El avance del autoproclamado Estado Islámico en Siria e Irak (ISIS) pone en peligro a varias minorías religiosas en Medio Oriente. Las iglesias cristianas árabes –católicos, nestorianos, monofisitas, ortodoxos- de Irak están siendo expulsadas o masacradas en el norte. El llamado Estado Islámico, que es de una estrecha interpretación sunita y que pretende restablecer el califato, considera a los musulmanes chiítas como herejes, pero estos habitan en las regiones meridionales.
En esta atribulada zona del mundo nada es sencillo ni homogéneo, porque hay allí otras minorías religiosas que tienen un lejano parentesco con el judaísmo, el cristianismo y el Islam, además de haber recibido influencias del zoroastrismo, gnosticismo y maniqueísmo.