A pesar de que la mayoría de los sindicatos acordaron con las autoridades un aumento salarial, a cobrar en dos etapas y que oscila entre el 31% y el 44% que lleva el básico a $6150 incluyendo los $100 de la cuota de material didáctico, la Ciudad de Buenos Aires tuvo un comienzo de ciclo lectivo conflictivo. Muchos sectores relacionaron el paro directamente con la situación nacional pero no deberían soslayar que la medida de fuerza también estuvo motivada por las pésimas decisiones que viene tomando el Ministerio de Educación porteño, que afectan seriamente tanto a la calidad educativa de la escuela pública como a las condiciones laborales de los maestros.
Basta recordar la desastrosa implementación de la inscripción de matrícula anual conocida como modalidad “online” que aún no puede subsanar los problemas que el mismo sistema generó. Lo indignante de esta situación es que la frustrada plataforma de inscripción “online” costó mucho dinero al estado, demasiado caro como para no poder resolver en horas, por ejemplo, el error de no poder ubicar en el mismo colegio a dos hermanos.