Se recuperan el petróleo y los metales… ¿oportunidad en bolsas latinoamericanas?

El precio del petróleo WTI detuvo su caída en niveles mínimos de 42.03 dólares en la semana que pasó y desde allí se originó una fuerte recuperación, que hasta el momento ha regresado la cotización hacia niveles máximos de 48 dólares por barril.

Si bien la recuperación observada hasta el momento es menor como para considerarla parte de un cambio de tendencia para el commodity, sí nos animamos a considerar la posibilidad de que este avance pueda extenderse en el corto plazo, buscando recortar de manera parcial las fuertes pérdidas acumuladas por el commodity en los últimos nueve meses, las cuales ascendieron al 60% de baja, pasando de niveles de 107.6 dólares por barril a los mínimos antes mencionados de 42 dólares por barril. Continuar leyendo

Vladimir Putin y la nueva crisis rusa

A pocos días de finalizar el año 2014, los mercados financieros del mundo se encuentran revolucionados por una nueva crisis rusa. Al igual que ocurriera 16 años antes, puntualmente en el año 1998, con la crisis que se conoció como “Efecto Vodka”, el mercado financiero y la economía de Rusia sufren un fuerte golpe, con un Rublo que en este año 2014 acumula una devaluación cercana al 120%, pasando de niveles de 33 rublos por dólar en enero del 2014 a los valores actuales de 72-75 rublos por dólar, y con una bolsa de valores que acumula una pérdida cercana al 60% en lo que va del presente año.

Por otra parte, el precio internacional del petróleo no encuentra piso y tras perforar la barrera de los 60 dólares por barril, el precio del WTI opera en instancias cercanas a los 53-50 dólares, con lo cual siendo Rusia uno de los principales productores mundiales de este commodity, el nerviosismo por lo que pueda pasar en este país durante el próximo año 2015 se acentúa y por consecuencia la crisis también.

Por efecto de lo comentado, el Banco Central de Rusia se ha visto obligado en la jornada del pasado lunes a subir la tasa de interés de referencia en 650 puntos básicos, pasando de niveles de 10,5% a niveles actuales de 17%. Sin embargo, el mercado aún no logra encontrar estabilidad y por tal motivo podemos deducir que el mercado ya ha ingresado en la fase más temible que es la emocional, por lo cual hacer perspectivas de precio en estas instancias resulta realmente muy difícil.

De todas formas, la pregunta del millón es qué puede pasar con Vladimir Putín ante la actual crisis que enfrenta el país, ya que aún le quedan dos años más de mandato. Vale recordar que la historia nos muestra que resulta muy difícil para un gobierno, sin importar quién sea el líder, poder hacer frente a una crisis de estas características con el apoyo del pueblo.

Tengamos en cuenta que fue Vladimir Putin quien en el año 2000 asume a la presidencia de Rusia, tras la renuncia anticipada Boris Yeltsin el 31 de diciembre de 1999, retirándose como uno de los presidentes más impopulares entre la población rusa.

Desde entonces fueron años de máximo esplendor para Vladimir Putin, quien logró recuperar la economía, apuntalado también por una recuperación de la economía mundial y por un aumento considerable en el precio de commodities, en especial del petróleo. Fue así como en el año 2004 Putin se presenta a elecciones y es reelecto con un 71% de los votos, y con gran apoyo popular consolida años más tarde la recuperación de Rusia, abre al mundo la operatoria del Rublo como moneda de cambio, quien logra fortalecerse frente a los grandes cruces, colocando a Moscú entre las ciudades más caras del mundo hacia los años 2006-2007.

Sin embargo, los mercados no son lineales, sino cíclicos. Por lo tanto, tras el auge de la economía rusa, impulsados principalmente por los efectos de la crisis sub-prime en Estados unidos y en Europa, las condiciones de mercado comienzan a cambiar, la bolsa de valores revierte su tendencia, el Rublo comienza a perder fortaleza frente a los grandes cruces, acompañados de un fuerte cambio de tendencia para el precio de petróleo.

Desde entonces, la economía rusa quedó herida y a pesar de haber mostrado algunas señales de recuperación hacia los años 2010-2011, ya nunca logró regresar al esplendor de los años 2007-2008. Quizás con motivo de ello y tomando el viento de cola de las buenas épocas, es que Vladimir Putín logra en el año 2012 regresar a la presidencia de Rusia. Sin embargo, a diferencia de lo que pasó en otros mandatos, ahora le toca lidiar con un ciclo bajista en la economía de ese país y del precio de los commodities, en especial del petróleo.

La situación actual es complicada y ante ello resulta inevitable pensar qué destino le depara a Vladimir Putín, en vista que aún restan dos años de gestión por delante.

