Cerramos 2013 y la mirada está puesta sobre qué pasará con la economía en este año. El ritmo de devaluación, la inflación y el peligroso deterioro fiscal serán los ejes a monitorear en un 2014 que promete más tensiones macroeconómicas.
A lo largo del año pasado, la economía mundial se caracterizó por mostrar signos de recuperación y alcanzar estabilidad financiera. Atrás quedó el colapso del 2008. En el plano real, se observa una reactivación, mejora el nivel de empleo y el consumo en Estados Unidos, mientras que los países más debilitados de la Zona Euro están poniendo fin a una recesión de dos años y todo indicaría que los países más golpeados del bloque levantarán cabeza en los próximos meses, aunque sea en forma moderada. En tanto los países emergentes, en especial China e India, seguirán como motores del impulso económico global.
Hablando de certezas tenemos un mundo que crece pero algunos interrogantes. ¿Llegará el fin de los planes de estímulos y las bajas tasas de interés? Escenario probable para este 2014 y que de concretarse implicaría menos gasto público y aumentos de impuestos, tanto en Europa como EEUU. Pero los principales funcionarios de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo dieron muestras de que para comenzar a reducir sus enormes estímulos monetarios antes el empleo, el gasto del consumidor y la construcción deben ser cimientos sólidos que permitan un crecimiento fuerte y sostenido.