Para una escucha inteligente

El ser humano cuenta con dos pabellones auriculares, o sea, dos orejas, cuya función es captar las vibraciones sonoras externas y enviarlas al oído interno. Sin embargo, solo tiene una cavidad bucal para hablar. Está más preparado para escuchar que para decir.

En su etapa primitiva, el hombre escucha primero. Lo hace mucho antes de pronunciar su primera palabra. Durante siglos escucha y, para comunicarse con los demás, gime o emite chillidos, además de comunicarse a través del cuerpo, eso que hoy llamamos “lenguaje corporal”. Por tanto, el oído es el pilar primario en que se apoya la comunicación y también parte esencial del desarrollo intelectual del ser humano.

Larry King, el gran entrevistador de la televisión norteamericana, confesó en mi primer libro, El poder de escuchar: “Nunca aprendí nada mientras era yo quien hablaba”. Es así, nunca aprendemos cuando hablamos. La acción de hablar únicamente materializa en palabras lo que ya conocemos.

Sin embargo, pocas veces estamos dispuestos a escuchar plenamente y preferimos dar rienda suelta a la lengua. No domesticamos el ego, nuestra voz suena una y otra vez, en ocasiones, como si fuéramos los protagonistas del universo. Continuar leyendo

¿Hablas con tu cuerpo?

En una intersección, un vehículo pierde el control y embiste al poste que sostiene la red de semáforos. El caos es inmediato. Minutos después llega un oficial, se coloca en el medio, sustituye a las inutilizadas luces y reorganiza el movimiento. Lo logra gracias a sus conocimientos de las normas del tránsito y, sobre todo, al dominio de su lenguaje corporal. 

Con sencillos, pero atinados movimientos de brazos, manos y piernas, el agente  nos “dice”: adelante, más despacio, siga de largo, doble derecha, doble izquierda, deténgase… El agente viaja, en términos de comunicación consciente, a la prehistoria, cuando el hombre no pronunciaba palabras, cuando gruñía y transmitía ideas a través de símbolos.

Nos persuadimos, aún más, de la necesidad de dominar el lenguaje corporal. No solo para salir airosos de situaciones comprometidas, como la que enfrenta el oficial, sino para dar la cara en cada momento de la vida. Continuar leyendo

Hablar en público

En ocasiones, la vida nos exige acciones para las cuales no estamos preparados. Una de ellas, traumática para algunos, es hablar en público.

La relación con los demás depende, en gran medida, de nuestra capacidad de comunicarnos a través de la palabra hablada y el lenguaje corporal. De ahí lo decisivo de saber hacerlo ante un grupo de personas. Hoy en día son raros los cursos académicos que contemplan técnicas de oratoria en su contenido.

Teniendo en cuenta mi experiencia en los medios de comunicación, quiero compartir contigo algunas técnicas, muy sencillas, que te permitirán salir airoso si te ves en la obligación de enfrentar un reto de esa naturaleza. Continuar leyendo