El gobierno venezolano lo logró. Después de casi dieciséis años de insistencia supo ganarse el tan merecido puesto de “amenaza” para la seguridad nacional de EE.UU. Supo también construir sus “mártires” revolucionarios a punta de apoyos que por incondicionales suscribieron las violaciones de los DD.HH. a cientos de venezolanos que vivieron y viven en carne propia las reiteradas barbaridades del llamado “Socialismo del siglo XXI”, las cuales han sido denunciadas insistentemente, tanto nacional como internacionalmente.
Los representantes del gobierno central han sabido sacar provecho de las sanciones y declaraciones de Washington, generando toda una campaña de comunicación que incorpora a todos los medios que tienen a la mano, haciendo ver que las acciones en contra de los funcionarios venezolanos incursos en delitos de blanqueo de capitales, corrupción, narcotráfico o violación a los DD.HH., son ataques al país, afectando supuestamente a la gente común. Lo que no dicen es que las sanciones contemplan la congelación de cuentas mil millonarias en bancos norteamericanos de las cuales ninguno tiene cómo explicar su procedencia. Continuar leyendo