El incremento del consumo de drogas asociado al período festivo

En la última década el éxtasis, de manera sigilosa pero constante, se ha instalando como la droga de la diversión, acompañando fundamentalmente a los adolescentes en las salidas nocturnas. Es en este período que se convirtió en la droga con mayor índice de consumo ocasional o experimental en jóvenes (el 87% de los estudiantes de nivel medio en la provincia de Buenos Aires que reconoce consumir esta droga lo hace preferentemente los fines de semana) y se advierte en este sentido un uso íntimamente vinculado con un modelo estético o recreativo. El verano y los períodos festivos implican un alerta extra. Se multiplican las fiestas, los eventos y las situaciones de esparcimiento; se potencia el consumo y, por ello, aumentan los riesgos, lo que da inicio a lo que se denomina “temporada éxtasis”.

En este sentido, referentes de las áreas especializadas de toxicología en la ciudad de Buenos Aires enfatizan que durante los fines de semana se reciben más casos de adolescentes afectados por el consumo de alcohol asociado con pastillas de éxtasis y bebidas energizantes (se incrementan a partir de los jueves hasta los sábados, disminuyen los domingos). Los mismos especialistas advierten que el éxtasis afecta a todo el organismo y que, ingerido con alcohol de manera frecuente, puede resultar fatal. Continuar leyendo

Narcomenudeo: una tendencia en aumento

El negocio del narcomenudeo se focaliza esencialmente en dos variables: el exceso de demanda y la facilidad de acceso fundamentada en una logística dinámica y efectiva que se monta en el clásico modelo de negocios empresarial just in time, toda la cadena opera para satisfacer la demanda inmediata. Este concepto puede explicarse desde los resultados que surgen del último informe del Observatorio Latinoamericano de Políticas de Drogas y Opinión Publica (Opdop), que nuestro país encabeza con los niveles más altos sobre percepción de mayor disponibilidad de drogas. En este sentido, el 92 % de nuestros compatriotas encuestados consideró que el narcotráfico ha aumentado en nuestra frontera (superamos en un 25 % al promedio de la región), mientras que, en relación con la accesibilidad, un 90 % manifiesta que se ha vuelto más fácil conseguir marihuana y el 87 % percibe un aumento en la disponibilidad de la cocaína.

Este nuevo modelo impacta en forma contundente en el segmento objetivo, los jóvenes. Prueba contundente de esto se refleja en las siguientes variables de análisis: 7 de cada 10 adolescentes de Capital Federal y el conurbano bonaerense consideran que es fácil conseguir drogas para consumo personal, mientras que en promedio un 50 % de estudiantes secundarios en la provincia de Buenos Aires asume consumir algún tipo de droga (marihuana, paco, cocaína o éxtasis) en forma ocasional, desciende la cifra a la mitad cuando el uso es experimental, y las edades de inicio de consumo pueden bajar hasta los 12 años. Continuar leyendo

Una deuda pendiente

Es la droga con mayor índice de consumo ocasional en jóvenes; supera incluso a la cocaína, el paco o la marihuana. En este sentido, en los últimos años, en promedio, cinco de cada diez jóvenes estudiantes consultados en la provincia de Buenos Aires asumen consumirla. Teniendo en cuenta además que cerca del 40 % de los usuarios actuales de éxtasis ha tomado dos o más pastillas en un mismo día, se advierte la facilidad de acceso para aquellos que quieren experimentar con esta sustancia. Continuar leyendo

Radiografía de una “droga legal”

El alcohol avanza entre los jóvenes y se instala como un compañero ineludible de “previas” y “post” salidas. Cada año ingresan más chicos al consumo, bajando incluso el promedio de inicio a los 13 años y sin diferenciar entre varones y mujeres. Crecen las consultas por intoxicación e incluso por sobredosis en las guardias de los hospitales los fines de semana, producto de la asociación de bebidas alcohólicas y psicofármacos. El verano es un alerta extra, se multiplica la ingesta en los jóvenes hasta en un 400%. Es la radiografía de una “droga legal”.

