Cuba, 22/4/61
En este aniversario número 55, más que la conmemoración de una acción militar contra una dictadura, se evoca la concreción de un compromiso de cientos de cubanos que abandonaron su país para enrolarse en una misión en la que arriesgaban la vida, con la sola ambición de derrocar un régimen contrario a las convicciones democráticas que los alentaban.
No buscaban una vida mejor, no ambicionaban mejoras económicas o el disfrute de libertades perdidas en suelo extranjero. Viajaron para prepararse militarmente, al igual que hicieron otros antes y después, que sólo abandonaron las costas cubanas para regresar a ellas combatiendo la dictadura.
De la Brigada se ha escrito mucho, se han hecho documentales y sesudos analistas de diferentes nacionalidades e ideas políticas han sacado sus conclusiones, pero esta nota sólo tiene un objetivo: destacar la valentía y el sentido del deber de los hombres que dejaron estudios, familia y trabajo para cumplir con sus obligaciones.
Arribaron a Estados Unidos por diferentes vías y momentos. Estaban dispuestos a cumplir la asignación que fuera más útil para la causa que enarbolaban y todos, más allá de antiguas militancias políticas, aceptaron el reto de unirse en la acción para ser más efectivos en el combate. Continuar leyendo