La paradoja de cuando los servicios públicos generan pobres
Sobre un elevado costo en la canasta de alimentos que no para de crecer y que en marzo arrojó un alarmante 4,54% (con un acumulado para los últimos meses del 23,36%, según el Índice Barrial de Precios), el Gobierno prepara nuevos incrementos en los servicios públicos. A la energía eléctrica y los peajes se sumarán de manera inminente aumentos en las tarifas de gas, telefonía fija, transporte y ya se habla de un nuevo incremento eléctrico.
Este aumento anunciado por el Gobierno podría llegar a traer consecuencias muy perjudiciales para amplios sectores de nuestra sociedad, lo que alejaría aún más el objetivo declamado en la campaña de pobreza cero.
Este cuadro de situación traerá consecuencias no sólo para los hogares humildes, donde muchas familias directamente no podrán afrontar los aumentos, ya que la canasta de alimentos ocupa cada vez mayores recursos; sino también entre los trabajadores, los sectores medios y los pequeños comercios y los talleres.
Para el grupo social más vulnerable, el Gobierno ha propuesto un régimen de tarifa social sobre el cual, en los últimos días y ante los cuestionamientos que hemos formulado, ha aclarado que el sistema beneficiará a 2,7 millones de usuarios. Aun considerando que esa vaya a ser la amplitud en la implementación, insistimos en que es limitada e insuficiente y que muchos de los hogares más pobres del país se verán alcanzados por los aumentos. Continuar leyendo