Por qué sí debe haber mesa de diálogo

Si uno se toma la tarea de leer a la mayoría de los periodistas políticos de estos tiempos, uno por uno, incluso cientistas sociales que presumen de análisis de alto vuelo, descubrirá indefectiblemente que sus escritos giran en torno a qué debe hacer o hará Mauricio Macri con el peronismo o, mejor dicho, con el abanico de propuestas peronistas. ¿Profundizar la división? ¿Negociar con uno o con otro según la circunstancia y los humores? ¿Avanzar sin preocuparse por la oposición? En esta suerte de posibilidades se inscriben los debates que me parece que tocan tangencialmente la esencia del problema político actual.

Para ponernos en clima, viene a cuento una potente frase de Leonardo da Vinci que el general Juan Domingo Perón solía usar para elevar la calidad del debate: “La teoría es el capitán y la práctica, el soldado”. Aunque hoy podríamos sustituir la noción de práctica por el poroteo. ¡Tan bajo cayó la política!

Veamos el asunto desde otra óptica que no creo que sea la mejor pero sí distinta. ¿Qué le conviene a Mauricio Macri? Naturalmente, tener éxito. ¿En qué consiste este éxito? En que las políticas que está implementando, bastante duras por cierto, finalmente alcancen logros potentes. Continuar leyendo

La paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio

Mario Vargas Llosa, asiduo visitante de la Argentina, a la que valora y ama según propias palabras, además de un gran escritor es un provocador serial —en el sentido positivo del término. Provoca al pensamiento, motiva la creatividad y habilita opiniones diferentes. Lo hace desde la profundidad de sus saberes y sus valores, trabajados por la lectura, la experiencia y las vastísimas relaciones sociales y políticas que ha sabido construir a lo largo de su vida.

En esta última visita al país le fue muy bien. Lo recibió el Presidente de la Nación, Mauricio Macri y en la Feria del Libro su público y el periodismo en general. Una enorme diferencia con visitas anteriores, cuando en el 2008 el micro que lo trasladaba por Rosario a la Fundación Libertad fue apedreado por grupos de izquierda y kirchneristas y en el 2011 este último sector intentó, sin lograrlo, que el gran escritor no inaugurara la Feria del Libro. La inauguró y el kirchnerismo se jodió.

Más allá de estas contingencias poco gratas para un escritor de semejante volumen y un país como el nuestro, que es capaz de reunir en la misma feria más de un millón de personas, lo que revela la reciprocidad del talento, lo cierto es que Vargas Llosa, que tiene todo el derecho del mundo a expresarse y opinar según su saber y entender, debería procurar, a mi humilde cavilar, una mirada más apegada a la historia, esto es, al contexto en el cual las cosas ocurren o han ocurrido y ser más piadoso con el peronismo, que en definitiva es ser más piadoso consigo mismo. Continuar leyendo

El sentido político de Cámpora

Ser cristiano y simpatizar con Judas es una decisión incomprensible. No sé si alguna vez pasó. Creo que no. Pero si hubiera llegado a ocurrir, se trataría de un desquicio moral de proporciones gigantescas con ribetes demoníacos.

Algo parecido ocurre, naturalmente, salvando la distancia, los hombres y el contexto, con el merengue de asumirse como peronista y reivindicar la figura de Héctor Cámpora, hasta el límite de bautizar con ese nombre a una agrupación juvenil que hace de la militancia y del peronismo una vocación cuasi religiosa. En este último caso me refiero a los jóvenes, incautos e inocentes, que han creído en la honestidad de una causa. No en sus jefes, que se han enriquecido de manera inmoral. Inmoralidad similar a la de identificarse con el peronismo y llamarse camporistas.

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Cristina le debe una explicación al peronismo

Como se  advierte en el título de esta nota, la ex Presidente le debe una explicación al peronismo; y el peronismo, por su lado, debe exigírsela, como también corresponde que lo haga Daniel Scioli, si llegaran a ser ciertas las declaraciones realizadas por ella a un empresario amigo: si Mauricio Macri arreglara con los holdouts, el PRO se quedaría doce años en el poder.

