Alquilar no es para todo el mundo

Alquilar es difícil. Cualquiera que haya querido probar suerte en la vida abandonando la casa de sus padres sabe que muchas veces conseguir un hogar no depende únicamente de tener el dinero necesario. Por la lentitud de la Justicia para resolver conflictos los propietarios buscan cuidarse tanto como pueden y eso ha generado prácticas que resultan ineficientes. El miedo nos hace tomar decisiones “caras” en términos de costos. Dichos costos se trasladan al bolsillo del joven que busca por primera vez acceder a una vivienda.

Son relativamente pocos los que tienen la suerte de contar con padres o familiares que puedan salir de garantes con una propiedad a su nombre en la CABA, como demanda la usanza comercial del rubro. Eso hace que la mayoría de las personas deban caer en un mercado extraoficial (negro) de garantías. Estos “garantes” suelen manejarse, por razones obvias, con poca transparencia y, por la falta de competencia abierta, con costos mayores que los que implicaría generar un seguro de pago.

¿Por qué no existe un seguro de pago?

En el segmento de las PyMEs el problema de la falta de “credibilidad suficiente” se intentó mediante la creación de las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR). Dichas entidades buscan crear una red de aseguramiento mutuo entre los distintos actores. El problema es que mientras que en el sector empresarial los beneficios asociados a la coordinación resultan positivos para los empresarios, para quienes quieran alquilar resulta al menos dificultoso coordinar con otros en su misma condición para crear una mutual o una entidad financiera que permita articular sus intereses.

Si bien lo ideal sería que una empresa o mutual tome las riendas articulando estos intereses los problemas de coordinación inicial o la falta de confianza por parte de los propietarios haría que esta empresa resulte de dudoso éxito. Una opción para resolver este problema, sería crear una línea de seguros o una SGR coordinada por alguna institución pública. Casualmente el Banco Ciudad posee un sistema de garantía bancaria aunque no está específicamente orientado a jóvenes. Por su parte, Provincia Seguros ofrece un producto similar aunque publicitariamente orientado a los jóvenes. Ambas alternativas ofrecen cobertura por un valor cercano al 1,3 alquileres. Existen alternativas como FINAER que te ofrecen garantía por casi 2 alquileres. Más allá de la proliferación de posibilidades el problema está dado por la reticencia de los propietarios de aceptar otro tipo de garantías.

En materia legislativa, Hernán Arce presentó recientemente un proyecto de ley de alquiler joven en la Legislatura Porteña que crea un programa copiando el ya existente servicio ofrecido por el Banco Ciudad, agregando y un subsidio parcial para el alquiler. Más allá del “plagio” al Banco Ciudad, llama poderosamente la atención que el Legislador promueva el “destete” antes de que la persona esté en condiciones económicas de hacerlo por sus propios medios. Si bien es cierto que el desempleo afecta a los jóvenes unas 3,2 veces más en relación a los adultos no creo que sea motivo para facilitar compromisos para los cuales todavía no están económicamente listos. Hay que dejar de promover el gasto de dinero que no se tiene a costa de los contribuyentes.

A modo de síntesis, el caso del alquiler por parte de los jóvenes nos ofrece un desafío que debemos encarar. Por un lado educando a los propietarios para que aprendan sobre la existencia de métodos alternativos de garantizar la transacción y por el otro promoviendo la creación de seguros que permitan a los jóvenes resolver de forma mancomunada el desafío de acceder a su primera vivienda.

¿Cómo hacer para ahorrar en Argentina?

Si quiere saber cómo hacer para que le sobren unos pesos más por mes, esta nota es para usted. Si sabe qué hacer con los pesos ahorrados, lo invito a dejar su sugerencia en los comentarios. Si no tiene idea de qué hacer con eso, tendrá que esperar a una próxima columna.

