Realismo cambiario y exportaciones

El pobre resultado comercial externo de agosto pasado integra un espectro mayor de antecedentes y causalidades. Dados una dura restricción de divisas y un parco lote de reservas, aquel atiza la percepción del gran retraso cambiario en curso.

Aun así, no faltan las posturas de sesgo miope. Dicen: “No vale pretender corregir seriamente la tasa de cambio, porque no habría de inmediato mayores ganancias de exportaciones-mercados, computando la problemática mundial”. Es una pose del tipo: “La historia arranca cuando uno llega”.

Acéptese que la dinámica de la economía y la demanda mundiales se muestra floja en 2015. Un caso es el de América Central y del Sur: Se alude a una baja de exportaciones del 10 % (obvio, también hay bemoles con las importaciones). Ejemplos en otras latitudes es el serio declive de las ventas coreanas. Pero, también asúmase que las exportaciones, en general, algo suben. Y que hay países de Centroamérica, Asia, Norteamérica y de África que aumentan sus exportaciones. Pero, igual, el panorama es severo.

Nosotros, ¿cómo llegamos a esta instancia? Pues, en lo endógeno, decididamente mal. Más al aplicar una visual temporal: En la década larga venimos involucionando claramente. Continuar leyendo

Desafíos en torno al gasto público y el retraso cambiario

Las pymes se ven especialmente expuestas a la ardua situación económica que arrastra el país. Una de las instituciones que las representa, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), ha alertado sobre diversos aspectos: bemoles de rentabilidad, alza de costos, limitaciones para obtener insumos, retraso cambiario (pide alguna compensación al respecto). También se cita la presión impositiva, a la que su titular calificó de “insoportable”.

Vale entonces una referencia, advirtiendo sobre los duros compromisos que esperan al próximo gobierno. Alguno se liga con la presión recién aludida, pero según una óptica más amplia que la habitualmente considerada. Continuar leyendo

Restricción externa y oferta reprimida más que falta de demanda

En virtud de la errada matriz macroeconómica aplicada a partir de 2010 –contrastante con la de 2003(02)/07-, y dado el agudo retraso cambiario real que fomentó (más otros factores conexos), se reinstaló en el país la mórbida restricción externa o escasez de dólares, llevando al daño colateral del racionamiento interno de dólares, o “cepo cambiario”. En sustancia, el cepo, por su dinámica de gestión, alienta duras inhibiciones de oferta productiva, lo que, por lógica, ciñe la expansión de aquélla. La resultante de todo esto, es un estancamiento de base que se enraíza, con un mercado laboral expuesto, en el cual, prácticamente, sólo el Estado viene creando empleo; pero, claro, tendiendo a debilitar la productividad promedio.  Continuar leyendo

Transición económica: ¿afable o adusta?

Naturalmente, una cuestión que, suponemos, ganará espacio con el tiempo, es la relativa a la manera de abordar la transición económica 2015/16.

Hoy por hoy, aquélla se plantea light, por varios motivos: a) porque, a esta altura –arrancando 2015-, puede lucir prematuro intentar avanzar más, faltando referencias; b) porque la lucha electoral, aun a tiempo vista, exige un sensible cuidado –distinguir entre lo exotérico y lo esotérico- sobre lo que se puede decir, y cómo; c) porque prima un “lugar común” o imaginario –de una transición afable-, con anclaje interno y externo, que se asocia a la convicción de que el simple recambio de autoridades posibilitará automáticamente, por propio peso, encauzar de modo rápido, fácil y hasta indoloro, el severo plexo de desequilibrios que afronta la economía. Imaginario o convicción que se proyecta sobre los principales referentes, incluido el más conspicuo, actualmente, del sector oficialista. Continuar leyendo