Fin de medio siglo de enfrentamiento en manos de la ONU

Colombia se encamina a concluir un plan de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) para poner fin a medio siglo de enfrentamientos y acciones terroristas con 250 mil muertos, 40 mil desaparecidos y 5 millones de personas desplazadas. Tras tres años de negociaciones en Cuba, un acuerdo integral asoma como posible. En este contexto, las partes han acordado solicitar que una misión de observación de la Organización de las Naciones Unidas verifique el inminente desarme de las FARC y el cese definitivo de fuego y hostilidades.

La misión solicitada a la ONU estaría integrada por expertos de países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). A diferencia de las Fuerzas de Paz de la ONU, conocidas como Cascos Azules, la misión no estaría integrada por cuerpos militarizados. Los participantes no portarán armas ni tendrán una función policial o militar. Se tratará principalmente de una presencia política de observación, con el mandato de monitorear y verificar los compromisos asumidos por las partes. Las características de la misión serían definidas por el Consejo de Seguridad de la ONU, también su duración, estimada inicialmente en doce meses. En principio, el costo sería asumido por las Naciones Unidas. Continuar leyendo

Virtual estancamiento en el proceso de paz en Colombia

El proceso de paz entre Colombia y las FARC enfrenta un cuadro muy complicado que empieza a afectar la confianza de la opinión pública en las negociaciones. Hace diez meses que las conversaciones están virtualmente estancadas tras casi dos años y medio de intentos en la búsqueda de una solución negociada. Los recientes ataques de las FARC contra las fuerzas armadas, que rompen torpemente una tregua unilateral e indefinida, pueden comprometer todo el esfuerzo de negociación y corre el riesgo de volver a fojas cero. Sería lamentable que eso ocurriera.

Uno de los puntos del impasse en el dialogo en La Habana es el relativo a la inserción de los guerrilleros en la vida política tras un eventual acuerdo de paz. Mientras unos exigen borrón y cuenta nueva con plena capacidad de participar en actividades proselitistas, el gobierno plantea, entre otras, la necesidad de abstención de los principales responsables de la violencia y atentados terroristas. La solución no parece fácil en particular tras los nuevos hechos de violencia en Cauca. Continuar leyendo