Muchas personas se preguntan si el #8A habrá o no un cacerolazo. Aquellos que hemos sido identificados como organizadores solemos recibir consultas a diario preguntándonos si adherimos o no. Hace poco publiqué una nota (“Basta de cacerolazos”) donde dejaba en claro que si se insiste en mantener las marchas solo en la protesta era un error continuarlas, especialmente tan cerca de las PASO del 11 de agosto.
Sin embargo, hace algunas semanas vengo pensando cómo podemos hacer para que toda la energía que invertimos en organizar e impulsar los cacerolazos quede reflejada en algo concreto. Por eso, asumí el desafío de pasar de la protesta a la propuesta y pensé en proyectos que podamos llevar adelante.
En estas elecciones hay varios candidatos que son afines al sentimiento de los caceroleros. Algunos de los difusores hemos tomado la decisión de candidatearnos procurando encarnar los reclamos de las marchas: Mariana Torres integra la lista de Compromiso Federal liderada por Eduardo Amadeo en la Provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal me presento como tercer candidato a diputado nacional por la lista 504C también de Compromiso Federal liderada por Carlos Maslatón, llevando a Alberto Rodríguez Saá como candidato a senador.
Me parece fundamental traducir los reclamos en proyectos concretos. Necesitamos de un programa legislativo que podamos impulsar juntos para que los legisladores que ocupan el Congreso Nacional lo lleven adelante sin importar diferencias partidarias y la coyuntura. Podemos lograr una unión de la oposición en base a proyectos clave que tomen nuestras banderas.
Desde nuestro espacio proponemos impulsar proyectos que cualquier persona que desee una república más fuerte y esté en contra de las fuerzas autoritarias y los corruptos no tendrá problema en firmar. El programa común propuesto consiste en:
- Ley Anticorrupción: Una ley que facilite la lucha anticorrupción acortando los plazos procesales, extendiendo las condenas, habilitando los juicios por jurados, recompensando a quienes colaboren en el esclarecimiento de los casos con un porcentaje de lo recuperado, habilitando a los ciudadanos a actuar como parte interesada en los juicios contra funcionarios públicos, garantizar la recuperación de lo sustraído, la confiscación de bienes y multas altas.
- Ley de Acceso a la Información Pública: dicho proyecto viene siendo trabado por el kirchnerismo desde su comienzo y es una pieza fundamental para que los ciudadanos podamos auditar a los poderes públicos.
- Ley de Reforma Electoral: debemos promover boleta única que permite evitar prácticas fraudulentas y ahorra muchísimo dinero y papel. Asimismo, debemos impulsar el voto uninominal para terminar con las listas sábana y la terrible costumbre de llevar al Congreso Nacional “representantes” desconocidos y que, por ende, no representan a nadie.
- Ley de Prensa Libre: Eliminar la cadena nacional y dejar de subsidiar al aparato de propaganda gubernamental que permite que con fondos públicos un partido pueda impulsar su discurso contra el resto de la sociedad. Entre ellos, cerrarle la canilla de fondos públicos a 6-7-8.
- Ley de Concursos para el acceso al empleo público: debemos terminar con el amiguismo como criterio de selección de personal. Parece ser una gran tentación para los que manejan el poder elegir discrecionalmente a quienes ocupan cada posición. De ésta manera, ciudadanos idóneos tienen la posibilidad de acceder a la función pública mientras que ahora esos fondos se usan para pagar aparatos partidarios.
El kirchnerismo reclama propuestas y qué mejor mostrarles estas cinco ideas a las que nadie puede negarse y que, confío, tanto los candidatos actuales como aquellos representantes que ya ocupan una banca apoyarán.
Desde la lista 504C de Compromiso Federal impulsamos estas propuestas y convocamos al resto de las fuerzas opositoras a suscribir un acuerdo donde, sin importar quién de nosotros gane en estas elecciones y llegue al Congreso Nacional, los reclamos se vean plasmados en proyectos que ayuden a ponerle un freno al kirchnerismo, a su derroche y un fin al ciclo de decadencia que lideran.