Para arrancar digo que el peronismo jamás le pedirá una rendición de cuentas a la señora por esas declaraciones o, al menos, para corroborar que hayan sido dichas. El partido peronista no existe y no quiere líos con la progresía. Tampoco lo hará Daniel Scioli, que nunca mostró coraje y autonomía en su etérea vida política.

De ser ciertas las declaraciones (creo que lo fueron), ponen de manifiesto que la señora tenía en claro que arreglar con los holdouts significaba para el país un enorme alivio para su alicaída economía, como garantía de gobernabilidad y éxito futuro. Como al kirchnerismo sólo le quedaba un año de gobierno, solucionar el asunto al final de su mandato era otorgarle a Daniel Scioli el éxito promovido por Cristina, dado que, de realizar en tiempo y forma un arreglo con los fondos buitre, el bonaerense tendría mayores posibilidades de ganar la elección. Continuar leyendo

Los tiempos de la historia

A veces la historia se abre camino lentamente. Y otras veces avanza a pasos de gigante. Lo único cierto y firme es que la dirección no muda: ¡para allá vamos! Puede alterarse, sí, la velocidad de esta marcha, más rápido o más lento y eso depende de la voluntad de los pueblos.

Aplicando la idea a la actualidad argentina, lo que está claro es que marchamos al velatorio del kirchnerismo. Desconocemos la velocidad del cortejo. Si gana Mauricio Macri, se extingue en poco tiempo. Si gana Daniel Scioli, será a largo plazo. Pero la muerte es inexorable.

La desaparición del kirchnerismo posibilitará el surgimiento de un peronismo remixado. Peronismo que hoy se encuentra secuestrado por el Gobierno nacional, inerte y en estado de coma.

Posibilidades de resurgimiento hay. Claro, para no volver a equivocarse está urgido de hallar en su pasado la luz que lo ilumine, le dé identidad y sentido en el presente. Su rica historia y sus hondas tradiciones permitirán tomar lo bueno y desechar lo malo para andar los tiempos que corren. Su acervo y su patrimonio histórico le confieren una enorme fortaleza para sortear las dificultades de la sociedad moderna, donde todo es efímero y vertiginoso. Continuar leyendo

El kirchnerismo se lleva mal con la historia

Cuando los políticos y algunos periodistas se meten con la historia, las cosas no salen bien. Ya he replicado en otra nota la sospechosa profusión de libros sobre el peronismo que recuperan las ideas de la Revolución Libertadora. Esta labor seudohistoriográfica no es ingenua, responde a un clima y una atmósfera de los que no han podido desembarazarse autores, periodistas o políticos que en su simpleza confunden kirchnerismo con peronismo. Y en una sinopsis que emparentan épocas tan lejanas con el presente, se dejan llevar por la rigidez de un pensamiento atado a prejuicios y a dogmas aprendidos para siempre.

Si el peronismo con un gran esfuerzo puede ser asociado a los populismos de época, el kirchnerismo es la manifestación clara de un progresismo activado en los noventa por el Foro de San Pablo donde la izquierda replanteó su camino a la caída del comunismo. Si a los progresistas argentinos la idea les cae mal, deberían repasar el apoyo dado a Hugo Chávez, Lula da Silva o el kircnerismo a los inicios de estas experiencias políticas. Como el presente huele a calas, al decir de Hugo Moyano, los progres de siempre se apartan de estos Gobiernos a los que ahora caracterizan como populistas al solo efecto de salvar la perniciosa ideología que compartieron en el primer tramo del nuevo siglo. Dicho esto, pasemos a una nueva confusión histórica. Continuar leyendo

