El Nobel de Economía fue este año para Jean Tirole (Toulouse School of Economics.) Posiblemente un nombre desconocido fuera del ambiente económico a pesar de que su trabajo ronda las 80.000 citas. Si bien el comité otorgó el premio por sus contribuciones a las regulaciones de empresas bajo poder de mercado, su trabajo es más amplio como bien señala el afamado economista norteamericano Tyler Cowen.
El tecnicismo de los trabajos de Tirole (creciente matematización en el área de organización industrial con uso de teoría de juegos) hacen que sus contribuciones sean esquivas a la opinión pública, pero su trabajo ha sido influyente en el marco regulatorio de servicios y utilidades en varios países de Europa. En resumen, el trabajo de Tirole muestra que no se puede aplicar el mismo marco regulatorio a diversas industrias y que regular los mercados es sumamente complicado.
Entre otros avances, el trabajo de Tirole (junto a varios co-autores a lo largo de su carrera) contribuyó a modernizar los modelos de regulación. En lugar de aplicar modelos con un contexto estático, Tirole admite que el contexto bajo el cual se toman decisiones cambie al incorporar teoría de juegos. Si ante la decisión de una gran firma con poder de mercado los clientes o el estado van a reaccionar, entonces la firma (y el regulador) deben tener esto en cuenta al momento de tomar sus decisiones.
El blog Marginal Revolucion del propio Tyler Cowen y Alex Tabarrok ofrece algunos ejemplos de las implicancias de su trabajo. En especial, por qué precios que a primera vista parecen ineficientes o discriminatorios, de hecho no lo son. A continuación tres casos que ilustran el trabajo que le mereció el Nobel al economista francés.
Renegociación de contratos
Si un gobierno contrata a un monopolista para que le provea bienes o servicios, al menos una de las partes tiene incentivos a romper el contrato para obtener mayores beneficios. Supongamos que el contratista, sabiendo que es el único oferente, decide apartarse del contrato y cobrar extra al gobierno, por ejemplo, por entregar el producto a tiempo. El contratista sabe que el gobierno, al no poder recurrir a otro proveedor, preferirá pagar el costo extra. De este modo el contratista gana terreno sobre el beneficio de su cliente. Si en cambio el contrato resulta en grandes beneficios para el contratista, puede ser el estado quien luego de haber firmado el contrato retacee el pago. Dado que el contratista no puede conseguir otro cliente, bien puede elegir reducir sus ganancias que abandonar el acuerdo por completo. Como diseñar estos contratos es uno de los casos en los que el trabajo de Tirole arroja luz. Por ejemplo, esto ayuda a entender por qué en algunas ocasiones el contratista recibe un acuerdo notablemente beneficioso. El miedo a perder la renta lo lleva a no apartarse del contrato pidiendo desembolsos extra o argumentando que han subido los costos.
Plataformas de mercado
Un mercado de plataforma es aquel donde una firma (Firma 1) diseña una “plataforma” sobre la cual tiene que hacer converger dos agentes económicos. Imaginemos el dueño de un bar (Firma 1) que ofrece la plataforma donde solteros y solteras pueden encontrarse. Dado que el proveedor obtiene beneficios de la participación de dos grupos, ¿cómo debe cobrar los servicios a cada uno de ellos? ¿Es discriminación cuando un bar no cobra entrada a las mujeres pero sí a los varones, o es una decisión de “eficiencia económica” donde por un motivo u otro se cobra más a un cliente que al otro? El problema es que el precio que el proveedor de la plataforma pide a uno de los participantes puede afectar la participación del otro participante por lo que la estrategia de precio al cliente A depende de la estrategia de precio al cliente B (y viceversa). Si los clientes masculinos del bar están dispuestos a pagar una entrada para buscar pareja, el dueño del bar puede maximizar sus ingresos cobrando entradas sólo a un grupo.
Otro ejemplo puede ser el de un centro comercial (plataforma) donde las grandes marcas pagan menores alquileres que las marcas menos conocidas. El objetivo de esto no es discriminar a favor de unas en contra de otras, es la capitalización que la marca conocida hace de atraer clientes al centro comercial beneficiando a las firmas menos conocidas. Lo que la marca conocida atrae es justamente el negocio al traer sus clientes. El proveedor de la plataforma se beneficia de este capital de la marca conocida al ofrecer un espacio común a las marcas menos conocidas, que pagan un premium por tener acceso a una población de potenciales clientes mayor. Un diario (plataforma), tiene dos clientes, los lectores y la venta de publicidad. Es factible que el diario maximize sus ingresos vendiendo el mismo a pérdida a los lectores para maximizar su llegada y obtener mayores beneficios por la venta de publicidad. Lo que a los ojos del regulador puede ser una actitud discriminatoria por parte del proveedor de la plataforma no es otra cosa que el resultado de capturar en los diferenciales de precios maximización de ganancias y diversas cualidades (como la capacidad de atraer clientes al centro comercial.)
Motivación Intrínseca y Extrínseca
En economía se sostiene que los incentivos definen el comportamiento de los agentes económicos. Pero en uno de sus papers más conocidos, Tirole sostiene que puede haber asimetría entre el incentivo esperado de quien impone una regla y quien la recibe. Un padre puede intentar incentivar a su hijo a obtener altas calificaciones en matemática ofreciendo un premio monetario. La intención de la regla es incentivar el estudio, pero la interpretación del hijo puede ser diferente. El hijo puede interpretar que él no tiene las cualidades para obtener una alta calificación por lo que intentará obtener el premio pero no volverá a tomar un curso de matemáticas, puede interpretar que el padre no confía en su juicio o hasta que está intentando controlarlo monetariamente. Si bien el incentivo está presente, la interpretación de la regla depende del contexto y es susceptible de variar según como sea subjetivamente interpretada por cada agente económico. El problema, por lo tanto, ya no es sólo de incentivos, sino de cómo garantizar que el mismo será interpretado de acuerdo a la intención original.
Los avances de Tirole no se limitaron al ámbito puramente teórico, sino que han influenciado en el marco regulatorio de diversos países. En un contexto donde la excesiva regulación en Argentina sólo tiene fracasos para mostrar, el trabajo de Tirole puede servir de recordatorio de los complicado que es regular mercados que a primera vista parecen cometer injusticias o discriminaciones.