamiento posible del trío, el planteo de Urtubey, según nuestras fuentes, deriva en una jugada combinada, con obstáculos. Quiere asegurarse otros cuatro años como gobernador de Salta. Debe ganarle en abril de 2015 a Juan Carlos Romero, El Desperdiciado, que adhiere a La Franja de Massa. Con el territorio asegurado, Urtubey planifica saltar después hacia la carrera nacional. Nada tonta la ambición.

Pero el obstáculo de Urtubey no es solo Romero. Es el creciente Partido Obrero, que va por el control de Salta, La Troska.

Otro que amaga es Randazzo, El Loco de la Florería. Para diferenciarse, El Loco no estuvo presente en la kermesse del Mercado Central, organizada por el cristinismo duro de circuito cerrado, para lucimiento alucinante de Zannini, El Cenador, que se equivocó de década y habló como si fuera Agustín Tosco.

La Doctora, que en el fondo nunca lo quiso a Randazzo, según nuestras fuentes, lo amonestó. Pero El Loco es el único islote del archipiélago cristinista que funciona solo. Sostenido por documentos de identidad que sella, o por los vagones chinos que atenúan el escándalo por los vagones chatarra comprados en Portugal.

Los camporistas tampoco lo quieren. Aunque Máximo, con frecuencia, lo llama. Por ejemplo para ordenarle, según nuestras fuentes, que vaya a cerrar un acto en Córdoba. Contra José Manuel De la Sota, El Cordobés Profesional, que hoy figura en la miniserie como el complementario Tío José.

Siete samurais y cuatro poderosos

sobre Informe de Consultora Oximoron
Redacción final Carolina Mantegari

Dos bonaerenses, un porteño, dos mendocinos, un santafesino y un cordobés. Siete samuráis que se encuentran aspectados para calzarse la banda. En el siguiente orden.
Conste que los dos primeros pertenecen a la superstición peronista.
Sergio Massa, Aire y Sol II; o El Renovador de la Permanencia.
Daniel Scioli, Lider de la Línea Aire y Sol I, o El Milagro.
Mauricio Macri, El Niño Cincuentón, el que crece por ausencia. Pilar del macricaputismo gerencial.
Integrantes de “Daniel, Mauricio y Sergio”, la consagrada miniserie del Portal. Se sostiene en la carencia desde hace dos años. Protagonistas exclusivos de “la política swinger” también.

En la misma línea, con diferencias leves, pueden situarse los cuatro restantes. Tres de ellos representan la necesaria alucinación del Frente Amplio UNEN. La conjunción de esmerados radicales que hacen el amor a oscuras, con los socialistas mormones que lo hacen vestidos. Y con un despliegue de admirables buscapinas que la ponen como pueden.
Los unionistas nacieron infortunadamente partidos. Amontonamiento de presencias luminosas que sirvieron para agigantar la ausencia mediática de Macri.
Una de dos, El Niño Cincuentón se impone como el límite o como la salvación. Es el providencial que facilita, en la segura segunda vuelta, la perspectiva del triunfo electoral.

Hermes Binner, el John Wayne de El Hombre Quieto, el socialista mormón. Y dos radicales que reivindican, otra vez, la tradicional receta institucional de “acción y aventuras”.
Julio Cobos, El Cleto No Positivo, es el radical menos querido por los radicales etimológicos, pero el más valorado por el público normal.
Ernesto Sanz, La Esperanza Blanca, es el más valorado por los radicales, pero casi un desconocido para el público normal. Un misterio insondable porque La Esperanza Blanca, gran parte de su tiempo, la pasa alojado en las emisiones del cable. Cama adentro.
La primera línea de los siete samuráis la cierra José Manuel de la Sota, El Cordobés Profesional. Para terminar con su influencia en Córdoba, Carlos Zannini, El Cenador, y La Doctora, no vacilaron en incinerar al hasta entonces ascendente Capitanich, El Premier. Es quien irrumpió como aspirante a primer samurai, pero después del desastre de Córdoba derivó en un “oficial de atrás en caballo blanco”. Como lo diría Enrique Wernicke, el notable novelista olvidado.

Banco de suplentes

Los siete samuráis de mayo mantienen una segunda línea de samuráis en el banco de suplentes. Con más entusiasmos que posibilidades, los banqueros tratan de desplazarlos, a los efectos de ingresar en la primera línea.
Aquí puede ubicarse al entrerriano, Sergio Urribarri, El Padre del Marcador de Punta. Es quien compra la totalidad del cristinismo en pié, tal como está, “llave en mano”. Cuenta con el apoyo insufrible de la Constructora Quebrantada de las Madres, y con el aval relativo de los acomodaticios buscapinas de La (Agencia de Colocaciones) Cámpora. No obstante, por un puñado de bancas, los camporistas, según nuestras fuentes, están a punto de saltar hacia el milagro de Aire y el Sol I, Scioli. Saben que la línea real de La Doctora viene por ese lado. Que el hombre es Scioli, y el resto son sparrings.

