La Argentina ha estado ausente de una reciente e importante convocatoria del secretario general de Naciones Unidas para paliar la dramática situación humanitaria que enfrenta Siria. Ban Ki Moon la ha calificado como “la peor catástrofe humanitaria del mundo”. El 50% de la población necesita ayuda urgente. El Programa Mundial de Alimentos ha señalado que un millón de sirios pasan hambre y 2,5 millones necesitarían de algún tipo de asistencia alimentaria. Este mes de enero se repartirán más de 4 millones de raciones de alimentos. Según la ONG People in Need, las necesidades de medicina y atención medica son aún más críticas. El 40% de los hospitales dejaron de funcionar.
Ante este cuadro, los países más representativos de la comunidad internacional se han reunido en Kuwait, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, en la segunda Conferencia de Donantes. El resultado de aportes fue mejor que la reunión previa del 2013 alcanzado 2400 millones de dólares además de otras ofertas de asistencia y cooperación en una variedad de áreas urgentes destinadas a reducir el sufrimiento de la población civil.
Entre los 69 países participantes solo se registraron dos latinoamericanos, Brasil y México. El primero con una donación simbólica de 300 mil dólares y el segundo con 3 millones de dólares. Lo importante, independientemente del monto del aporte, ha sido el gesto de ambos países como la señal política de compromiso con las responsabilidades internacionales.