Todos los presidentes de los partidos nacionales estuvimos con el ministro del Interior en la Casa Rosada para dialogar acerca de la reforma política. Desde el Gobierno se plantearon tres objetivos concretos: boleta única electrónica, unificación del calendario electoral y creación de un ente autónomo para dirigir el proceso comicial.
El ministro prestó oído a más de veinte intervenciones de los presentes. Un resumen de los puntos en los que existió acuerdo generalizado ofrece las siguientes conclusiones.
Boleta única. Hubo unanimidad para que, como mínimo, se adopte el modelo cordobés —en una sola boleta impresa por el Estado se hallan todas las opciones partidarias y todas las categorías que se eligen. Existió respaldo para la introducción de la elección electrónica siguiendo la experiencia de Salta y de la ciudad de Buenos Aires. Se acabará el nefando “faltan boletas”. Una elección sin garantías de que estén en las mesas todas las opciones es una caricatura de la democracia y una literal burla a la ciudadanía.
Ente autónomo. Existió consenso en que un ente autónomo conduzca las elecciones para evitar que lo haga, como hasta ahora, una dependencia del Poder Ejecutivo. Por mi parte, agregué que ese ente debía ser designado con acuerdo de los dos tercios del Senado, tenía que disponer de autarquía y que no debía limitarse a dirigir las elecciones, sino que tenía que abarcar todo lo inherente a los partidos. Un fuero especializado. Continuar leyendo