Creer que los jóvenes no están a la altura es simplista

La verdadera política de inclusión consiste primero en creer en las posibilidades de adquirir conocimiento de los chicos y generar programas integrales que den cuenta de ello; no es posible emparchar en nombre de la inclusión. Los chicos se sentirán más incluidos cuando se los respete, cuando se confíe en sus capacidades y se valore correctamente su trayectoria. Generar posibilidades de espacios de educación de calidad y con sentido para proyectarse en el mundo no es algo que se logre sumando resoluciones del estilo de la última emanada del gobierno de la provincia de Buenos Aires, que van dejando al sistema educativo sin rumbo. El rumbo lo marca la esperanza en los aprendizajes y la posibilidad de reencuzaar, reacomodar. Continuar leyendo