Me acaba de llegar un libro de Mark Ford titulado Persuasion. The Subtle Art of Getting What You Want. Pongo el asunto en contexto. Mark comió en casa a raíz de un congreso organizado por Inversor Global. Es el socio de quien fue otro de los comensales de esa noche, Bill Bonner. Éramos varios los que participamos en ese evento, por lo me sugirieron que lo agregue a Mark.
Me lo describieron como un billonario estadounidense, experto en administración de carteras. Por mi parte, tenía otra idea de esa comida en casa. Pensaba tratar temas muy alejados de lo crematístico, pero me pareció adecuado aceptar la sugerencia de invitarlo a Mark. Pues una vez más me equivoqué: nadie mencionó estrategias de inversión durante esa comida y Mark sobresalió por su versación en lingüística y filosofía. Es un ejemplo del “american way of life”: arreglaba techos mientras estudiaba por las suyas distintas facetas de la vida hasta que se convirtió en lo que hoy es, siempre como autodidacta, eligiendo los mejores libros para leer con verdadera devoción.
Después de esa comida, le escribí contándole el back stage de esa reunión en mi casa. Le confesé que cuando confirmó su asistencia le anticipé a mi mujer que ese invitado nos arruinaría la comida, dados los antecedentes más conocidos de ese personaje, nos desviaría de los temas que quería escudriñar con los otros comensales. También le dije de mi craso error, puesto que lo considero una de las personas más interesantes que he conocido y que su participación contribuyó grandemente a que la velada de marras fuera interesante para todos. Continuar leyendo