18 es el día de enero en el que suicidaron a Nisman. Es el día de julio en el que masacraron a 85 víctimas en la sede de la AMIA. Es el día de marzo posterior al de la voladura de la Embajada de Israel, con 29 víctimas fatales.
Así como el 11 es la fecha en la que el fundamentalismo terrorista islámico ha perpetrado sus atentados profanando la vida y al Islam en distintas ciudades del mundo; los terroristas del Estado iraní, con apoyo de conexión local impune, lo hacen en Buenos Aires los días 18. Paradójico que el atentado contra la Argentina en su soberanía, como fue el caso de embajadas extranjeras, como la del Estado de Israel; o en sedes de instituciones de la sociedad civil, como la AMIA, o a fiscales de la Nación de confesión judía, como Nisman, sean los 18, ese número que en la tradición judía representa la vida (jai=18), en el terror iraní fue signado con la muerte. Continuar leyendo