Más parches que soluciones de fondo

El Gobierno anunció un nuevo plan de blanqueo de capitales. Uno de los objetivos de este plan es financiar la reforma y el aumento de las jubilaciones prometidas por Mauricio Macri. Se pueden ver dos motivaciones en este aspecto. En primer lugar, varios de los 47 países que firmaron el acuerdo intercambio de información financiero-fiscal están tomando medidas similares. En segundo lugar, Cambiemos ha decidido reducir el déficit fiscal de manera gradual. Dado el alto nivel de presión tributaria, aumentar los impuestos de manera significativa no es viable. El blanqueo busca proveer fondos al fisco.

El Gobierno descuenta que el blanqueo será exitoso, ya que con el acuerdo de intercambio financiero no será tan fácil esconder fondos en el exterior. En segundo lugar, teniendo en cuenta el contexto internacional de bajas tasas de interés, invertir en bonos del Tesoro argentino será más rentable que dejar dichos fondos en el exterior.

El término ‘blanqueo’ dista de ser el más apropiado. Esta palabra suele hacer referencia a las operaciones que buscan maquillar un origen legítimo a fondos obtenidos de manera ilegítima. Por ejemplo, cuando en un hotel o un casino se reporta que se han tenido más clientes que los reales y estos han pagado en efectivo. Sin embargo, en este caso la propuesta está destinada (en principio) a fondos obtenidos de manera legal, pero que no han sido declarados. Por ello, hablar de “amnistía fiscal” o de “declaración de activos ocultos” es más preciso y neutral. Continuar leyendo

Sobre PRO contra Uber

El martes 12 de abril Uber dio inicio a sus actividades en Buenos Aires. Esto tomó de sorpresa no sólo a sus clientes, sino también al Gobierno del PRO en ciudad de Buenos Aires (CABA) y al sindicato de taxistas. La reacción del PRO se ha prestado más a confundir a la opinión pública que a ayudar a que las nuevas tecnologías y los servicios hagan pie en un país que tanto necesita de nuevos emprendimientos. Si bien en este caso la empresa involucrada es Uber, esta no es la única que ofrece estos servicios a nivel mundial. Quizás Lyft sea la alternativa más conocida. Pero hay distintas empresas similares en varios países alrededor del mundo. Mis comentarios van por igual para Uber como para cualquier otra empresa que ofrezca el mismo tipo de servicio.

La primera cuestión a aclarar es qué servicio presta y no presta Uber. Uber es un intermediario entre dos vecinos que no se conocen. Uno de ellos demanda un transporte y el otro está dispuesto a ofrecer este servicio. Es como un banco, que no presta sus ahorros, sino que conecta ahorristas con deudores y cobra una comisión por ahorrarle a cada uno el costo de buscarse y encontrarse. Uber, en este sentido, no ofrece transporte propio ni los conductores son sus empleados. No se sigue que Uber deba adaptarse a la regulación de los taxis, del mismo modo que el individuo que lleva a su vecino el lunes por la mañana a cambio de un pago no debe adaptarse a la regulación de taxis. Lo que Uber hace es proveer información: dónde se encuentran estos vecinos. ¿Acaso, por ejemplo, los pools escolares son ilegales? ¿O sólo lo son si en lugar de coordinar telefónicamente los padres lo hacen a través de su teléfono, vía una aplicación llamada Uber? ¿O pasan a ser ilegales si quien hace de conductor recibe una modesta compensación? Uber es una plataforma de información y comunicación entre vecinos. Continuar leyendo

Tierra arrasada

Doce años de kirchnerismo están dejando un país en crisis económica y con un serio deterioro institucional y social a la administración entrante de Mauricio Macri. Recesión, inflación, abultado déficit fiscal, deuda externa en default, pobreza en torno al treinta por ciento, presión fiscal récord, falta de reservas y cepo cambiario son algunos de los síntomas más conocidos. Que esto haya ocurrido en una década con elevados precios de commodities y exceso de dólares en el mundo pone de manifiesto el nivel de fracaso del llamado modelo k. Con una Argentina aislada del mundo, el kirchnerismo no puede excusar sus magros resultados alegando que el mundo se nos cayó encima. El kirchnerismo tiene muy pocos logros que mostrar, si es que tiene alguno.
El deterioro económico es tal que no se tiene certeza sobre la situación actual del Tesoro, del Banco Central y de la economía argentina en general. Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) no son confiables y los ministros actuales son reacios a compartir la información de sus carteras con los ministros entrantes, fiel muestra de lo que fue el estilo k desde los primeros días de Néstor Kirchner en el poder. Lo que el kirchnerismo está dejando a Macri es tierra arrasada. Se podría decir que, viendo las medidas tomadas en las últimas semanas, el kirchnerismo le deja también un campo minado. El comportamiento reciente del Frente para la Victoria no respalda la preocupación por el pueblo argentino que este movimiento dice tener como prioridad. Continuar leyendo