Consumimos mucha publicidad que nos invita a consumir. Que usted ahorre plata no es negocio para nadie en principio, salvo para usted. Invierten millones de dólares para que nos despojemos cuanto antes de la plata que nos ganamos laburando para alimentar el paradigma postmoderno de que uno se define a partir de lo que consume. Consumimos para reafirmar nuestro ser.

Muchas personas, sin embargo, se dejan arrastrar por la marea de los tiempos que corren y han abandonado el sano trabajo de alimentar, además de al cuerpo, al espíritu. Quizás sea más preciso decir que más que alimentar el espíritu el desafío es frenar la inercia de la acción para contemplar el contexto. En criollo, hay que parar la pelota, cual Juan Román Riquelme, levantar la cabeza y ver cómo seguir la jugada. Ahorrar es parar la bocha.

Frenar nos obliga a enfrentarnos con nuestra realidad, con lo que nos rodea. Se puede ahorrar (definamos “ahorrar” como no-gastar plata) para diferir un consumo comprando algo luego o para invertir. En la práctica no hay mucha diferencia entre comprar algo en cuotas o ahorrar para gastar, ambas son formas de consumir el capital propio. Si bien creo que es fundamental separar una determinada cantidad de dinero por mes para “pagarse a uno mismo”, es decir, para premiarse por los esfuerzos y los sacrificios quisiera que nos enfoquemos en el ahorro para invertir.

Antes de hablar de inversiones, ¿cómo hacemos para lograr que nos sobre algo de plata como para poder pensar en ahorrarla? Comparto diez ideas para lograrlo:

 

