El kirchnerismo realizó una maniobra infantil de usurpación que denunciamos en la sesión en la que se logró la media sanción de la indemnización a los ex trabajadores de YPF. Nos excluyó como autores del proyecto, tanto en el informe del plenario de comisiones como en la mecánica de tratamiento en el recinto: los informantes fueron sólo diputados del FPV, cuando nuestro proyecto fue parte vital del debate que llevó al dictamen de consenso.
El gobierno indemnizó a Repsol al liberarla de uno de sus grandes pasivos que era la deuda de la Propiedad Participada con los 30 mil trabajadores despedidos. El Partido Obrero lo denunció el día que se aprobó la indemnización a los vaciadores y se lanzó a reorganizar el movimiento de lucha mediante una Coordinadora Nacional con núcleos en cada provincia. Con ellos elaboramos un proyecto que fue vital en la conquista obtenida, aunque la ley final no sea exactamente como la propuesta.
Lo arrancado obedece a la lucha entablada y a las presiones de los Soros y los Black Rock, que quieren una YPF SA con un panorama judicial despejado para sus inversiones de bolsa en la compañía. La usurpación de autoría del kirchnerismo tuvo por objeto vender que la indemnización a los compañeros, abandonados durante toda la “década ganada”, es parte de la “recuperación de la soberanía energética”, cuando es para disimular la entrega y realizarla mejor.
En la batalla por la letra final, se apreció la importancia de nuestro proyecto. El proyecto de Feletti, jefe de la Comisión de Presupuesto y, por lo tanto, “la voz de Kicillof” en el debate, compensaba sólo a los no hubieran recibido nunca importe alguno, que son unos 7.000 afectados; otros 22.000 quedaban afuera. Se adjudicaba un complemento en ¡120 cuotas! sólo a quienes estuvieran jubilados. Entre ese proyecto y lo que se aprobó hay un abismo. Cobrarán todos los afectados 956 acciones a precio de bolsa. Y aquellos que cobraron un importe en el 2003 también lo cobrarán con un descuento, resultante de una actualización de lo recibido mediante un índice combinado propuesto por nosotros ante la negativa oficial a considerar el índice de costo de vida del Indec, que en este caso era el más favorable. En el debate previo se incluyó a los herederos de los compañeros fallecidos y se declararon inembargables los títulos a percibir. El cobro en bonos fue aceptado porque no hubo otro remedio, debido a que los propios vaciadores cobraron de esa manera en esta Argentina en bancarrota.
La indudable victoria de los trabajadores y del trabajo del PO, que incluyó movilizaciones, actos, piquetes, mesas redondas (Altamira-Rogel) y se asoció a la lucha contra la “ley Chevron” y contra la indemnización a Repsol, no puede ser distorsionada. Como parte de esa lucha política, en la intervención de la sesión de aprobación, en medio de una ovación de los ypefianos, planteamos todo un programa de cara al futuro: que los costos de la indemnización los paguen las petroleras mediante un impuesto especial, no los contribuyentes. Porque ocurrirá, como con tantas cosas, que las familias afectadas pagarán con los impuestos su propia reparación.
La movilización no debe ceder para que el Senado trate la ley sin cambios, y luego se reglamente y ejecute de manera tal que los trabajadores que han esperado 22 años para esto no reciban dinero desvalorizado por la inflación. Por otro lado, seguiremos la batalla por otras dos reivindicaciones ya plasmadas en otro proyecto de ley elaborado con la Coordinadora: la reinstalación en YPF SA de quienes lo soliciten y la reparación jubilatoria de quienes no logran jubilarse o se han jubilado mal como resultado del despido.