Según el último informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud), el consumo abusivo de alcohol mata cada año a 3,3 millones de personas (representa el 6% de todas las muertes en el mundo), e identifica a la Argentina como el segundo país de América Latina con mayor consumo per cápita anual con 9,3 litros, solo superado por Chile con 9,6 (siendo el promedio mundial de 6,2). El segmento etario proclive al abuso de alcohol en nuestro país se da entre los 14 y 20 años; es esta franja donde, además, creció exponencialmente. La Sedronar señala que la mitad de los alumnos secundarios dice haber bebido en el último mes, mientras que, entre el 2001 y 2011, el consumo creció un 113% en este segmento. Continuar leyendo

El marketing de un negocio que mata

Si bien el paco dentro del imaginario colectivo es denominado como “la droga de los pobres”, producto de su bajo precio, el análisis de especialistas y reflexiones de consumidores con experiencia desmitifica esa aseveración y demuestra que, por los altísimos niveles de consumo que genera la adicción a esta droga  (llegando su frecuencia promedio de ingesta hasta 20 dosis por día), resulta finalmente en un mayor costo económico que otros tipos de estupefacientes.

En base a datos oficiales de la Provincia de Buenos Aires, el consumo de paco durante la última década (2001 al 2011) creció en jóvenes escolarizados un 120% -este porcentaje aumenta sensiblemente en jóvenes que no estudian ni trabajan. En el caso de los chicos escolarizados, el 25% de los consumidores de esta sustancia lo hace diariamente, mientras que la cifra trepa al 36% cuando nos referimos a los jóvenes que la usan de manera experimental (es decir, lo hacen una sola vez para probar). Puede observarse, entonces, como chicos que no son adictos pueden acceder fácilmente a esta droga.

Diferentes investigaciones oficiales indican además que el paco ha llevado la edad de iniciación de consumo a chicos entre los 7 y 14 años. Incluso, en algunas zonas del Conurbano bonaerense, desplazó a la marihuana como droga ilícita de inicio, lo que significa que los jóvenes comienzan su consumo con una sustancia brutalmente tóxica y adictiva. Es así que, y siempre según estadísticas oficiales, en una villa de la zona sur del Conurbano, más del 30% de personas entre 14 y 30 años manifiestaron haber consumido drogas psicoactivas en el último mes, siendo para este grupo etario la principal droga de consumo el paco (56,4%). Asimismo, el 68,6% de personas que la consumen, lo hacen “diariamente”, mientras que, de aquellos que han consumido esta droga en los últimos treinta días, el 22% lo hizo con una frecuencia de “más de 10 veces al día”.

Los jóvenes adictos lo expresan de una manera mucho más cruel pero no menos real. En sus declaraciones no hay lugar para eufemismos: “El paco te mata más rápido, en un año o dos ya estas golpeando las puertas de San Pedro”; “La sensación que provoca el paco es breve, dura hasta dos o tres minutos casi siempre y llega a cinco o seis solo las primeras veces, además el efecto es veloz como una bala”; “No, no es económico porque es un peso cada cinco minutos, cada siete minutos, más no dura el efecto, yo a veces escucho que dicen la droga de los pobres, ¿pero sabes cuánto gastás? Con la cocaína por ahí gastabas $40 o $50 de golpe, pero con esto por ahí gastás lo mismo en un ratito”; “Los que se inician en el consumo se quedan delirados con el primero y no pueden parar, es como sacar un ticket al paraíso”.

Pueden observarse en estos relatos una de las características fundamentales de esta droga: es tremendamente adictiva, y con la repetición de su consumo disminuye el efecto buscado, generando así un aumento en su nivel de consumo y por ende, un mayor gasto económico.

El concepto “droga de pobre” tiene más relación con la construcción de los atributos simbólicos de una “marca de bajo costo” por parte de los gestores de un marketing cuyo producto final es la muerte de los jóvenes.