Camporistas de medialuna enarbolada perciben que los gobernadores del Partido Justicialista Vegetal se encuadran con Aire y Sol I. Muchos de los gobernadores no tienen reelección, y distan de garantizar los triunfos. Paco Pérez, El Flaco Gioja, el Eduardista Béder, la señora Corpachi, el Gordo Kloss. Es preferible entonces adherir al milagro, antes que los exponentes del vegetalismo se tienten con saltar hacia la Franja de Massa.
Como Romero, El Desperdiciado, Reutemann, El Más Desperdiciado aún, o el puntano más confiable de los Rodríguez Saa. Adolfo, del Estado Libre Asociado de San Luis.

Dos bonaerenses emergen también, en el banco de suplentes, como sparrings de Scioli. Es Randazzo, El Loco de la Florería, y su rival perpetuo de la Cuarta Sección. Domínguez, El Lindo Julián.
Ambos amagan con ir por la nación pero con la perspectiva incierta de cerrar por la provincia, La Inviable.
Aquí Randazzo y Domínguez tendrían que enfrentarse con “compañeros” de la misma superstición que se anotaron en la Franja de Massa. Graves renovadores de la permanencia como Giustozzi, mirado con la desconfianza del reojo por el resto del massismo. Y con Cariglino, de La Compañía de Jesús.
La segunda línea de samuráis la completa un salteño de la superstición. Juan Manuel Urtubey, El Bello Otero. Reconocido experto en el arte de hacerse el tonto. Por lo tanto Urtubey puede mojar alguna vicepresidencia. Van cuatro.
Siguen en el banco de suplentes dos inclasificables que se reportan al UNEN quebrado. Elisa Carrio, La Empresaria en Demoliciones, habilitada para jurar donde sea. Como presidenta o gobernadora. Y el cineasta Fernando Solanas, El Dirigente Universitario que se atreve a disentir con La Demoledora que lo hizo senador.
Con ambiciones que nadie siquiera comienza a tomar en serio, debe mencionarse también a Agustín Rossi, El Chivo. De los funcionarios doblemente leales que suele reportarse a dos pesados de verdad. La Doctora, y el general César Milani, el Irresistible Seductor de Sexagenarias.

Los poderosos

El Informe Oximoron culmina con la significativa alusión a los cuatro poderosos.
La Doctora mantiene vigente el poder del Estado, mientras estimula el mito bacheletiano del regreso. Conserva el atributo de la decisión, la conducción de la Nada Vegetalista, y la extendida capacidad de daño.
Milani, en cambio, concentra el poder letal de los fierros. Aunque los explosivos se encuentren deteriorados.
Ocurre que los fierros tienen un jefe, por primera vez en treinta años (y más aún). La autoridad que le concede La Doctora a Milani se derrama sobre las tres armas.
Emerge entonces Milani como el controlador de la calle. Con el avance progresivo del ajuste, la calle se va a poner cada vez más difícil, más dura. Aquí Milani convive obligadamente con Berni, El Licenciado Serial, que está muy enojado con Milani porque no lo incluyó en el ascenso para coronel.

El tercero de los poderosos es Hugo Moyano, El Charol. Encanto de la Negritud.
Alude Moyano a una realidad consolidada, aunque indeseable para los adictos al esquema plácido que invoca lo políticamente correcto.
Contiene Moyano la anunciada certeza. Puede parar cuando le plazca el país.
Junto a Luisito Barrionuevo, alias Harry, El Charol supo perforar la plácida negatividad de las encuestas. Reducirlas a la dimensión de la papelería intrascendente. Mera temperatura anímica de una sociedad sin líderes.

El cuarto y último de los poderosos es Marcelo Tinelli, El Cuervo de Poe. Representa a la temible comunicación.
Aquí el informe prefiere evocar a Roberto Galán, cuando a principios de los 80 lanzó un exceso en el Rond Point.
“Con “Si lo sabe cante”, si me dejan hacerlo, le salvo la vida política a Viola”, dijo. “Lo que quiere el pueblo, quiere reírse y cantar”.
34 años después, con los 30 puntos de rating de Showmatch, El Cuervo de Poe confirma y aumenta la sentencia del viejo Galán. Tanto los samuráis como el resto de los poderosos temen los efectos de su voluntad.
Salvarlos o desmoronarlos, creen que Tinelli todo lo puede. De manera que persiste el equívoco apresurado. Indica que El Cuervo de Poe decide las elecciones. Sin impugnar los atributos de la popularidad, se asiste, para Oximoron, a una subestimación frontal de la sociedad. Aunque el pueblo quiera reírse y bailar.