Impuestos y sociedad: cómo compensar la concentración económica

Allá por los noventa irrumpieron en la vida de los argentinos las grandes cadenas. De supermercados, de restaurantes, de lo que fuera. Un modelo exclusivamente sajón que se instaló lentamente en nuestro país.

Hoy son cada vez más y adicionalmente crecen en fortaleza. Quedaron lejos aquellos tiempos en los que se entendía que esta concentración económica implicaba un beneficio para los consumidores. Hoy todos lo sabemos, sobre todo quienes que nos dedicamos a los negocios: la finalidad de una empresa es ganar dinero y cuanto más dinero pueda ganar, entonces mejor. Por otro lado, es cierto que la concentración implica menores costos para quien es dueño de una gran cantidad de negocios, pero eso no significa que como consecuencia de ello les cobre menos a sus clientes. Cuando las grandes empresas bajan sus costos, no bajan sus precios, sólo aumentan sus márgenes. Para ponerlo blanco sobre negro: los dueños de las cadenas no se preocupan porque los consumidores paguen menos, sino por ganar más dinero. Continuar leyendo