Gracias a la Ley de Identidad de Género alrededor de 3000 personas trans en todo el territorio argentino lograron rectificar sus datos registrales, pudiendo de esta manera acceder a un DNI con el nombre que los y las representa, tal y como lo sienten profundamente. En este sentido, es indiscutible que esta ley ha sido una de las grandes conquistas que el colectivo LGBTI supo ganar con mucho esfuerzo. Pero ¿cuanto cambió la realidad desde su implementación?
Hace algunas semanas tuve la oportunidad de reunirme junto con la vicejefa de Gobierno María Eugenia Vidal con Marcela Romero (presidenta de ATTTA) y algunas activistas de la misma asociación. Dialogar con ellas y, sobre todo escucharlas, nos permitió conocer más en profundidad la situación que atraviesa la población trans femenina en nuestro país, la cual sigue siendo de extrema vulnerabilidad.