La historia muestra que los ciclos económicos exceden la popularidad de las personas y aquel que fue “héroe” en períodos donde el ciclo era favorable para la economía, tranquilamente puede convertirse en “villano” cuando las condiciones de mercado cambian. ¿Se repetirá la historia?

Los mercados no creen en una “guerra fría”, al menos por el momento…

La guerra es la manifestación de psicología negativa más importante que puede tener un ser humano como conducta social en masas. Si bien se dice que en las guerras existen los códigos, lo cierto es que éstas, muchas veces, son consecuencia de un fuerte deterioro de los valores humanos.

Por lo comentado, se considera que no es casual que muchas veces una guerra se suceda a una importante crisis económica o social, ya que justamente estas crisis son las que producen la pérdida de valores en los seres humanos, que más tarde se trasladan en hechos violentos.

Por ello, si repasamos el comportamiento histórico de los mercados financieros, cómo estos se mueven por expectativas de lo que el inversor espera hacia el futuro, veremos que todo conflicto bélico de trascendencia mundial durante el último siglo y medio, ha sido antecedido por una fuerte caída del mercado; habitualmente son caídas superiores al 40-50% ó bien caídas duraderas en el tiempo.

En efecto, observemos la siguiente gráfica. La guerra de secesión en EEUU entre los años 1861-1865, fue antecedida por una caída bursátil superior al 50%, que se inicio en el año 1838 y se extendió hacia comienzos del año 1862 (hacia el inicio de la guerra).

guerra

 

Luego llegó la depresión de los años 30, donde la bolsa cae entre los años 1929-1932, perdiendo cerca del 90% de su valor. Esta crisis antecederá la segunda guerra mundial entre los años 1939-1945. Posteriormente, entre los años 1960-1975 se desarrolla la guerra de Vietnam. El recrudecimiento de esta guerra estalla hacia finales de la década del ´60 y comienzos del ´70 y una vez más la bolsa anticipa dicho recrudecimiento, ya que el mercado pierde entre los años 1966-1970 cerca del 40% de su valor. Finalmente, hacia comienzos del presente siglo XXI, el mercado ingresa en una crisis importante que se inicia como consecuencia de la explosión de la burbuja tecnológica y se potencia con un incremento de ataques terroristas a nivel mundial. Entre el año 2000-2003 el mercado estadounidense pierde un 40% y antecede lo que será luego la guerra de Afganistan e Irak, que se termina extiendo hasta el pasado año 2011.

¿QUÉ PASA EN LA ACTUALIDAD?

Como es de público conocimiento, la violencia en Ucrania no cesa y ello mantiene en vilo al mundo entero, reavivando los fantasmas de la “Guerra Fría”, que atravesara el mundo durante gran parte del pasado siglo XX entre los bloques occidental-capitalista liderado por Estados Unidos y oriental-comunista liderado por la Unión Soviética. Ambos bloques, no sólo se disputaban el poderío económico, sino también el poderío político e ideológico en el mundo.

Si bien las condiciones actuales son diferentes a las de aquella época, cada intervención de uno de los bloques en un conflicto que surja a nivel mundial, es motivo para que el otro bloque muestre disconformidad en uno u otro sentido, lo cual muestra que la sensibilidad y la disputa entre ambos permanece latente.

Sin embargo, ¿cuál es la respuesta que han dado los mercados financieros a estos fantasmas de una nueva “Guerra Fría”?

Por lo pronto, si entendemos que los mercados financieros son anticipadores a eventos de esta naturaleza y no al contrario, entonces debemos decir que éstos poco creen en la probabilidad de una “Guerra Fría”.

En efecto, la bolsa estadounidense se encuentra en zona de máximos históricos en torno a los 16600-16650 puntos, y si bien las chances de una corrección natural de corto plazo permanecen vigentes, como toma de ganancia a las fuertes utilidades arrojadas el pasado año, el conflicto de Ucrania ha sido muy bien absorbido hasta el momento por parte del mundo inversor; más allá de la volatilidad intradiaria que suelen tener los mercados en estas circunstancias.

Por el contrario, si hubiera expectativas o temor concreto de los inversores ante las posibilidades de un agravamiento del conflicto, sería sin duda el mercado el que comience a descontarlo y los vendedores reaparecerían con mayor fortaleza.

Por otro lado, la bolsa rusa no ha logrado un gran desempeño en los últimos años, sin embargo esta debilidad del mercado ruso en comparación al accionar de Estados Unidos, ha sido generalizada para los emergentes y en especial para el bloque del BRIC. Aún así, la respuesta que han tenido los mercados del bloque desde el referéndum de Crimea ha sido más que alentadora, al punto que la bolsa rusa acumula saldo positivo desde entonces.

Con lo expresado, queda claro que los fantasmas de la Guerra Fría de los cuales muchos medios hablan actualmente, no son tales para el mercado financiero, al menos por el momento. Veamos…