La función principal de la libertad de expresión es restringir cualquier tipo de acción estatal sobre manifestaciones realizadas en los medios o en una protesta pública, especialmente de aquellas que pueden resultar molestas u ofensivas; una protección para algo que es agradable escuchar no tiene sentido.
En Argentina, sin embargo, existen organismos estatales destinados a “observar” los contenidos de los medios de comunicación en busca de una opinión no permitida. La manifestación de algunas opiniones puede traducirse en una sanción para el que las expresa. Continuar leyendo