La necesidad de una nueva Carta Orgánica del Banco Central

La economía se encuentra sumida en un escenario de graves desequilibrios macroeconómicos en todos sus frentes: fiscal, monetario y cambiario. Y parte importante de estos ha tenido origen en la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central (BCRA).

El 22 de marzo de 2012, la Cámara de Senadores convirtió en ley el proyecto de reforma de la Carta Orgánica, la cual se puso en vigencia el 28 de ese mes y generó las condiciones necesarias para que la autoridad monetaria pueda llevar adelante la política ultraexpansiva que viene realizando los últimos años.

Los puntos más importantes de la reforma fueron el cambio del objetivo primario y fundamental del ente emisor, que era preservar el valor de la moneda, por uno que indicó que debe promover la estabilidad monetaria, financiera y el desarrollo económico con equidad social, en el marco de las políticas establecidas por el Gobierno nacional, lo cual es más cercano al concepto de un banco de desarrollo que de un banco central. Para llevar a cabo ese nuevo mandato, se ampliaron las posibilidades que el BCRA tiene de financiar al Tesoro, ya sea mediante adelantos transitorios (emisión monetaria), ya sea con reservas internacionales.

De esta forma, se convalidó la existencia de un esquema de dominancia fiscal en el que se perdió una herramienta de política económica: la monetaria. El BCRA ya no determina la cantidad de dinero en circulación (o la tasa de interés) de acuerdo con las necesidades de mantener estable el valor de la moneda, sino que se encuentra “atado” a las necesidades de financiamiento del Tesoro. Continuar leyendo

El círculo vicioso del déficit fiscal y el impuesto inflacionario

Todos los días nos despertamos con una novedad en el frente económico. Sin embargo, sin ser noticias diarias, las tendencias que contribuyen a explicar los desequilibrios macroeconómicos existentes siguen su curso natural.

Una de las principales tendencias, que durante los últimos años parece haberse convertido en una normalidad, es el déficit fiscal. Debe distinguirse que si bien el resultado es el mismo, el tesoro puede verificar un rojo financiero por insuficiencia de ingresos o por exceso de gasto público.

En lo que va del año se expandió por encima del 42 %, mientras los ingresos tributarios crecieron “sólo” un 33 %. Basta con ver un poco los números para que no queden dudas: No es un problema de ingresos, sino de gasto.

Atrás quedaron los “superávit gemelos” (fiscal y comercial), pilar del modelo económico kirchnerista. Según estimaciones propias, 2015 cerrará con un rojo fiscal por encima de los 220 mil millones de pesos (3,9 % del PBI). Sin contabilizar las rentas de Anses y Banco Central, superará los 350 mil millones de pesos (6,3 % del PBI), aunque podría profundizarse aún más si desde el Ejecutivo deciden continuar ampliando las partidas destinadas a gasto público. Continuar leyendo

El contexto internacional potencia los errores económicos internos

Durante más de una década, los países de América Latina en general, y Argentina en particular, se vieron beneficiados por un contexto internacional muy favorable e irrepetible.

Por un lado, los términos del intercambio alcanzaron niveles récord debido al fuerte incremento de los precios de las materias primas a partir de finales de los ’90, con el ingreso al mercado de China e India, con los precios de importaciones expandiéndose a un ritmo menor. Por otra parte, las tasas de interés internacionales se ubicaron durante varios años en sus mínimos históricos, representando un escenario de abundante liquidez y crédito “híper-barato”.

¿Qué hizo se Argentina en este contexto? Si bien se pudo aprovechar el “boom” del precio de los commodities, los cuales generaron cuantiosos ingresos de divisas y fiscales, a diferencia de los países de la región, no se tuvo en cuenta (o no se quiso tener en cuenta) la transitoriedad de este contexto: “nada es para siempre”. Continuar leyendo

Recaudación y presión tributaria: qué reforma impositiva es necesaria

De la mano de la inflación, la recaudación tributaria de 2014 alcanzó el récord de $1.169 billones, lo que representó una suba del 36,2% respecto al año previo.

El guarismo puede sorprender a primera vista y desde la AFIP celebraron el anuncio. Sin embargo, cuando se lo compara con la suba del nivel de precios del año pasado, los resultados no son para festejar: en términos reales, la recaudación tributaria cayó un 2%.

Por otra parte, la expansión del gasto público (+40%) se ubicó muy por encima de los ingresos dando lugar a un déficit fiscal de 4 puntos del PBI. Y como un “círculo vicioso”, este déficit fue monetizado a través de la emisión monetaria, presionando aún más la inflación, y esta – al expandir la base imponible – provocó un alza adicional en la recaudación. Continuar leyendo

¿Cuál es el valor técnico del dólar en la actualidad?

