El kirchnerismo contra la ética pública

El nepotismo siempre es malo. No importa si lo comete un radical, un peronista, un buen tipo o un mal tipo. Siempre es una muestra de corrupción. La corrupción debe ser entendida como el desvío de lo ideal, del deber ser. El nepotismo, al igual que el amiguismo, representa un desvío del uso de los recursos del Estado. En lugar de procurar encontrar a la persona más idónea para la función y satisfacer de la mejor manera posible el cargo en cuestión, se “privatiza” una parte de la decisión y se favorece a alguien, en detrimento de toda la comunidad.

El daño se da por partida doble. Por un lado, los contribuyentes deben soportar con sus impuestos (es decir, con su trabajo) a una persona que brinda un servicio inferior que el que podría brindar otra persona más idónea. En segunda instancia, el nepotismo supone robarle a una persona potencialmente mejor preparada la posibilidad de acceder a una función con base en su capacidad. En definitiva, tanto el amiguismo como el nepotismo debilitan los incentivos para aspirar a la excelencia e incentivan a que se invierta más energía en fortalecer lazos que en estudiar y perfeccionarse. Continuar leyendo

Carta de despedida a Delfina Rossi

Estimada Delfina:

Quiero felicitarte por tu decisión de dar un paso al costado. Apenas asumiste muchos argentinos sentimos una gran decepción por ver que se premiaba el acomodo antes que el mérito y por ese motivo procedí a impugnar tu designación y te escribí una carta como esta sugiriéndote que renuncies por ser tu designación no sólo ilegal, sino también poco ética. Además, juntamos más de 77 mil firmas para que renuncies.

Si bien existe una ley de ética pública que tu nombramiento violó en relación con el nepotismo, debo reconocer que Argentina necesita una ley más efectiva para poder luchar contra casos de corrupción como el tuyo. Disculpame que te tome de mal ejemplo, pero creo que es un caso testigo para luchar contra un mal que infectaba hasta ahora a las instituciones de nuestro país: el privilegio de los amigos o los militantes por encima de los más idóneos.

A pesar de haber renunciado, quiero recordarte que tu designación violó la ley. Pero así como lo dije en mi carta anterior lo vuelvo a repetir: lamento que te hayas prestado para esto y lamento que hayas permitido que te ensucien de esta manera. No dudo que seas una persona capaz y confío en que podrás desarrollar tu talento, pero no a costa de los millones de argentinos ni por acomodo. Continuar leyendo