La crisis institucional que aqueja a la Argentina es profunda. En los hechos hace ya tiempo que la Argentina dejó de ser una república. Tan ausente, o superficial, se encuentra este problema entre la mayoría de la dirigencia política que pareciera ser que hay un olvido de qué significa tener una forma de gobierno genuinamente republicana. El argumento del 54% del que tanta gala hace el kirchnerismo es una muestra palpable de que el oficialismo no distingue, o no le interesa hacerlo, entre “democracia” y “república”. ¿Por qué es tan importante el concepto de república?
Supongamos que los 40 millones de habitantes que viven en Argentina lo hacen en un gran edificio de departamentos donde cada familia es dueña de su propiedad. Este edificio necesita que los servicios públicos (electricidad, agua, etcétera) funcionen así como seguridad para que no haya agresiones de terceros (defensa exterior) ni entre vecinos (policía). Este edificio puede administrarse tanto como un reinado, o bien bajo un sistema republicano.