No solo el kirchnerismo es viejo, la mayoría de sus detractores también lo son

Cuando se aborda la historia sin tener oficio, las cosas no salen bien. Ocurre que en este último tiempo han brotado, como las arrugas en la senectud, una ristra de libros y exposiciones culturosas abocadas a explicar a Juan Domingo Perón y al peronismo que repiten, o para decirlo educadamente, que recuperan las viejas ideas que sobre él se tenía en los años cuarenta y cincuenta. Esto es, que era un fascista, un protonazi o un dictador enemigo de la democracia y las instituciones, y sus acusadores -los de aquellos años-, almas bautismales ofrecidas al altar de la República. Un disparate como luego veremos. Descargan sobre su figura males que eran de todos, pero que no se quieren ver. El asunto se agrava aún más, pues estos noveles autores que se hallan bajo el desagradable influjo del actual Gobierno se han almorzado sin degustar la idea de que el kirchnerismo es peronismo y en consecuencia un revival light de aquella dictadura. ¡De tal palo, tal astilla! Imaginan. Continuar leyendo

El modelo del atraso afincado en el pasado

Ocurre que la mayoría de los economistas y los periodistas entendidos en asuntos de números coinciden en que la situación económica nacional es delicada y se vienen tiempos peores. El Gobierno lo niega y los políticos en condiciones de ganar votos evitan hablar del asunto, pues, como el tifón no aparece aún en el horizonte y el común no lo percibe, resulta de todo esto: “Ojos que no ven, corazón que no siente”. Por lo tanto, de eso no se habla.

De todos modos, y a pesar de los políticos, la crisis está en los diarios y en los análisis de los entendidos. De manera que aparece inevitable para el próximo Gobierno una devaluación, el cierre del grifo estatal, el arreglo con los holdouts, la recomposición con el mundo capitalista avanzado, el fin del cepo, el libre giro de divisas de las empresas extranjeras, la transparencia de las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), entre otras lindezas. Continuar leyendo

Razones de la supremacía peronista en Córdoba

Al cierre de este nota y escrutado el 70 % de las mesas cordobesas, Juan Schiaretti superaba por un 4% a Todos por Córdoba, la alianza del PRO, UCR y el Frente Cívico de Luis Juez, cuyo candidato era el doctor Oscar Aguad, y por veintiún puntos a Eduardo Acastello, candidato del Frente para la Victoria. Hace dieciséis años que el electorado cordobés es reacio al radicalismo y ocho al kirchnerismo. Ninguno de estos espacios ha podido hacerse de la conducción de la Provincia. ¿Qué análisis y conclusión pueden hacerse de estos últimos resultados? Varios. Hagamos un breve repaso.

El peronismo llegó al gobierno cordobés en 1999 de la mano de José Manuel de la Sota con el visible y ostensible apoyo de Carlos Menem, luego de sucesivos gobiernos radicales. En el 2003 De La Sota repitió la experiencia y fue reelegido. El radicalismo, en la oportunidad, hizo agua pues debió pagar las consecuencias de su estrepitoso fracaso con la Alianza. Aquel año De La Sota rehusó el apoyo menemista. El clima anti-noventista así lo indicaba.

Tampoco contó con el fervor entusiasta del gobierno nacional, puesel entonces presidente Duhalde había decidido sostener a Kirchner y no a De La Sota para las presidenciales, razón por la cual el cordobés repitió en su provincia la gobernación. La devaluación, la pesificación y el aumento del valor internacional de la soja puso al campo en el centro de la escena económico-política. El peso que el sector agro-industrial tiene en Córdoba obligó al peronismo mediterráneo a replantearse la mirada sobre ese sector social que siempre desconfió del justicialismo que históricamente consideró al campo como sapo de otro pozo

En las elecciones del 2007 el peronismo volvió a ganar llegando a la gobernación el doctor Schiaretti. En la oportunidad quedó claro que el triunfo se debía al voto rural, de las pequeñas ciudades interiores vinculadas a la economía agraria y de los grandes y pequeños productores del campo que inclinados por el radicalismo, ahora lo hacían por el peronismo.

