El futuro del mercado cambiario

La caída del valor del dólar “blue” y de la magnitud de la brecha cambiaria, no es gratis para la economía. La estrategia oficial parece ser ceder en el mercado oficial  dólares para atesoramiento, sacrificando reservas y reponiéndolas con swaps, como el firmado con China, y otros ingresos puntuales.

Actualmente la estrategia elegida por la autoridad monetaria de enfriar la brecha cambiaria, en parte, vendiendo US$ 450 M, parece no estar dando los resultados esperados. De hecho, de acuerdo a datos del mercado, en el mes de octubre del corriente año se vendieron US$ 448 M, frente a los US$ 379 M correspondientes al mes previo, y en lo que va de noviembre el BCRA vendió US$ 139 M.

La pregunta que hace el mercado es si esta “virtual” tranquilidad del tipo de cambio nominal será sostenible en el tiempo y si los desequilibrios que éste presenta se incrementarán en el futuro. Una posible respuesta a esta pregunta puede surgir de analizar en qué difiere el mercado cambiario de enero de 2014 – cuando la presión sobre el tipo de cambio era importante – con el actual. Continuar leyendo

Complicaciones económicas, un déficit fiscal sin techo

 (Nota escrita en colaboración con Eliana Scialabba)

Hacia fines de 2013 se aceleró el deterioro macroeconómico. Signo de esto fueron la fuerte caída de las reservas internacionales que llegaron a un mínimo de 28.000 millones de dólares; la “explosión” en la emisión monetaria para financiar al Tesoro y la – consecuente – suba de la tasa de inflación, la cual profundizó la brecha entre la inflación oficial (Indec) y la “real”.

En este escenario, y con el objetivo de tranquilizar a los agentes económicos, en el mes de enero el Banco Central devaluó el tipo de cambio, el cual pasó de $6,52 a $ 8,01, y se profundizaron las trabas a las importaciones con la finalidad de evitar que sigan saliendo dólares del país, medida que también terminó mal con la reciente multa de la OMC por las trabas impuestas al comercio y al incumplimiento de los contratos comerciales firmados.

Si bien se habla mucho de las variables mencionadas, la principal causa del deterioro macroeconómico es el enorme déficit fiscal, cuya solución no se encuentra en la agenda de corto plazo de la gestión de esta administración: para el equipo económico, el gasto público debe compensar la caída de los restantes componentes de la demanda (consumo, inversión y exportaciones) a “cualquier precio”.

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¿Hacia dónde va el dólar?

(Nota escrita en colaboración con Eliana Scialabba)

Esta es la eterna pregunta que se hacen los ciudadanos de a pie en los últimos días. A principios de año, el gobierno devaluó un 23% el tipo de cambio hasta el umbral de los 8 $/USD como medida para refrescar la economía y sacarla del estancamiento que la misma sufría.

El problema, en ese momento, era cuánto se iba a disparar el tipo de cambio “no” oficial o “blue” que ya tenía una brecha superior al 50% y ya fluctuaba por encima de los 13 $/USD. Para contrarrestar esto, el Banco Central (BCRA) subió fuertemente las tasas de interés con la finalidad de “frenar” la suba de la divisa estadounidense en el mercado paralelo. Con los días, el mercado alcanzó un “virtual” equilibrio y el alza de las tasas logró contener la escalada del dólar “blue”, en un delicado equilibrio económico.

Con el transcurrir de los meses y con el problema de los fondos buitres aún fresco, el gobierno busca medidas, aunque sin un rumbo claro, con el fin de reactivar la economía. El “cerebro” de Economía no tuvo mejor idea que, en un contexto inflacionario, bajar la tasa de interés, ganándole la pulseada a Juan Carlos Fábrega: según Axel Kicillof, esto incrementaría la oferta de crédito, y por lo tanto del consumo y la inversión, reactivando la economía.

Sin embargo, los mercados se hicieron escuchar inmediatamente. El tipo de cambio paralelo “voló”, volviendo a sus andanzas y superando el nivel alcanzado a principios de año y tocando los 13,25 $/USD, lo que genera una ampliación de la brecha cambiaria a un 59%, lo que trae aparejada mayor incertidumbre económica.

La escasa corrección del tipo de cambio oficial en los últimos días no hace más que confirmar que los objetivos seguidos siguen siendo poco claros – aunque este está siendo utilizado como ancla inflacionaria – y que el aumento de las restricciones, sobre todo cambiarias, tiene como finalidad mantener el escaso nivel de reservas internacionales.

En este escenario, ¿qué se podría esperar para las próximas semanas?

Se debe esperar que las restricciones a las operaciones cambiarias sigan su curso y se incrementen, aunque aun no es muy claro hasta qué punto esta lo pueden hacer. Si bien es posible que pueda cerrarse definitivamente la posibilidad de comprar dólares para atesorar y/o para viajes al exterior, no puede asegurarse lo mismo sobre el pago a las importaciones. La economía depende fuertemente de estas para funcionar, y el no ingreso de productos de exterior, produciría una contracción aun mayor en la dañada actividad.

Sea cual sea el grado de cierre que tenga el mercado cambiario, se espera que la presión sobre el tipo de cambio paralelo continúe incrementándose, presionando sobre el ya elevado nivel de inflación.

No debe olvidarse que el dólar “blue” no sólo se utiliza para operaciones llamadas “especulativas”, sino que muchos productores que no tienen la opción de acceder al mercado formal deben realizar algunos pagos adquiriendo estas divisas y numerosas operaciones, como las inmobiliarias, toman este valor como referencia.  Por lo tanto, es equívoco tratarlo como un mercado “marginal” cuando el mismo es utilizado en algunos mercados para la fijación de precios, un tema tan sensible nuevamente durante estos últimos años.