Araceli Ramos despareció el 30 de septiembre cuando iba a Caseros a concretar una cita laboral. El mismo día, su madre se acercó a la comisaría, donde no le recibieron la denuncia. Araceli apareció muerta 11 días después. El sospechoso es un ex prefecto separado de la fuerza por haber estafado a un compañero usando su tarjeta de crédito. Se sospecha que el hombre mató también a la dueña de la casa donde Araceli fue citada y, posiblemente, también a su hijo, un ex convicto que estrechó amistad con el ex prefecto Vinader mientras éste estuvo detenido. A raíz de un video que le hizo grabar a Araceli antes de matarla, se sospecha que también tuvo relación con la muerte de una mujer en Vicente López.
Uno de los aparentes móviles sería el ensañamiento que tiene desde hace años Vinader con una mujer que fue su pareja, quien lo dejó por violento. Desde entonces, su ex novia radicó todo tipo de denuncias por amenazas, que la Justicia y la policía no atendieron. La masividad de los casos de denuncias de mujeres que son amenazadas, golpeadas, insultadas o secuestradas contrasta con la acción estatal de naturalización, acusación de algún tipo contra las víctimas, negativa a tomar las denuncias, ausencia de seguimiento e investigación.