Lobby, lobby, que algo queda

En los últimos días recrudecieron los cruces verbales entre el Gobierno nacional y la organización no gubernamental dedicada al lobby financiada por fondos buitre American Task Force Argentina (ATFA).

Desde que la Corte Suprema de los Estados Unidos dejó firme un fallo que perjudica a la Argentina, los lobbistas de ATFA comenzaron a moverse con más rapidez: montaron un nuevo sitio web y lanzaron una campaña con avisos publicitarios contra las posiciones del Gobierno y dos de sus representantes viajaron a la Argentina para reunirse con periodistas locales.

Desde su renovada cara en Internet -más bien un blog- ATFA da a conocer sus posiciones y campañas y también difunde notas aparecidas en medios de prensa internacionales y locales -si son en inglés, las traduce sin demasiada pericia al español y viceversa-: últimamente resaltó opiniones del economista José Luis Espert.

Además recomienda leer informes que considera positivos para sus posturas, como uno del economista Claudio Loser u otro de la consultora Poliarquía.

El sitio va sufriendo modificaciones: por ejemplo, cuando lo dieron a conocer, en el encabezado se veía un reloj que indicaba cuánto tiempo había pasado la Argentina “sin negociar” a partir del fallo de la Corte Suprema, pero luego de que el ministro Axel Kicillof viajó a Nueva York a reunirse con el mediador impuesto por el juez Thomas Griesa, el reloj comenzó a marcar cuánto falta para el “default” argentino que -según su posición- sobrevendría a fin de mes.

En la cumbre de los BRICS en Brasil, la presidenta Cristina Kirchner nombró a la organización y cuestionó una nota publicada en sus sitio web y luego ATFA le respondió a la mandataria a través de una nota escrita con una mezcla de humor malo, gusto dudoso y cierta falta de respeto.

“Los líderes de Argentina dan la impresión de ignorar estas duras verdades, pero no están completamente ajenos a su realidad. Saben que si renuncian al acceso a los mercados de capitales y a la inversión extranjera directa que tanto necesitan, tendrán que hipotecar Vaca Muerta a los rusos y a los chinos”, dice ATFA, en una retórica que hace recordar a los lejanos tiempos de la guerra fría.

En el mismo texto también se indicó: “Es por eso que la Presidente Kirchner viajó a Brasil: no fue para alentar a la selección nacional en la final de la Copa Mundial, sino para ofrecer los recursos naturales de su país a Rusia y a China a cambio de nuevas líneas de crédito”. Groserías y provocaciones que luego a su vez son tomadas como válidas por algunos medios de prensa internacionales. Conceptos que lucen bastante alejadas de un caso que suele presentarse por algunos sectores a la opinión pública como una cuestión “legal”, “técnica”, ascéptica.

A esta “ONG” parece no irle nada mal. Según la información publicada en el sitio opensecrets.org en base a las declaraciones que legalmente este tipo de organizaciones deben presentar por hacer lobby ante congresistas y funcionarios norteamericanos, desde 2007 llevan gastados casi 5 millones de dólares en sus tareas. En su caso, básicamente contratar firmas de lobby que caminan los pasillos del Capitolio y de agencias federales del gobierno norteamericano con el objetivo de impulsar leyes y declaraciones que perjudiquen a la Argentina.

png;base64aa634ddd45ced18d

Como puede verse en el gráfico, la “fuerza” de ATFA aumentó durante el fin del primer mandato y el comienzo del segundo mandato de Cristina, cuando pasó a gastar casi un millón de dólares anuales en este tipo tareas.

De acuerdo al reporte, en la actualidad 11 lobbistas de cinco firmas -uno de ellos el exdiputado republicano Connie Mack, aunque tambíen varios exfuncionarios de la gestión de Bill Clinton- se ocupan de defender los intereses de Elliott Management y el magnate Paul Singer ante la crema y nata de Washington. De 2007 a 2010 sólo hicieron lobby ante el Congreso norteamericano. Pero desde 2011 también caminan la Casa Blanca y los departamentos de Estado, del Tesoro y de Justicia.

Estas son las actividades para las cuales, por ley, ATFA debe rendir cuentas de gastos. Pero ¿hay otro tipo de uso de sus fondos que no aparece allí reportado? ¿Habrá dirigentes, economistas o abogados argentinos que se ven beneficiados directamente por tanto “lobby”?

Por el momento, faltan varios capítulos en esta disputa así que no será la última vez que oigamos hablar del lobby de la “Fuerza de Tareas”.