¿Qué novedad era ésta? ¿Cuál la razón del cambio? Una respuesta tentativa es que aún persistían los beneficios de la devaluación, el dólar alto y precios siderales para la soja. La industria agro-alimentaria, de maquinarias rurales, de camiones y camionetas crecía exponencialmente. El peronismo resultaba amigable. Schiaretti como gobernador comprendió el mensaje e incorporó a su gabinete a hombres de la Fundación Mediterránea que tenían claro el modelo de integración al mundo sobre la base de una economía agro-alimentaria e industrial exportadora. Un hombre de esa fundación, Nadim Argañaraz hoy es asesor de De La Sota.

Llegado el 2008 el kirchnerismo mostró su cara peronista más antipática y mandó al Parlamento la resolución 125 resucitando los viejos rencores contra la “oligarquía”. Desde ese momento el peronismo cordobés fue una cosa y el nacional fue otra. Schiaretti se puso del lado del campo y De La Sota también.

Las nuevas realidades mundiales y las viejas tradiciones culturales cordobesas hicieron el resto. Las posiciones político-ideológicas de De La Sota de fundar el desarrollo de la economía provincial en las fuerzas del campo, la agro- industria y la industria automotriz vinculada al Mercosur, sin abandonar el color popular de este agrupamiento, promoviendo la búsqueda de mercados internacionales, estimulando la inversión y las exportaciones es un giro copernicano respecto del tradicional modelo peronista del 40 que el kirchnerismo torpemente reproduce sin ningún éxito: el de la sustitución de importaciones y el aislamiento internacional.

Esta novedosa mirada del nuevo peronismo cordobés -o cordobesismo, al decir del saliente gobernador- se enraíza en la vieja tradición liberal que en Córdoba tuvo tanta fuerza a lo largo del siglo XIX y bien entrado el XX. Hombres como Bustos, el general Paz, Derqui, Juárez Celman y Ramón Cárcano entre otros han dejado una impronta cultural tan vigorosa que perfora los partidos más reacios a comprender este firmamento que tanto progreso le dio a Córdoba.

Elecciones 2015

Schiaretti se impuso a nivel provincial. Hasta el momento de cerrar esta nota no había datos ciertos de los 112 municipios que puso en juego, sí se conoce su amplio triunfo en Marcos Juarez arrebatado al kirchnerismo

Los radicales aliados con Macri y Juez no han podido superar sus contradicciones pues el progresismo que anida en esa alianza vive con cierta vergüenza el acuerdo con Macri. Razón por la cual los radicales solo pusieron en juego 11 intendencias.

Córdoba Podemos, del kirchnerista Accastello, nombre tomado de la flamante agrupación de izquierda española, no sabe cómo explicar su catastrófica derrota, pese a los esfuerzos de Cristina, Scioli y Zannini . En fin, política menuda, política para olvidar.

Más allá de lo provincial y según indican las encuestas la figura de Macri, prevalece en Córdoba como figura presidenciable para el paladar del electorado de la provincia. Si los fallidos acercamientos entre De La Sota, Macri y Massa no se hubieran frustrado, hoy la presidencial estaría resuelta.

Jefes y sucesores en Argentina

El análisis y la comprensión de un tema tan medular como es la sucesión presidencial requiere, a mi manera de ver, un conocimiento pormenorizado de nuestra historia. En general el periodismo aborda el asunto desde el presente y como un fenómeno aislado y recortado de la cultura política argentina. Este puro presente solo se altera con simples evocaciones refugiadas en la memoria personal del que escribe. El pasado solo ingresa hasta el límite de sus recuerdos. De esta forma y con estos condicionantes, la perspectiva es corta. Política e historia, por el contrario, se entrelazan como la noche al día y es en su devenir como hay que tomarlas.

Y digo esto pues ha sido generalizada la conclusión sacada por el periodismo respecto de la imposición de Cristina sobre Scioli, que al ponerle un vicepresidente y rodearlo de camporistas y cristinistas en las listas nacionales, provinciales y municipales Scioli, en caso de ganar, no podrá ejercer la Presidencia con autonomía, imposibilitado de llevar adelante las ideas que el periodismo y los “entendidos” le atribuyen. Sería apenas un vicario de la Señora a la hora de gobernar. Continuar leyendo