  1. ORDEN – Conozca cuánto gasta y en qué: el primer paso para poder trabajar sobre tus finanzas personales es ser consciente de cómo gasta uno dinero. Llevar un registro de ingresos y egresos le servirá para analizar los puntos más sensibles de su bolsillo y le va a permitir identificar dónde le conviene invertir esfuerzos para lograr una diferencia.
  2. SEPARE EL AHORRO: Si hizo bien las cuentas en el punto anterior podrá saber cuánto puede ahorrar por mes o podrá elegir proyectarlo. Una vez definida la cifra: SEPARELO YA. Cada vez que cobre separe el dinero destinado a ahorros. De esa manera evita la tentación de gastarlo porque lo tiene.
  3. COMPRAS MAYORISTAS – Planificar las compras de la casa: se sorprenderían de la cantidad de plata que puede ahorrarse en papel higiénico. No es una joda. Una compra mayorista de papel puede rendirnos meses y representar un ahorro de al menos un 30-40%. Además no hace falta que lo consumamos nosotros, podemos repartir la compra con amigos y familiares y gozar del beneficio. Esto aplica en general para distintos artículos de limpieza, productos envasados y enlatados, bebidas, entre otras cosas.
  4. PAGUE CON DÉBITO – Aproveche los descuentos: la mayoría de las tarjetas de débito tienen un descuento de aproximadamente un 20%. Además reintegran el 5% del IVA. La diferencia entre comprar un día o el otro puede tener un impacto interesante en el bolsillo a fin de mes. Hay múltiples beneficios a los que se puede acceder para lograr un descuento a la hora de realizar una salida, a veces conviene pedir prestada una tarjeta a algún amigo.
  5. COMA DISTINTO – Alterar la dieta: solemos comer por inercia lo que nos enseñaron a comer en casa perdiendo de vista que muchas veces existen opciones interesantes para diversificar nuestra dieta generando ahorros interesantes a la par que mejoramos la ingesta de nutrientes. Las legumbres (lentejas, porotos, garbanzos) son alimentos baratos que suelen estar ausentes en la mayoría de las dietas por ejemplo y ofrecen múltiples beneficios nutricionales. Alternar carne de vaca con cerdo, pescado o pollo también es una opción que puede servirnos para ahorrar bastante. Otra forma importante de ahorrar es armando viandas para el trabajo en vez de comer en algún bolichito.
  6. BUSQUE PRECIO – Camine, señora, camine: en un contexto de inflación como el que ha generado el kirchnerismo por su mala gestión el mercado reacciona a la incertidumbre generando distorsiones en el sistema de precios. Esto hace que haya empresarios que deben ajustar antes que otros porque su estructura de gastos así lo exige o que, ante el miedo de una situación futura adversa se “cubran” aumentando preventivamente. Sea por necesidad o miedo, los precios tienden a establecerse sobre supuestos antes que por la realidad económica de cada empresa y siempre aparecen oportunidades o diferencias entre vendedores que leen el futuro de forma diferente. Es probable que caminando algunas cuadras encuentre diferencias amplias.
  7. EVITE COSAS INNECESARIAS: muchas veces terminamos comprando por impulso cosas que no necesitamos. Resista la tentación de comprar por comprar y, sobre todo, evite hacerlo si eso implica poner en riesgo el dinero que separó para ahorrar. Así mismo revise los gastos recurrentes que tiene. Muchas veces le cobran cosas que no necesita en la factura del celular (tonos de espera, mensajes de suscripción) o está pagando caro por un servicio que podría adquirir por menos plata (Internet o TV) o directamente ni lo usa. Revise sus gastos y corte con aquello que no necesita.
  8. NO SE COMPRE COSAS QUE GENERAN GASTOS: autos, motos, perros, gatos, iguanas, son todas cosas que pueden parecer estimulantes pero que conllevan un valor de mantenimiento oculto. Antes de realizar una compra de estas características tener muy presente si podemos afrontar dicho costo y cómo afectará nuestro esquema de ahorro. Por ejemplo, muchas veces resulta más barato movilizarse en taxi unas cuantas veces por mes que pagar el costo de mantenimiento de un auto. Ojo con comprar cosas que nos rindan un interés negativo. Entiendo que las mascotas enriquecen la propia vida pero invito a ser conscientes de los gastos antes de comprarlos para poder tomar una decisión inteligente que evite arrepentimientos.
  9. DIVIDA LOS GASTOS DE LAS SALIDAS: Su trabajo vale tanto como el de la persona con la que sale. Si existe una diferencia considerable de ingresos o se quiere tener una atención, bienvenido sea el gesto. Pero es insensato montar una relación sobre la premisa que sólo una de las partes se ocupe de los gastos. No hay que confundir ser atento con ser un pavote, procure una dinámica equilibrada. Esto también servirá como filtro para medir el interés de su contraparte.
  10. COMPRE DÓLARES – o al menos raje del peso: $8 por dólar es un regalo. No se deje amedrentar por aquellos que enarbolan el discurso de un nacionalismo patético, decadente y empobrecedor. Cuide sus ahorros. Procure migrar al dólar comprándolo de forma directa (si la AFIP se lo permite), a través de bonos (por ej. el Bonar AA17) o comprando oro en el Banco Ciudad.
  11. (Bonus Track) ALÉJESE DE LOS TURROS: muchos le dirán que en estos tiempos de crisis usted debe inmolarse por “una causa superior” dejándose arrastrar hacia la miseria por el “bien común”. Agradézcale a quienes lo invitan a tales sacrificios pero recuerde que nadie es más merecedor del fruto del sudor de su frente que usted mismo. Ante todo cuídese usted, a su familia y a los suyos. Un sistema que le pide que haga estupideces o sacrifique sus afectos y su felicidad para funcionar es absolutamente perverso.

Igual reconozco que es ruinoso sugerirles a ustedes que ahorren cuando el Gobierno Nacional no para de derrochar fondos públicos y financia su inoperancia y déficit con emisión monetaria y devaluación. Aún así, aunque otros estén trabajando para destruir nuestra capacidad de ahorro, existen algunas precauciones que podemos tomar. Vivir mejor, a pesar del kirchnerismo, es una elección. La elección definitiva de vivir mejor la hacemos en el 2015.

boudou-truchos