Estamos mal, pero vamos bien. Es la conclusión a la que he llegado luego de escuchar el diagnóstico que el presidente Mauricio Macri ofreció en el Congreso al inaugurar las sesiones ordinarias de este 2016. Es la conclusión a la que he llegado también luego de leer la disertación que el Dr. Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central de la República Argentina, ofreció como expositor invitado a la sesión ordinaria de la Academia Nacional de Ciencias Económicas (se puede leer aquí).
Su exposición me recordó a un clásico de la economía. Me refiero a La economía en una lección, de Henry Hazlitt (1946). Un libro que he recomendado durante años a toda persona que desee tener una primera introducción a esta ciencia. Se analizan allí falacias económicas diversas que, en los últimos años de esta vapuleada Argentina, se han convertido en una nueva ortodoxia.
¿Pero cuál esa famosa lección? Consiste en la tendencia a considerar exclusivamente las consecuencias inmediatas de una política o sus efectos sobre un grupo particular, sin inquirir cuáles produciría a largo plazo y sobre toda la comunidad.
El libro en cuestión repasa diversos casos, como las obras públicas, el efecto de los impuestos o el crédito estatal sobre la producción, el odio a la máquina, los planes sociales, los aranceles, los controles de precios, el proteccionismo sobre una industria en particular, el salario mínimo, la inflación o el injustificado ataque de algunos economistas al ahorro, entre otras cuestiones. Continuar leyendo