Hasta finales de 2011, el tipo de cambio nominal, resultante de las decisiones de política cambiaria llevada a cabo por el Banco Central (BCRA), se encontraba por encima de su valor técnico (o de “cobertura”).

Tenemos así, que el valor técnico del dólar es el tipo de cambio de equilibrio que iguala la base monetaria y las reservas internacionales. Bajo esta relación, se observa  que hacia finales de 2011, las reservas internacionales no sólo generaban respaldo a la totalidad de la base monetaria sino que también existía un excedente que permitía que el tipo de cambio nominal se encuentre por encima de su valor técnico, dando lugar a la  posibilidad de arbitraje de mercado.

Esta situación no fue aprovechada por el BCRA, ya que en el afán de incrementar fuertemente las reservas internacionales, adquirió dólares a un precio muy superior al valor técnico de esa coyuntura macroeconómica y de mercado, siguiendo así la tendencia iniciada en el año 2003.

Grafico 1

A comienzos del año 2012, la fuga de capitales (a pesar de la implementación del “cepo cambiario” en octubre del año previo, reglamentado con la Comunicación 5239 del BCRA), sumada a la fuerte emisión del BCRA para financiar el creciente gasto público, generó una reversión en la tendencia: el tipo de cambio técnico aceleró su tasa de depreciación, ensanchándose cada vez más la brecha con el nominal. De esta manera, las reservas internacionales dejaron de respaldar el 100% de la base monetaria.

En este contexto, la situación cambió drásticamente durante 2012: mientras el tipo de cambio nominal se depreciaba de manera marginal, el valor técnico lo hacía a mayor velocidad, lo que invirtió  la posibilidad de arbitraje en el mercado de dólares.

Asimismo, debe destacarse que, a partir de la implementación del “cepo cambiario”,  se observó la aparición de una nueva cotización en el mercado denominada dólar “blue” o  informal, el cual alcanzó un máximo hacia finales del año 2012 de 6,80 $/USD. Por lo tanto, a pesar del fuerte incremento del dólar “blue” durante 2012,  al cierre del mismo aun resultaba barato con respecto al valor técnico de la divisa.

Durante los primeros meses de 2013, volvió a revertirse la tendencia del año previo: el tipo de cambio “blue” se encareció por encima de su valor técnico, hasta la mitad del año, momento a partir del cual la divisa intercambiada en el mercado informal volvió a resultar “barata” respecto de su valor de cobertura, siendo este el escenario prevaleciente en la actualidad.

Grafico 2

Si bien la devaluación de enero  de 2014 incrementó el tipo de cambio nominal, también aceleró la suba del valor de las otras dos tasas de cambio, aunque en menor medida. En enero, el valor  nominal del dólar pasó de 6,52 a 8,01 $/USD, incrementándose un 23%; mientras que el valor técnico también lo hizo aumentando de 11,79 $/USD a 13,27, lo que representó un alza del 13% y el “blue” que presentó el menor avance: de 9,63 a 10,00 $/USD, con  una suba del 4%.

Para fines de marzo, el tipo de cambio nominal “cerró” a 8 $/USD, por debajo de enero; el valor técnico a 13,01 $/USD y el “blue” a 10,80.  Y si bien la tendencia indica que el valor nominal de la divisa estadounidense seguirá avanzando debido a la sostenida demanda, no se puede afirmar lo mismo sobre los otros dos:

  • El tipo de cambio “blue” ha venido bajando como consecuencia de la presión por parte del gobierno para desalentar su demanda, luego de la liberación parcial del “cepo cambiario”, lo que permite a las personas con ingresos registrados adquirir el 20% de su ingreso en dólares para “ahorro” (siempre y cuando el salario mínimo sea de $7.200). De esta forma, en las últimas semanas, la cotización informal se ubica por debajo del “tarjeta” (dólar oficial más recargo del 35%).
  • El valor técnico de la divisa depende exclusivamente del manejo monetario del BCRA: una continuación de la política monetaria contractiva junto a la estabilización (o leve aumento) de las reservas (por un aumento en la liquidación del sector agropecuario, el no pago del cupón del PBI y los dólares de YPF), presionará a la baja este último valor, el cual se estima se encontrará en torno a los 12,50 $/USD para mediados de año.

De esta manera, hoy en día el dólar “blue”, a pesar de encontrarse por encima de la cotización oficial, es una opción “barata” para hacerse de divisas, dado que su valor técnico es un 20,5% superior.

 

(En colaboración con Mariano Carpineti)